Opinión

De cuando nos salimos del canasto y la lucha por la verdad

En la carta “Réplica de Poder Ciudadano ¡Ya! Al documento titulado “No todo lo que brilla es oro” se señala

En la carta “Réplica de Poder Ciudadano ¡Ya! Al documento titulado “No todo lo que brilla es oro” se señala “Con este documento respondemos a la carta emitida por parte de un grupo de docentes e investigadores de la Escuela de Ciencias Políticas (en adelante ECP) de la UCR, con el propósito de que el proyecto de reforma constitucional No 20.127 (sobre la reforma a la elección de la Asamblea Legislativa) no sea analizado y discutido en una Comisión y posteriormente, en el Plenario.

Esto rompería la práctica democrática de que ha caracterizado al Congreso costarricense de dar admisibilidad a proyectos que, con el consenso de diversas fracciones legislativas, han llegado al punto en el que está el No 20.127 y atentaría contra el propósito mismo del proyecto: atender al des- contento ciudadano por no sentirse representados en el órgano más importante de la representación políti- ca, la Asamblea Legislativa”.

Este argumento además fue repetido por muchas otras personas en medios de comunicación, redes sociales y en sus análisis políticos.

En este espacio voy a referirme al trasfondo de este señalamiento y es que por muchos años la Ciencia Política estuvo centrada en hacer análisis de La Política, especialmente de la política pública y de las instituciones, se dejó de lado Lo Político, el análisis del poder en coyuntura y de manera sistémica.

En este caso los más beneficiados son los poderosos, las élites, cuyo proyecto político es controlar a las mayorías.

Debido a que los únicos argumentos legítimos y presentes en el ideario públicos eran los suyos. Actualmente, con la crisis política y social ha resurgido la participación de muchas más personas en los procesos de toma de decisiones sobre aquellas cuestiones que les afecta, no es la política tradicional de las élites, no son los partidos políticos, ni las instituciones, es la calle, es la lucha y disputa por el poder, son las nuevas alianzas, no es la forma de hacer política ordenada que a las élites les gusta.

En este contexto, la Ciencia Política también se moviliza y cuestiona los conceptos que se han concebido como absolutos, uno de ellos y probablemente el más mancillado es la democracia.

La visión de que la democracia es sencilla deja de lado lo que es verdaderamente democrático, que es el disenso.

Retamozo (2009) señala que “concebir la pluralidad de enfoques en ciencia política permite comprender mejor que la polisemia de términos como democracia o ciudadanía está originada en la diferencia de visiones que conviven en el campo y una disputa por la verdad”.

No olvidemos que lo que está de fondo no es la verdad, sino la posición ideológica-política de las personas.

Con esto lo que quiero reafirmar es que cada persona tiene derecho a opinar cómo quiera y de acuerdo a sus valores y criterios, pero no se puede imponer una perspectiva como verdadera o única, claramente mi posionamiento también es ideológico y es que las personas tienen derecho a escuchar la mayor cantidad de posturas posibles y tomar sus propias decisión, es decir, la ideología siempre existe y es importante.

Lo que no podemos es imponer posiciones ideológicas como verdades absolutas, bajo perspectivas de términos “superiores”, como la democracia que son también conceptos polisémicos y meremos disputarlos, apoderarnos de ellos y reescribirlos.

A punta de la creación de nuevo conceptos es que respondemos de manera ética a nuestro accionar desde la academia y como cientistas de la política, parte además de la Universidad Pública, es nuestra responsabilidad y nuestro deber hacer crítica de las posiciones políticas de las élites que sin disputa por mucho tiempo nos han llevado a la coyuntura actual en la estamos.

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