Opinión

Cruel matanza

Otra vez, como ya de costumbre, te hieren a mansalva, como duele verte sangrar, como te debe doler Provincia Potranca esa herida eterna que brota sangre vegetal a diario, que bueno que seguro los centenarios guanacastecos no sean conscientes del nuevo asesinato, aunque a la vista a leguas se presenta la desforestación brutal recorriendo el mero centro de la pampa. Provincia Potranca, madre de tierras azules donde conviven seres centenarios, ejemplo de convivencia plena con la madre naturaleza, centenarios humanos hijos de antiquísimos centenarios vegetales, árboles pamperos que en plena juventud arrastran fácilmente quinientos años de donar donaires a cielo abierto. Ustedes hoy, centenarios humanos, gozan de admiración y son sujetos de cuando en vez de reportajes y algunas escasas regalías, sin todavía hacer realzar sus valías invaluables, más es algo, pero tus padres, esos guanacastes, ceniceros, pochotes, ceibas, gallinazos, cedros, espaveles y demás de cientos y hasta miles de años, desde tiempos remotos cuando la avaricia e ignorancia hacen nido en estas tierras benditas, son sujetos de una matanza atroz sin parangón. No hace mucho arrasaron con los árboles maderables y después lo que se apareciera, los gobiernos hasta financiaban motosierras y los seres incultos sembraron su incultura e irrespeto a lo largo y ancho de esta pampa anchurosa permeada por ríos pencones y selvas profundas y bellas trasmutando las profundidades llaneras.

Hoy en la ampliación de la carretera interamericana, sin ningún rubor y presentando el mayor desprecio al recurso natural, se da cabida a la matanza cruel de miles de árboles centenarios, asesinato ejecutado por el gobierno del Bicentenario, sin estudios, sin diseño, sin respeto ni sensibilidad vapulean a estos nobles y valiosos seres vegetales que son parte integral de nuestra cultura provincial, árboles que convivieron a plenitud con esta comunidad pampera desde aquellos tiempos cuando el Guanacaste profundo si estaba y no había que buscarlo en ninguna parte. Lo más duro es que la botadera de centenarios vegetales pamperos son productos de las anti políticas gubernamentales de las mediocres instituciones estatales, y lo más dolorosos, alcahueteados por el silencio guanacasteco, lo que hace que nuestra comunidad sea cómplice del debacle vegetal. El Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT), el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), las Cooperativas y los municipios conducen esta danza macabra de aniquilamiento vegetal, desgracia total. El MOPT en su santa mediocridad e irrespeto al don natural, es líder de esta nueva matanza vegetal centenaria; acción cruel, brutal, digna del repudio nacional, mas esta sociedad intrascendente aplaude. Estos árboles sobrevivientes de la primera deforestación, cuando se hizo la carretera en dos carriles, eran parte del paisaje llanero y ahí tiraron majestuosidad. Ahora yacen en el suelo tragando podredumbre, cruel destino, y lo peor es que van agregar solo dos carriles más, diez metros cuando mucho con espaldón, más los ocho metros actuales suman dieciocho metros en un derecho de vía de cincuenta metros, es decir, existen treinta y dos metros para preservar, además era cuestión de jugar con el trazo, moverlo para ir esquivando donde existiera más vegetación, tal vez unas veces dejar islas o concentrar los dos carriles nuevos, mover el eje vial según el mandato natural o en pocos tramos expropiar para dejar las manchas de mayor importancia totalmente preservadas. No, no se les ocurrió nada, la deforestación navega por los cincuenta metros y a lo largo de la mencionada vía. Imaginación, respeto, cariño, amor por el terruño, un poco de neuronas nada más, será que los cerebros navegan en el desierto y ese silencio pampero complaciente proporciona vía libre al debacle natural. Duele este producto de la cacareada tecnología de “punta” alimentada de la pobre educación, producto que destruye el acervo natural hijo de miles de años de cocimiento celestial; acervo bendito cambiado por concreto, postes, torres, duele, duele.

Desde que este proyecto vial promocionado por México y denominado Puebla – Panamá, al temor por el desastre natural se hizo presente, por lo cual nace un proyecto a fin de preservar el don natural existente en el derecho de vía de la carretera interamericana, de nombre “Bosques Carreteros y Urbanos Nacionales”, mismo que fue presentado primero al primer desgobierno del cambio, administración 2014 – 2018, sin resultado alguno, y luego a este desgobierno del Bicentenario con también resultados nulos. Así jamás se llegará a la publicidad de descarbonización.

Oh, pampa, como te agreden.  Guanacaste, provincia Potranca vas en camino sin retorno hacia un basurero tecnológico y demás desperdicios del descomunal y antinatural desarrollo. Hace cien años, montañas y llanuras impregnadas de un verdor sagrado donde el Tempisque, antiguo Dios llanero, fertilizada la bajura en su bajar melodioso desde el Orosi hasta vaciar su donaire al Golfo de Nicoya, dominaba el espacio bajureño, vida plena y armoniosa, solo eso. Hoy el verde natural voló, concreto, pavimento y acero dominan, que horrible cambio, prefiero un millón de veces los guanacastes, ceniceros y hermanos vegetales que esta agria manera de sembrar progreso. Adiós manchas verdes, hasta siempre.

Guanacaste ya no está, en silencio transita senderos hacia su muerte total, tirando lagrimas amargas, hijas de un llanto profundo, doloroso y mortal.

Hasta cuándo.

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