Opinión

Costa Rica, liderazgo mundial y petróleo

A pesar de los problemas y deficiencias que tengamos como país, hemos sido históricamente pioneros y líderes en muchos campos a nivel mundial.

A pesar de los problemas y deficiencias que tengamos como país, hemos sido históricamente pioneros y líderes en muchos campos a nivel mundial. Según el índice “The Good Country”, formulado por el profesor británico Simon Anholt, que mide cuánto contribuye cada país al beneficio de la humanidad y del planeta a través de sus políticas, Costa Rica ocupa, en el 2019, el primer lugar a nivel latinoamericano y el número 34 en el mundo. A pesar de nuestro tamaño, somos sin duda un país influyente a nivel planetario.

Un breve recorrido por nuestra historia nos muestra hitos fundamentales que confirman nuestro liderazgo y visión de futuro.  La abolición del ejército en 1948, en tiempos en que los demás países centraban su atención en las fuerzas militares, señaló claramente que era posible pensar y actuar diferente, que era viable un modelo de Estado no militar.  Costa Rica, gracias a visionarios como José Figueres Ferrer, hizo algo que parecía imposible, desarmarse e invertir esos recursos en educación y obra pública, convirtiéndose así en pionero en este campo a nivel mundial.

La decisión de proteger casi un 30% de nuestro territorio en parques nacionales y reservas equivalentes marcó otro hito fundamental. Y esto se inició en épocas donde prevalecía en los países una deforestación galopante, representando un cambio de visión como sociedad en nuestra relación con la naturaleza, demostrando una vez más diferencias significativas con muchos otros países. Hoy, Costa Rica es reconocida indiscutiblemente como líder y ejemplo en materia de conservación a nivel global.

En el campo energético, contrario a la mayoría de los países en el mundo, hemos logrado una generación eléctrica con fuentes renovables (hidroeléctricas, geotérmicas, eólicas, solares y biomásicas), superior al 98%. Naciones económicamente desarrolladas, como Reino Unido, Alemania, Estados Unidos o China, difícilmente llegan a un 50% de energía eléctrica renovable. Una vez más, Costa Rica sobresale y es ejemplo y líder mundial en el tema electro-energético. Igualmente, en otros campos como la educación, la seguridad social y los procesos democráticos electorales, Costa Rica destaca y es ejemplo y modelo admirado por el mundo entero.

Ante esta perspectiva, es inconcebible que personas y grupos, en forma insensible e irresponsable, promuevan la explotación de petróleo y gas natural en nuestro país, con argumentos puramente economicistas, hacer dinero a toda costa.  Es inaceptable que pretendan atarnos a un modelo energético agotado y dañino ambientalmente, como lo es el petróleo. Una propuesta que nos alejaría completamente de nuestra visión de país sostenible, renovable y conservacionista, llevándonos al incumplimiento de varios compromisos ambientales adquiridos internacionalmente.

Precisamente es el momento en donde como país podríamos ser líderes en esa transformación hacia un nuevo paradigma energético, un modelo productivo completamente libre de la quema de combustibles fósiles, causante del calentamiento global, la mayor amenaza ambiental planetaria. Con una matriz eléctrica prácticamente renovable, tenemos la gran oportunidad de desarrollar sistemas de transporte alimentados por esta energía, con autos particulares, buses, tranvías, trenes de pasajeros y de carga, teleféricos urbanos, etc. Lo anterior como parte de ciudades inteligentes y sostenibles, bien planificadas y diseñadas.   Esto no es una utopía, podemos llegar a ser verdaderos líderes y ejemplo mundial en transporte eléctrico sostenible.

Convertirnos en un país productor y exportador de petróleo y gas natural, sería uno de los mayores errores históricos que como país podamos cometer. Evitémoslo, siguiendo por la ruta fijada de las energías renovables y la des-carbonización de nuestra economía. Produzcamos riqueza y calidad de vida con energía renovable y con electro-movilidad, no con el sucio y contaminante petróleo. Seamos motores de la disrupción que ya ha iniciado, iluminando con visión e innovación el futuro.

 

 

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