Opinión

Coronavirus: una oportunidad para la educación virtual

Actualmente, vivimos una crisis mundial causada por la pandemia que la OMS ha anunciado, por causa del coronavirus.

Actualmente, vivimos una crisis mundial causada por la pandemia que la OMS ha anunciado, por causa del coronavirus. Una de las principales acciones que se promueven es evitar el contacto con otras personas, lo que afecta directamente nuestras actividades diarias. Vivimos en una sociedad en la que tomamos clases con cientos de estudiantes en escuelas y universidades, asistimos a trabajar en oficinas, fábricas y espacios que compartimos con nuestros colegas. Y para llegar a estos sitios de estudio y trabajo, nos movilizamos en transportes con decenas de desconocidos.

El grado de globalización y de transporte de nuestros países han permitido que un virus dé la vuelta al mundo en unas pocas semanas. Es evidente que esta pandemia tendrá consecuencias negativas en muchos aspectos de nuestras vidas y de las economías de los países, sin embargo, podría tener algunas consecuencias positivas.

En Costa Rica, el pasado miércoles la Universidad de Costa Rica decidió suspender sus clases y actividades académicas para evitar el riesgo de contagio entre sus alumnos y profesores. La universidad cuenta con una plataforma de Mediación Virtual de aprendizaje que les permitirá acceder a Moodle desde sus celulares. También, universidades como la UNED usan estas plataformas y herramientas de manera habitual para impartir sus cursos a distancia.

El reto es para aquellos centros educativos que aún imparten cursos de manera tradicional y que nunca han experimentado con Tecnología de la Información y Comunicación (TICs). Algunas escuelas primarias públicas y colegios privados han tomado la decisión de enviar a los alumnos a casa, pero no de vacaciones, subrayan. Los profesores y maestros deberán encontrar maneras de continuar con las clases de manera virtual, para continuar con el presente ciclo lectivo.

Es probable que los niños y jóvenes estén más habituados a tomar alguna clase semipresencial, a distancia o en línea; sin embargo, el mayor reto será para los profesores adultos que no han estado en contacto con estas herramientas digitales y que a veces no están habituados a tareas que en estos días parecieran simples, como a ver y responder regularmente correos electrónicos. Ellos tendrán que impartir sus clases y además adaptar sus contenidos a estas nuevas tecnologías.

La crisis del coronavirus nos presenta una oportunidad para cambiar y modernizar la manera en que intercambiamos el conocimiento. Nos obliga repentinamente a adaptarnos al uso de nuevas tecnologías de educación y comunicación. Estamos ante un experimento interesante en el que podemos sentarnos a esperar a que abran mañana el salón de clases, o conectarnos hoy al conocimiento que necesita Latinoamérica, por medio del uso de la tecnología.

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