Opinión

Conveniencia de creación de un instituto costarricense de energía

Cada vez que aparece una novedad tecnológica global, las sociedades deben adaptarse para sacar provecho de la misma.

Cada vez que aparece una novedad tecnológica global, las sociedades deben adaptarse para sacar provecho de la misma. Los países requieren la capacidad para entender estas nuevas tecnologías y así ajustarlas a las necesidades locales. El uso de biocombustibles como tecnología de transición es uno de estos casos.

Acabo de llenar con gasolina Plus91 el tanque de mi carro modelo 2017. ¿Por qué la regular y no la Súper? Cuando compré el vehículo hace dos años, hice una lectura somera de las especificaciones que indica el fabricante. El carro tiene un cilindraje de 1,4 L y el motor despliega una potencia de 73,5 kW. La Plus91 de 91 octanos es lo necesario y el uso de la Súper de 95 octanos, no le agregaría nada al desempeño de la máquina.

El Gobierno decidió aplazar la iniciativa para vender una mezcla etanol-gasolina, lo que me induce a pensar que los involucrados tanto en Goicoechea como en Zapote, no se habían leído el manual de la energía del país. Es más, posiblemente no se conoce a fondo el Plan Nacional de Energía que se elaboró en la administración pasada, bajo la batuta de la ingeniera Irene Cañas Díaz, entonces viceministra de energía.

1949 ya pasó hace 70 años. El ICE ha hecho lo que se esperaba y lo ha hecho bastante bien, pero ahora son otros tiempos.  De manera análoga es importante señalar que el año 1981 (creación de Recope) también pasó, y el país requiere una nueva estructuración política y técnica del sector energía. No parece que se necesite disgregar por más tiempo la energía eléctrica, química y otras fuentes que no necesariamente busquen la generación de electricidad, como es el aprovechamiento de la geotermia de baja entalpía.

Las acciones operativas que actualmente desarrollan el ICE y Recope lógicamente deben continuar, pero en el marco de un nuevo modelo estatal, como sería un instituto costarricense de energía y no cada quien por su lado y sin necesario vínculo. Esto se propuso hace 40 años en el discurso inaugural del Primer Seminario de Energía, organizado por el Colegio de Ingenieros Electricistas, Mecánicos e Industriales.

Pero crear esta institución no es suficiente, pues se requiere comprensión de conceptos científicos y tecnológicos básicos para su concepción. Veamos ejemplos:

  1. a) Los jueces que declararon legal la pasada huelga de Recope no sabían que la distribución de combustibles es un servicio esencial, aunque la sentencia 2011-017680 de la Sala Constitucional definió entre los servicios esenciales al “… suministro de agua y energía”. No tenían el conocimiento científico para entender que los combustibles son en esencia energía química.
  2. b) Recope indicó que el nuevo producto Eco95 tendría “iguales características, la misma calidad e igual octanaje” que la gasolina Súper. Ambos combustibles tienen diferentes características, por lo tanto no son lo mismo.
  3. c) Sin mayor conocimiento de causa, en los ámbitos estatales se enfatiza que el uso de mezclas etanol-gasolina traería el beneficio de una reducción del 20 % en las emisiones de dióxido de carbono. Cierto, pero se trata de “emisiones locales”, lo que saldría por la mufla. La evaluación del ciclo de vida toma en cuenta las emisiones debidas a producción, transporte, comercialización y uso final.

¿Salen entonces, el ser humano y los otros seres vivos, siempre jodidos? La respuesta es no, en tanto se enfrente el asunto de la emisión de gases de efecto invernadero de manera integral y se entienda que cada iniciativa es una contribución al asunto, y no como una solución definitiva, como se le hacer creer a los habitantes del país.

La creación del instituto tendrá de seguro mucha oposición de burócratas y sindicatos, pues restaría liberalidad a algunas entidades estatales y ministerios “dueños” de la bola.

Paralelamente a combustibles limpios, se requiere en este país infraestructura vial adecuada y cambios de conducta en la casa y en la calle.

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