Opinión

Competencia desleal y las Universidades

Hoy en día que la UCR es víctima de cuestionamientos del por qué gradúa menos estudiantes que las universidades privadas y cómo lo hace a un mayor costo económico,

Hoy en día que la UCR es víctima de cuestionamientos del por qué gradúa menos estudiantes que las universidades privadas y cómo lo hace a un mayor costo económico, es importante analizar las razones de la ocurrencia de estos hechos.

El presupuesto anual de la UCR es de alrededor de los $600 millones, por lo que al dividir por 40.000 estudiantes da un costo de $5000 por cada 4 meses por estudiante. En promedio, el cuatrimestre en las universidades privadas ronda los $1500 y aún las carreras más caras como medicina, los $4000. Por lo cual, es muy fácil decir que la UCR es más cara que cualquier universidad privada del país. Aún muchos proponen que podríamos subcontratar a cualquier otra universidad privada y usar más eficientemente esos $5000.

Con el tema de la titulación es parecido, la UCR está muy lejos de graduar al 100% y quienes logran esa difícil batalla lo hacen en un tiempo mayor al que ofrece el plan de estudios de su carrera. Además, tenemos la problemática de que los horarios de los cursos no se ajustan ni remotamente con estudiantes que desean laborar.

Puesto de esta forma es donde parece que la UCR es un gran elefante blanco para Costa Rica. Todas las personas de esta comunidad universitaria sabemos donde está la trampa en esos argumentos, la investigación es cara y la UCR hace mucha y muy buena. Pero convencer de esto al pueblo es difícil. La humanidad en general vive una problemática anti-ciencia, donde grupos organizados insisten en negar el cambio climático, en negar la importancia de las vacunas y aún peor en creer que las implementaciones de la energía solar actuales son más limpias que la gasolina.

En los Estados Unidos las universidades serias afrontaron el mismo problema, donde los conocidos For-Profit Colleges (colegios universitarios con fines de lucros) hicieron sinfines de lobbies (forma anglosajona para decir que cambiaron dinero por votos a su favor en el congreso o el senado) con tal de existir, pero aquí es donde el mismo mercado los reguló. Hoy en día siguen quebrando financieramente en masa, esto debido a una exigencia real de las universidades serias de una competencia leal entre participantes del mercado de la educación superior.

Lo primero es llamar a las cosas por su nombre, existe un control estricto de qué es una universidad pública, una universidad privada (que no tienen fines de lucro como Harvard y Stanford) y las instituciones con fines de lucro. En ese escenario en Costa Rica no existen universidades privadas lo que hay son organizaciones lucrativas. Lo segundo, es recordar que la materia prima de las universidades es el profesorado y aquí es donde en Costa Rica existe una competencia desleal, debido a que las mal llamadas universidades privadas no tienen un esquema salarial justo para sus académicos y nadie las vigila en ese tema. Se les exige un personal ínfimo de planta y ellas explotan a sus docentes, quienes no pueden siquiera hacer investigación. Claro, por eso pueden cobrar más barato a costillas de profesionales con necesidad de salario, que no tienen ningún apego, ni tiempo, para desarrollar una docencia de calidad.

Las autoridades de la UCR deben exigir vehementemente que se subsane esta situación, porque esto no solo daña a esta comunidad universitaria, sino también al país, donde ya estamos viendo casos como la cantidad de profesionales en derecho que no logran ejercer al no poder ganar el examen de incorporación a su colegio profesional, o como en medicina que el colegio respectivo valora seriamente establecer un examen de colegiatura debido a la baja calidad de sus profesionales.

Lucrar con los sueños de jóvenes que aspiran a ser profesionales no está bien. Por eso aquellas organizaciones que desean hacerlo deben tener un estricto control y deben pagar lo justo y retribuirle al país con investigaciones científicas de la más alta calidad, porque les estamos entregando lo más precisado que tiene un país, las mentes jóvenes ansiosas de conocimiento que son el futuro de nuestra nación.

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