Opinión

Chirripó: Un parque nacional especial

Son indudables las especiales características biológicas, ecológicas y paisajísticas que presenta el Parque Nacional Chirripó, con bosques de altura extraordinarios, hermosos lagos y ríos, la misteriosa Sabana de los Leones, los conocidos Crestones

Son indudables las especiales características biológicas, ecológicas y paisajísticas que presenta el Parque Nacional Chirripó, con bosques de altura extraordinarios, hermosos lagos y ríos, la misteriosa Sabana de los Leones, los conocidos Crestones –que son ya un símbolo nacional–, una variada y rica fauna silvestre que incluye, entre otros, a pumas, dantas, jaguares, coyotes, conejos, así como una gran cantidad de aves. Chirripó es, sin duda, desde un punto de vista biológico, ecológico y paisajístico, un sitio de extraordinaria riqueza.

Sin embargo, el carácter especial y singular de este parque no radica solo en su naturaleza, sino en los intangibles asociados a este; uno de ellos, el enorme potencial para inducir un cambio de sensibilidad y de conciencia en nuestra sociedad, por medio del contacto íntimo con la naturaleza y la práctica de la meditación profunda realizada en estos sitios.

Chirripó posee una energía especial, muchas personas que han visitado el sitio con mentes y corazones abiertos así lo aseguran. Esa energía se experimenta, se siente, se respira en el ambiente; su silencio inspira paz y tranquilidad, induce a la introspección y al autoconocimiento. Y esa energía y ese silencio tienen un poder transformador, son fuente de transmutación de lo negativo, capaces de cambiar actitudes y vidas de las personas. Aprovechar ese entorno y esa energía en la práctica de la meditación puede, sin duda, potenciar el logro de estados de conciencia elevados y una mayor conexión y presencia. Podría decirse que una hora en el Parque Nacional Chirripó equivale posiblemente a muchas horas de terapia psicológica.

Chirripó nos enseña a valorar y apreciar lo que es básico y esencial, nos lleva a cuestionamientos profundos sobre actitudes y prioridades. Es por ello que el sitio tiene el potencial para cambiar nuestras vidas, transformar sociedades, incluso cambiar el mundo. Solo hace falta llegar a él con los brazos y el corazón abiertos, en actitud amorosa y respetuosa, buscando su contacto, sus enseñanzas, su luz.

Por todo ello, Chirripó es un parque nacional que debe ser tratado con sumo cuidado, por así decirlo, un paraíso para recorrer “de puntillas”, profesando un profundo respeto y admiración hacia sus maravillas naturales. Es un sitio para preservarlo a perpetuidad, donde valores intangibles como la conservación, el silencio, la tranquilidad, el misterio y la magia que surgen de sus entrañas sean considerados como fundamentales y especiales.

Sería lamentable que un sitio de esta valía caiga presa de afanes comerciales o economicistas que prioricen el beneficio económico, por lo que tiene que haber límites muy claros de hasta dónde llegar con la visitación en este parque. Esto no implica negar la importancia de la participación de las comunidades vecinas en los beneficios del área, por medio del otorgamiento de concesiones, pero tiene que haber límites, el crecimiento ilimitado en la visitación no puede ser la norma a seguir. Considerar la capacidad de carga del sitio resulta fundamental, una capacidad de carga determinada contemplando los intangibles asociados, tales como los mencionados en este artículo.

Tenemos un tesoro natural en las manos, valorémoslo, cuidémoslo, protejámoslo como debe ser. Veámoslo como un noble amigo, que con su contacto puede hacernos mejores, permitirnos crecer, mental y espiritualmente. Chirripó, que tu energía, tu silencio y tu magia puedan vivir por siempre.

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