Hace 7 años, las Naciones Unidas aprobaron, abriendo para firmas, el Tratado sobre el Comercio de Armas, iniciativa propuesta por Oscar Arias, en sus orígenes, como un Código de Conducta para el Comercio de Armas firmada un grupo de Premios Nobel de la Paz: el mismo, por Ellie Wiesel, Betty Williams, el Dalai Lama, José Ramos-Horta, y representantes de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear, de Amnistía Internacional y del American Friends Service Committee. Dicho tratado regula las transferencias de armas convencionales, incluyendo las siete categorías del Registro de las Naciones Unidas y la denominada categoría 8, que corresponde a las armas pequeñas y ligeras y, que son las que mayor impacto tienen por su contribución al conflicto, a la proliferación de la violencia armada y su profunda incidencia en el sufrimiento humano.
La Fundación Arias ha estado activa en el impulso al Tratado sobre Comercio de Armas desde que la idea fue planteada como un Código de Conducta. De forma permanente ha aportado su apoyo técnico a la Cancillería de la República de Costa Rica y provee gestión de conocimiento y procesos de creación de capacidades, de los cuales también benefician otras agencias estatales que tienen responsabilidad en temas de control de armas, combate al tráfico de armas o supervisión y control de transferencias. De igual manera, brinda su colaboración a otros gobiernos de la región, como Perú, Guatemala y Panamá y aporta su expertise al proyecto de la Unión Europea del Tratado sobre Comercio de Armas que se está desarrollando en algunos países de América Latina.
Hasta hace unos días, el Tratado contaba con 106 estados parte y 130 firmantes, pero este 6 de julio, nos sorprendió con una noticia de enorme importancia para el tratado y para el mundo: la República Popular de China tomó la decisión de unirse al Tratado. Una vez terminado el tramite interno, de la aprobación en la 19ª Sesión Plenaria del 13º Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, China esta pronta a depositar ante el Secretario General de las Naciones Unidas, el instrumento de adhesión.
“China concede gran importancia a los problemas causados por la transferencia ilícita de armas convencionales. Apoyamos los propósitos y objetivos del Tratado, y estamos de acuerdo con la idea de tomar las medidas necesarias para regular el comercio internacional de armas y combatir la transferencia ilícita de armas” dice en su declaración el gobierno de esa nación.
China se convertirá así en el Estado número 131 en firmar el TCA, para ser estado miembro debe a través de sus mecanismos de decisión interna ratificar el instrumento, garantizando su adhesión y compromiso con la implementación del TCA.
La República Popular de China es el quinto exportador y también el quinto importador de armamento a nivel mundial. Dicha situación afirma la relevancia de que el gobierno de China, dado su peso en la arena internacional, coadyuve a la regulación de las transferencias de armas, la prevención de su desvío y del tráfico ilícito.
Desde la Fundación Arias, esperamos que la confianza mostrada por la República Popular China en el multilateralismo sirva de ejemplo a otras potencias que se mantienen fuera del Tratado.
La firma del TCA por parte del gobierno de China es “un paso que aporta a la esperanza” de imprimir la ética y la transparencia en la transferencia de las armas de fuego y de sus municiones, una actitud responsable que definitivamente contribuye a la paz, la seguridad y la estabilidad.
