El pasado viernes 5 de octubre vi pasar uno de los buses externos de la UCR cerca del campus Rodrigo Facio y noté la indicación «solo con carné universitario» debajo de la tarifa. Esto me hizo recordar la problemática en torno al control de quiénes se suben a los buses externos de la UCR. Y la respuesta para ello muy probablemente la tienen tanto China como la insistencia de Visa y Mastercard en el uso de las tarjetas sin contacto.
En el caso de China Popular, ya en el 2011 se utilizaban tarjetas prepago sin contacto que funcionan como monederos para las lavadoras de las residencias universitarias, otras para pagar en los comedores y otra para el transporte público (metro, buses y taxi). El contactless no había llegado a las tarjetas bancarias chinas, pero estas sí tenían el chip para ingresar el PIN cada vez que se introducía la tarjeta en un datáfono.
El asunto es que la UCR debería desarrollar una nueva generación de carnés universitarios sin contacto que funcionen como cuentas prepago para pagar el pasaje en los buses externos y así monitorear en tiempo real si quienes se suben a los buses externos son de la comunidad universitaria o ajenos a la institución.
La tarea involucra realizar acuerdos con empresas emisoras de los carnés-prepago, con instituciones que monitorearán las transacciones y con las compañías que instalarán los dispositivos lectores en los buses. Los miembros de la comunidad universitaria tendríamos que recargar los carnés-tarjetas en las sodas y otros puntos de pago en el campus.
La universidad ya cuenta con un sitio web para observar el movimiento de los buses internos en tiempo real, con lo cual se adelantó a los autobuseros privados del país que le huyen al pago electrónico y al seguimiento en tiempo real de las unidades por parte de los usuarios. Con el carné universitario electrónico sin contacto, el sistema sabría el carné o ID de los usuarios y los choferes no tendrían la molestia de organizar las esponjas, cobrar y contar los pagos manualmente. El enfoque del conductor queda en conducir el vehículo, no en cobrar dinero.
Una investigación de Fabián Chaves Flores, con colaboración del Programa de Infraestructura del Transporte del Lanamme UCR, ya había recomendado en el 2016 el cobro electrónico, construir una terminal de buses en el campus Rodrigo Facio y colocar pantallas informativas con horarios y rutas. El objetivo de la propuesta aquí es vincular el pago electrónico con el carné universitario para controlar que precisamente sean los miembros de la comunidad universidad quienes hagan uso del transporte externo y evitar en lo posible el ingreso de personas ajenas a la institución que tengan malas intenciones como el buscar asaltar a los viajeros.
Al implementar eso, la institución no solamente se adelanta a las autobuseras privadas en la implementación del pago electrónico, sino que además moderniza el monitoreo de las personas que ingresan a los autobuses.
