Los seres humanos son un resultado de miles años de evolución, desde que los primeros simios bípedos iniciaron sus primeros pasos con la interacción de su entorno y organización de sus propios sistemas sociales. La evolución inicia cuarenta mil años atrás con el Australopithecus anamensis y Australopithecus afarensis en el continente africano, como parte de un proceso de selección natural, social y sexual, a partir de cruces entre diferentes especies de ancestros que sufrieron el impacto de los cambios climáticos y el desarrollo de la mente humana. Estas diferentes etapas conllevaron al resultado de los Homo sapiens y Homo neandertalensis, los últimos predecesores de nuestra actual especie.
Esta evolución guía a diferentes cambios tanto a nivel corporal como mental, tanto externo como interno del ser humano. Primero, un crecimiento exponencial en el tamaño y dimensiones del cerebro, la interacción con otros miembros tanto de sus propios grupos sociales como de otras especies similares, además de la interacción con el medio ambiente, por medio del uso de herramientas, rituales y el conocimiento adquirido tanto en la caza como recolección de recursos.
El uso de lenguaje y de herramientas de carácter cognitivo permite al ser humano trascender sus propios límites y crear sociedades más complejas y de mayor estructura. Por otra parte, el traspaso de conocimiento a las siguientes generaciones permite no solo mantener un legado de diferentes culturas, sino los inicios de la educación. Estas características responden a un sentido de dispersión y búsqueda de nuevas áreas con nuevos recursos que explotar, con lo que se crea el sentido de migración como lo conocemos hasta nuestros días. Aparte de una toma de conciencia y moral acorde con el contexto específico de cada cultura que enriquece el conocimiento del ser humano.
Tomar en consideración los aspectos anteriores, tanto evolutivos como de enriquecimiento de contenidos y de cultura de diferentes zonas y regiones del mundo, y como parte el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y culturales con el pasar del tiempo, nos permite comprender el crecimiento del ser humano a nivel corporal y por el desarrollo de su mente. En este segundo aspecto, a nivel interior por medio de una mente corporizada y a nivel externo por la respuesta a estímulos que se han generado gracias a su interacción con el medio que lo rodea. Además, la activación de las neuronas espejo en el ser humano permite reaccionar acorde a emociones de diferente índole de acuerdo con el contexto y crear a su vez reacciones propias que permiten defender, detener o buscar más de cierta emoción o necesidad.
Por lo cual el ser humano resulta ser un individuo curioso, adaptable al contexto tanto física como mentalmente. Eso le da la oportunidad de tomar ventaja y conocimiento del entorno, lo hace capaz de crear grupos sociales, tanto por afectividad como por conveniencia, y le permite tener ese desarrollo único por encima de otras especies. Con base en lo anterior, el estudiantado universitario es una población con cierto grado de madurez tanto a nivel corporal como mental, que puede continuar el legado y preservar el conocimiento adquirido por generaciones previas, así como crear aún más conocimiento. Son capaces de promover habilidades cognitivas en otros de su misma especie, así como facilitar procesos sociales y de interacción cultural. Además, poseen el gran potencial de explotar y mejorar sus condiciones acorde con las necesidades a las cuales responden.
