Nuevamente, se aproximan cambios en la facturación electrónica, ahora los contribuyentes deben ajustar su información de venta de bienes y servicios al listado oficial de uso obligatorio de códigos que se tendrá en el Catálogo de Bienes y Servicios -CAByS-, esta iniciativa de las autoridades tributarias ya se venía gestando desde 2019 y que entrará a regir en diciembre, 2020.
La Dirección General de Tributación ha iniciado el camino de la comunicación e información a la ciudadanía y, en especial, a los contribuyentes en materia del uso del CAByS, quienes deberán aplicar en su facturación electrónica, en sus diferentes tipos, así como en los tiquetes electrónicos, notas electrónicas de débito y crédito.
Los comerciantes observarán en su facturador que se encontrará visible el “Código Producto/Servicio”, al menos así se llama en el facturador gratuito que tiene Hacienda, será el único espacio al que debe dar indicación según el producto o servicio que comercialice de acuerdo con este catálogo, los demás espacios como lo son: tipo de código, código, descripción de la línea entre otros se mantendrán iguales.
Asimismo, el facturador, de forma automática, realizará una validación de la tarifa del IVA, de manera que la tarifa expuesta por el contribuyente será validada y relacionada con el CAByS, como elemento de verificación y seguridad de la tarifa asignada correspondiente al bien o servicio registrado en la facturación electrónica.
La experiencia electrónica ha llevado a facilitar la obtención y uso de la información en todas las áreas, así también, genera seguridad en la información brindada, este es el caso en lo que respecta al uso de herramientas electrónicas automáticas y sus mejoras constantes, que conlleva a una información sólida y contundente minimizando errores voluntarios o involuntarios, como los que se pueden dar específicamente en materia tributaria.
El fortalecimiento de las herramientas electrónicas, en materia tributaria, tiene como ingrediente minimizar la evasión y elusión, por ello es importante cuantificar los resultados y exponerlos a la ciudadanía, de manera que pueda observar y dar mérito a las mejoras constantes realizadas y que benefician al desarrollo social y económico del país.
El uso del CAByS vendrá a regular y controlar, más aún, los registros de bienes y servicios, estos estarán relacionados con sus compras y ventas de mercancías, así como el servicio y su relación con sus gastos, esto minimiza la evasión o al menos existe un elemento esperanzador de control.
Los esfuerzos de la Dirección General de Tributación, por hacer de sus herramientas electrónicas cada vez más eficientes, obliga también a sí misma a ser eficiente y no eficaz en los procesos de fiscalización de los resultados, que de forma masiva obtendrá continuamente de cada contribuyente.
Los efectos comparativos, entre información registrada y declarada, será signo de mayor preocupación para quienes han tenido la costumbre de no realizar buenas prácticas de registro contable para la emisión de sus informes financieros, para efectos fiscales. Ahora cada pieza debe calzar y, por tanto, homologarse, de lo contrario se activarán señales que serán motivos de observación y, por ende, de verificación del órgano fiscalizador. El contribuyente lo único que deberá hacer es demostrar que no hubo error y si así fuese proceder a la elaborar la rectificación correspondiente.
Por años, algunos contadores se han visto sometidos o tentados a realizar registros no muy sagrados que atientan a las buenas prácticas contables, sin embargo, hoy en pleno siglo XXI, las nuevas generaciones de contadores serán entes competitivos de criterio dado el fortalecimiento de la normativa contable internacional, la mejoras en los mecanismos de registro y control electrónico y leyes ajustables a las realidades actuales de los negocios.
Estos cambios o mejoras continuas, que cada día son más y más rápidas dan señales a nuestros profesionales en contabilidad, no se hace mención de contaduría, sino de contabilidad, la contaduría incluye al profesional de auditoría, se le debe dar cada vez, mayores conocimientos específicos en normativa contable, legislación tributaria aplicable a la contabilidad y la contabilidad enfocada a la materialización administrativa; esto porque hoy el contador debe responder competitivamente con habilidades y conocimiento acorde las realidad nacional e internacional.
Finalmente, más que una alerta se acerca el CAByS, es una alerta para las instituciones educativas y formadoras de profesionales especializados en contabilidad, ellas deben ser atalayas al cambio y promover charlas y talleres de educación no formal, pero con el fin de llegar pronto con el conocimiento para sus estudiantes, sus egresados y a la ciudadanía, mientras introduce los cambios en sus cursos formales que alimentan al perfil deseable del profesional en contabilidad.
