Opinión

Para aspirantes a diputado(a) por Alajuela

Desde hace tiempo, y por la sabiduría de nuestros mayores, existe una Ley de División Territorial administrativa

Desde hace tiempo, y por la sabiduría de nuestros mayores, existe una Ley de División Territorial administrativa (DTA N°4366) diseñada para desagregar y administrar subespacios administrativos. Entre las modificaciones introducidas que perjudicaron la normativa de DTA original, una muy sustantiva fue modificar el componente demográfico  ajustado en valores relativos. Dicho componente demográfico relativo prácticamente impidió la creación de nuevos cantones y, peor aún, de nuevas provincias; eso dejó a los nuevos diputados de la nación sin un territorio de gestión real, y facilitó que, mediante posteriores decretos erráticos de regionalización, mandos medios en busca de feudos propios promoviesen la creación de variadas regiones a contrapelo de la DTA. Eso resultó en desorden e incoherencia, y muchas instituciones generaron regiones y estadísticas de planificación y administración pública (AP) para territorios no comparables.

Gran Área Metropolitana y ciudad satélite de occidente

La actual ciudad de Alajuela es, en gran medida, un dormitorio de San José que provoca contaminación ambiental y un exagerado tránsito promedio diario en la principal ruta desde y hacia San José. Nuestra Gran Área Metropolitana (GAM) no incluye partes de algunos cantones del Valle Central Occidental como: San Ramón, Grecia, Naranjo y Palmares, con potencial de cabida para una ciudad mediana y relativamente independiente de la GAM. Pero sería una poderosa Unidad de Servicios Integrales Metropolitanos (UISM) ubicada dentro del polígono que forman las ciudades de Grecia Naranjo y Palmares de Alajuela. Podría ser una ciudad mediana de al menos unas tres o cuatro veces el distrito actual de Hatillo en San José (primera experiencia histórica de una ciudad satélite, ya conurbada con San José). Debería partirse de un acuerdo intermunicipal que permita ampliar la GAM en esa zona e instalar la nueva ciudad satélite de occidente. Se establecerían rápidamente los Términos de Referencia (TR) de una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), con Índices y mapa de Fragilidad Ambiental, así como la definición del Anillo de Contención Urbana (línea que delimita las áreas urbanas y de extensión urbana en contraposición con las áreas no urbanas o preferentemente rurales o de protección con la aprobación del INVU).

Nuevo aeropuerto internacional, vivienda, servicios y desechos sólidos

Un nuevo aeropuerto internacional constituye un elemento estructurante y supracantonal que debería formar parte de un proyecto país o metropolitano. La operación exitosa del actual aeropuerto Juan Santamaría, atractiva aun para operadoras transnacionales, indica que ese territorio, que también forma parte de nuestra meseta central, posee la viabilidad suficiente para dicha actividad. La actual Zona Industrial del Coyol ha demostrado ser una solución satisfactoria para industrias que debieron salir de San José en busca de nuevos espacios, eso induce a pensar en la ampliación o construcción de otra zona industrial paralela y generadora de empleo para la nueva ciudad de Occidente.

Según el Plan de Ordenamiento Territorial del Gran Área Metropolitana (Potgam) “para el año 2030 se requieren aproximadamente de 210.000 viviendas nuevas, además de otras que se deben reubicar por estar en terrenos de alto riesgo, que sumándolas se podrá llegar a 250.000 nuevas casas aproximadamente”. El repoblamiento de San José no sería suficiente para buscar cabida a esa población y deberían identificarse otros espacios con potencial urbano. La Ciudad satélite metropolitana ofrecería una enorme oportunidad de dotar de vivienda digna a nuestra golpeada clase media baja. Otros elementos estructurantes  que podrían integrarse en esa UISM podrían ser: a) un nuevo hospital universitario de especialidades médicas que permita reubicar servicios saturados de los hospitales México y San Juan de Dios; b) una finca universitaria para la expansión de las universidades públicas, ya imposible en la actual GAM; c) el nuevo aeropuerto internacional metropolitano ya citado; d) un nuevo circuito judicial que evite costosos alquileres al Poder Judicial en San José; e) reubicar al menos tres ministerios de Gobierno (tipo Ministerio de Educación) carentes de instalaciones propias y ubicados en la aglomerada San José; f) un Parque Metropolitano tipo “La Sabana” con estadio metropolitano incluido; g) un tramo de tren rápido o metro que comunicaría esta nueva ciudad, desconcentrada y descentralizada, con los centros históricos del actual GAM. Todo lo anterior facilitaría, como pretende el Potgam, proyectar la totalidad de la nueva GAM para el año 2030 “como una Metrópoli Centroamericana-Caribeña”. La disponibilidad de agua debe valorarse, pero a primera vista no parece un obstáculo significativo ya que cualquier Geografía de Costa Rica nos indica que se trata de una zona con una alta precipitación media anual, con áreas de recarga protegidas. Otro servicio básico como es la electricidad tampoco representa mayor problema ya que estos cantones cuentan con índices de cobertura eléctrica superiores al 99% y están dotados de infraestructura energética de excelente calidad, que asegura el transporte y la distribución de la energía eléctrica requerida. El GAM dispone de cuatro rellenos sanitarios, a saber: La Uruca, El Huaso, Los Mangos y Los Pinos, todos con la problemática, según lo indica el mismo Potgam de “no tener un sistema integral del tratamiento de los desechos sólidos, desde la unidad familiar con la separación de los mismos, el traslado y el tratamiento”. Este es un reto de Evaluación de Impacto Ambiental que deberán enfrentar los municipios involucrados para identificar y diseñar un nuevo relleno sanitario técnica y ambientalmente viable.

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