Opinión

Mi aplicación de la teoría del péndulo a lo social

(Esta teoría matemática puede aplicarse sin temor alguno a “lo social” pues la historia siempre se comporta como un péndulo)

Insisto, y vuelvo a insistir, en “mi aplicación de la teoría del péndulo”. He comprobado que funciona en “varios” campos del conocimiento (lo social, creo es un buen ejemplo). Por eso me copio textualmente de nuevo de artículos míos, publicados en este semanario, a partir del 2.010: “Creo en la “teoría del péndulo”, pues considero que la realidad se comporta como tal: da “bandazos”, se mueve de un lado para otro. Se pueden buscar ejemplos en la historia: Cuba, la ex-URSS, Iraq, entre otros. Pasaron de regímenes totalitarios de derecha a regímenes totalitarios de izquierda. Iraq y lo que fue la URSS pasaron de una monarquía de derecha a un régimen totalitario de izquierda (que para mí, constituye un régimen monárquico diferente); por su parte Cuba, pasó de un régimen corrupto de derecha a un régimen sin libertad del otro signo: de izquierda. En esa teoría del péndulo, sería agradable pensar que algún día se llegará al justo medio, al equilibrio (quizá, me esté influenciando mi formación profesional)”.

Hace falta una brevísima introducción, a la “teoría del péndulo”. A lo social solo me referiré, y de forma muy muy simple.

APLICACIÓN: en lo interno y en lo externo

(de un país por ejemplo)

En lo interno: social y políticamente hablando, creo que aún ningún país, ha resuelto sus problemas. (Los que más se acercan son los países nórdicos).

Algunos  partidos políticos de los países en general, se acercan más a un extremo del péndulo, pero aún les falta mucho trecho por recorrer  y mucho que resolver de los problemas sociales del país, de orden interno. Otros partidos políticos, ni tan siquiera son conscientes del enorme daño que le hacen al país.  (Esos, yo los ubico, en el otro extremo del péndulo).

Siempre en lo interno , a la “naturaleza humana”, se le puede aplicar también “la teoría del péndulo”. Me copio textualmente: “Coincido con aquellos que creen que todo ser humano tiene entrelazadas en su personalidad, dos partes: una buena y otra mala. Una, capaz de ser “solidaria”: (veamos la solidaridad del ser humano en general, en huracanes, inundaciones, terremotos -Haití, Chile y Japón, por ejemplo-, con los mineros en Chile, entre otros), y la otra parte, que es “perversa”: (exterminios,  guerras, secuestros,  matanzas, represiones, torturas, etc, etc). Por eso, la necesidad de fortalecer valores positivos, y de ser cada vez mejores,  para que cualquier sociedad funcione.” Los dos extremos antagónicos y complementarios serían las partecitas – buena y mala – de todo ser humano. La vida (aunque experimente cambios), es continua, y se le puede aplicar también “la teoría del péndulo”

En lo externo: también un ejemplo político y socialmente hablando, (y en el que urge hacer ingentes esfuerzos), son los conflictos (para nosotros de moda): Cuba-Estados Unidos; Palestina-Israel; Costa Rica- Nicaragua; apenas para mencionar unos cuantos, y que aplicando solo “el sentido común”, (que es “el menos común de los sentidos”), lleva a la conclusión, de que “todos los países, tienen que aguantarse mutuamente”. Ni modo, siempre estarán al lado. Tienen que aprender a “tolerarse” para una sana convivencia. (Cada país está en un extremo del péndulo. N0 se soportan)

También en lo externo, construyo otros dos extremos del péndulo “países desarrollados” versus “países subdesarrollados”, y como  es  fácil de constatar, entre las miles de cosas que nos diferencian está el denominado “proyecto- país”, (coincidamos con él o no), que sirve para orientar a los gobernantes sobre la ruta a seguir. Desgraciadamente, cuando no existe “un proyecto país”,  todo se convierte en una “masa aguada” sin rumbo, como nos pasa a todos los países subdesarrollados, que no sabemos dónde vamos. Yo sé que gobernar es muy difícil, pero por lo menos, mal o bien, los países  desarrollados, saben  hacia dónde van.

Creo también, que en este siglo XXI, va a privar la pregunta ¿cuánto me va a costar eso a mí?, sobre cualquier otra cosa. Incluso aquellas cuestiones ideológicas van a pasar por ese “filtro de la lógica”. Por eso, es cuestión de tiempo, para darle a “la monarquía” (como sistema), “el lugar que ocupa en la historia”. (El justo medio, va a hacer caer las cosas por su propio peso, siempre aplicando, la “teoría del péndulo”).

No se puede desmantelar los aparatos productivos de un país, – eso desgraciadamente es  una de las cosas que sigue ocurriendo en Venezuela – y aunque algunos quisieran que el régimen encabezado por Maduro cayera, creo que para contrarrestar, (otra vez      se puede aplicar la teoría del péndulo), algunos gobiernos de países amigos de Venezuela, debieron haber “rellenado” los anaqueles de los supermercados, antes de que ocurrieran los últimos desmadres. Con las protestas que hay en ese país, queda demostrado, que a un pueblo nunca le pueden faltar (para  comprar), los productos básicos para  La “odiosa” escasez dio pie a más cuestionamientos políticos. El pueblo reclama “cosas básicas”, y está en todo su derecho. (Construyo en esta ocasión otros 2 extremos del  péndulo social: Régimen de Maduro, junto con varios funcionarios de gobierno, versus algunos miembros de la oposición).

En las democracias, NO se interviene militarmente en otros países. Creo que sería un error garrafal que USA intervenga militarmente en Venezuela,​ pues desligitimaría la lucha del pueblo venezolano.

En​ la primera  visita oficial, que hizo Pence, todos los presidentes, le dijeron que NO a la intervención militar.

Trump dividió al mundo en 2 para atenderlo. Una (y bien grande),  que atiende Trump, y la otra, ​América ​Latina​ (con excepción de México), que la atiende Pence, o sea los republicanos, que saben que no fue bueno ir a Vietnam. Creo, que la lucha contra el imperio, aunque Hegel dijo lo contrario  (por lo que urge reinterpretarlo), no  a darse de forma militar.

La corrupción existe en los dos lados del péndulo. Yo propongo, que se haga una especie de CICIG (organismo que luche contra la corrupción e impunidad, ya institucionalizadas)

La no guerra es otra forma de guerra, que no era importante en época  de Hegel. Ahora la CICIG libra una muy férrea, y no convencional. Pero deben existir mecanismos institucionales, para que no se leerden las decisiones, y no se traigan abajo a la misma comisión. En Guate, el pueblo ya es consciente, de que hay que combatir la “corrupción institucionalizada” e impune.

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