Opinión

Ana Lucía Faerron Ángel transformó la televisión nacional con su “Palabra de Mujer”

Ana Lucía Faerron Ángel es quizá un rostro poco conocido en la TV nacional. Sin embargo, su infatigable labor forjando una televisión distinta de la_comercial_colma_los_créditos_de_la_pantalla_de_Canal_15,...

Ana Lucía Faerron Ángel es quizá un rostro poco conocido en la TV nacional. Sin embargo, su infatigable labor forjando una televisión distinta de la comercial colma los créditos de la pantalla de Canal 15, el Canal Universitario. Durante 35 años trabajó sin tregua. Su mensaje, siempre inclusivo, proponía que la pantalla debía discutir y reflejar los derechos de las mujeres y de una sociedad más justa. Para ella, la televisión no podía ser sólo el espejo de la farándula y los sucesos.

Se acogió a la jubilación a partir de enero del 2018, luego de más de tres décadas de ejercicio profesional en la TV costarricense. Puso al servicio del país una carrera multifacética y coherente. Como profesora, programadora, productora y realizadora de contenidos innovadores, controversiales, creativos y fuera de lo común, desestabilizó la producción nacional y la pantalla al ofrecer programas que nadie hacía.

A partir de la década de los noventa, inició una etapa prolífica en su ejercicio profesional. Realizó documentales en los que dio voz a mujeres emprendedoras que, al desafiar los modelos de ese momento, sacaban adelante a sus familias mediante la creación de organizaciones comunitarias de trabajo y lucha. Así, llevaban el sustento a sus hijos y se convertían en mujeres autónomas. A todas ellas, Ana Lucía las retrató para la televisión universitaria.

Su documental Mujeres de las delicias es el reflejo de una de esas historias. A través de este proyecto audiovisual, nos llevó a conocer a las mujeres de Tucurrique que cultivaban y procesaban el pejibaye, e innovaban el turismo rural y la comercialización de productos locales al crear nuevas formas de procesar las cosechas locales, como es el caso de la harina de pejibaye. Con este documental, resultado de su tesis de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación Colectiva, Faerron inauguró una trayectoria de más de dos décadas de premios en el ámbito nacional e internacional, recibidos por su trabajo pionero en la producción audiovisual con perspectiva de género.

En el marco de los premios y menciones logrados por las televisoras culturales de Iberoamérica, La comandanta Ramona y las Zapatistas participó y ganó como Mejor documental Iberoamericano en el año 2009 en la categoría ‘El rol de la mujer en Iberoamérica’. Asimismo, Mujeres cruzando fronteras, documental del mismo programa, participó como finalista en la categoría de ‘Minorías étnicas de origen indígena’.

Ana Lú –como la llamamos cariñosamente– logró imprimir un ritmo personal y fresco a sus documentales, los cuales narran dramáticas situaciones de inequidad. Con gran maestría, representó la imagen de una mujer liberadora, llena de vida y lucha, con amplias sonrisas y victorias impensables. Con pocos recursos de producción, siempre creativa y precisa en la búsqueda de elementos novedosos y justos, se aseguró de producir, en los medios de comunicación convencionales y comerciales, contenidos audiovisuales sin revictimizar a las personas más pobres y carentes de voz.

Desde su llegada al Canal 15 de la UCR en la década de los 80, Ana Lucía asumió todos los temas: la programación, la producción y la transmisión. Fue, sin duda, la primera mujer en Costa Rica que se dio a la tarea de asegurar que los recursos de transmisión (antenas, torres, casetas, plantas eléctricas, transmisores, mezcladores, grabadores y reproductores), estuvieran alineados para garantizar que la pantalla del canal 15 luciera impecable.

Como programadora del canal universitario, siempre buscó materiales novedosos, con la idea de ofrecer contenidos alternativos para la teleaudiencia. “Se llevaba tres o cuatro películas del Centro de Cine que cargaba con gran ilusión para la pantalla del quince. Es la persona que más persistió para asegurar que un canal universitario debía existir”, recordó Carlos Freer Valle, director del Canal 15 entre 2000 y 2008.

Aunque en los años 80 ninguna mujer se atrevía a ser parte de los equipos técnicos de la televisión, en muchas ocasiones yo la vi salir del canal con equipo portátil al hombro, con el propósito de retratar y documentar lo que la otra televisión no registraba. Como fotógrafa, con su lente preciso e inclusivo, logró llevar a la pantalla una composición especial de la imagen, con total respeto por la persona retratada.

Su obra sobre el tema de género en la televisión lleva su sello personal, gracias al compromiso, cariño y pasión con que desarrolló el espacio televisivo que creó en 1998 y que ha estado al aire durante veinte años: Palabra de Mujer. Este proyecto fue inscrito ante la Vicerrecotría de Acción Social a finales de la década de los noventa, con el apoyo de Tita Escalante y Ligia Córdoba.

La presencia y la asesoría de esta colega seguirán siendo indispensables para garantizar la calidad, la dimensión ética del audiovisual y la profundidad en la realización de contenidos, siempre justos, inclusivos, con perspectiva de género y en favor del ejercicio pleno de los derechos de todas las personas. Su legado es irrepetible. ¡Gracias Ana Lucía Faerron Ángel por tus luchas incansables, las que, de aquí en adelante, serán asumidas por todo el equipo de producción del Canal 15!

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