El nuevo Gobierno de Don Carlos Alvarado deberá enfrentar diversos retos, como el tener minoría en la Asamblea Legislativa. Por eso, es fundamental que logre concretar su propuesta de un gobierno de unidad nacional, para lo cual debe lograr un diálogo franco y transparente con los distintas fracciones en la Asamblea Legislativa, que permita aprobar proyectos importantes para el país, como la reforma de impuestos propuesta por el Gobierno en el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y las reformas al reglamento legislativo. Es importante tener presente que, de acuerdo con el proceso de planificación nacional, el Programa de Gobierno del partido que ganó las elecciones del 1 de abril del 2018 debe ser la base del Plan Nacional de Desarrollo del período 2018 al 2022, por lo que puede ser un mecanismo importante para la rendición de cuentas; lograr un crecimiento económico que, especialmente, beneficie a los más desposeídos y verificar el cumplimiento de lo propuesto en el Plan de Gobierno respectivo. Pero el Plan Nacional de Desarrollo debe también considerar otras propuestas de la sociedad civil, de las cámaras y de los sindicatos, de otros partidos políticos y de las entidades que conforman el sector público, a efecto de establecer un Plan de Desarrollo país que propicie el crecimiento económico y, sobre todo, el desarrollo económico en aras del bienestar general de la mayoría. Es fundamental se apliquen acciones concretas para enfrentar aspectos como la disminución del nivel de pobreza, que actualmente alcanza un 20%, con 1.100.000 personas en pobreza, Para esto, es fundamental que se realicen mejoras al Programa Puente de Desarrollo con el fin de que se den menos ayudas y se enfrente la pobreza de manera integral y que involucre valores, cultura, empleo y la educación como un motor para salir de la pobreza, siempre teniendo presente el adagio chino de que deje un pescado a la gente y comen un día; enséñelos a pescar y comen todos los días .
Igualmente, la problemática del recurrente déficit fiscal, que propicia una elevada deuda pública, representa cerca del 49% del Producto interno Bruto (PIB). Incluso, se estima que en el 2018 se va a tener un déficit fiscal del 6.5% de PIB y para el 2019, si no se toman medidas, constituirá un 7.1% del PIB. Por ello, es pertinente señalar que no solo con nuevos impuestos se reduce el déficit fiscal; se pueden tomar otras medidas más efectivas como aplicar adecuadamente las disposiciones que recientemente aprobó la Asamblea Legislativa para combatir la evasión fiscal. Otra medida sería disminuir las exoneraciones que actualmente representan el 5,7% del PIB. El Estado dejará de recaudar cerca de ¢2 billones en el 2018 por beneficios y en este gobierno se ha aprobado el mayor número de exoneraciones desde el 2002, por lo que se debe realizar la restructuración del sector público que, con más de 330 entidades y 900 programas, tiene un accionar poco ágil y no se logran los resultados adecuados para mejor el desarrollo del país.
Asimismo, se debe definir la situación salarial del sector público y establecer un ley de empleo público que establezca el salario único y elimine las diferencias tan sustanciales en los salarios que se pagan el sector público, pues actualmente hay más 1.300 funcionarios que tienen salarios que oscilan entre ¢3 millones y ¢20 millones. Se deben considerar otros aspectos como la situación que se da con el presupuesto nacional, dado que más de un 90 % de los recursos ya tienen destino específico para atender el servicio de la deuda pública, pago de salarios y cargas sociales y para las transferencias a diferentes entes públicos y privados. Lo anterior limita mucho los recursos que se destinan a inversiones que permitan lograr un mayor crecimiento del PIB y generar mayor empleo. Además, se debe enfrentar la problemática del desempleo, la cual alcanza una tasa de desempleo del 9.3%. Por último, se deben enfrentar otros aspectos como mejorar la deteriorada red vial nacional y cantonal, y las altas tarifas eléctricas con el objetivo de mejorar la competitividad del país.
Le deseamos los mejores éxitos y resultados concretos en beneficio de la mayoría de los costarricenses y, especialmente, de los más desfavorecidos al próximo Gobierno de Don Carlos Alvarado.
