Opinión

Aclaraciones del Programa Kioscos Socioambientales, sobre los recortes y violaciones a derechos laborales del personal docente

Las nuevas autoridades tienen la palabra y la oportunidad de reivindicar una Acción Social crítica y comprometida, así como un modelo de Universidad acorde con la situación actual y la crisis que enfrenta el país, en donde un Programa como Kioscos Socioambientales pueda seguir existiendo.

Por segundo año consecutivo, nos encontramos sufriendo las decisiones tomadas desde la administración pasada y la actual de transición, las cuales reafirman que la Acción Social y el personal interino son la última prioridad de la Universidad de Costa Rica. A esto se le suma un contexto difícil, agravado por la pandemia, donde hubiera sido deseable contar con una vicerrectora experimentada en la gestión de la acción social en la universidad.

Sin embargo, parece que no es un requisito para una autoridad universitaria en esta vicerrectoría tener alguna experiencia en Acción Social. Aun así, ha decidido generar recortes en diferentes programas sin comunicación ni diálogo con las personas que forman parte de estos espacios, y sin respetar los derechos laborales y la trayectoria que tiene cada una de estas personas, proyectos y programas, a pesar de que el rector de transición afirmó públicamente que no iba a afectar personal de la UCR.

Estos recortes los hemos denunciado de forma pública a través de redes sociales. Como respuesta a nuestra denuncia, desde la Rectoría se publicó y divulgó la Circular R-72-2020, señalando varios puntos sobre la gestión administrativa del Programa Kioscos, donde incluso se menciona que este Programa presenta irregularidades que están al margen de la reglamentación institucional. Es por ello que consideramos necesario aclarar varios aspectos de dicho comunicado.

Lo primero es que se omite y desvía la atención sobre el agravio medular, relacionado con los derechos laborales de las personas docentes. A la fecha, no se ha resuelto del todo la situación de las 2 compañeras que quedaron sin nombramiento, así como la afectación por disminución en la carga académica del resto de compañeras y compañeros docentes, con derechos adquiridos de estabilidad impropia y continuidad.

Lo segundo tiene que ver con el traslado de análisis a la Oficina Jurídica y a la Contraloría Universitaria, ya que ejemplifica muy bien el tipo de relación que las autoridades universitarias, tanto de la administración Jensen como de su “adenda” de transición, han tenido con el Programa Kioscos. Es decir, se consulta sobre la situación administrativa del Programa y se toman decisiones al respecto, pero no se informa directamente sobre dicha situación a las personas docentes que lo conforman, siendo entonces una relación poco asertiva, carente de espacios de diálogo y sin empatía.

Como tercer punto, señalamos que en la práctica la administración de transición está heredando a las nuevas autoridades universitarias una violación a los derechos laborales. Como ya lo dijimos, esto deja en evidencia al señor Carlos Araya, ya que no cumplió con su palabra de no afectar nombramientos durante su gestión.

Es en la Acción Social donde se anuncian estos primeros recortes, amparándose en la situación financiera actual, y afectando primeramente a las personas docentes interinas. Este recorte, demuestra una gran falta de humanismo, en un contexto de crisis económica, pandemia y desempleo, aunado a las fechas de Navidad y fin de año. Podrán imaginar la enorme afectación que una noticia como esta trae para las personas docentes de Kioscos y sus familiares.

Como cuarto punto, este recorte agrava la precarización de la acción social, una precarización además feminizada, ya que las principales afectadas son las mujeres del Programa Kioscos, con la disminución de media jornada a una de ellas y el retiro, por el momento, de la totalidad del nombramiento de las otras 2 compañeras. Esto significa que el 100% de las mujeres docentes de Kioscos han sido las más afectadas con esta disminución de jornada.

Un quinto punto, de suma importancia, es que desmentimos que el Programa se encuentre al margen del marco reglamentario institucional. Desde Kioscos, hemos desarrollado de manera exitosa, transparente y siempre cumpliendo todos los requisitos administrativos y presupuestarios, más de 30 proyectos de Acción Social, en más de 15 escuelas, institutos, vicerrectorías y sedes regionales. Además, hemos sido proactivos en mantener todos nuestros proyectos debidamente inscritos, aprobados y vigentes.

Aun sin que exista una normativa clara sobre Programas Institucionales (hace 5 años se está gestionando un reglamento de Programas y no hay ninguno vigente), hemos realizado por cuenta propia formulaciones quinquenales para planificar, evaluar y discutir académicamente nuestro trabajo, e incluso hemos propuesto una base de reglamento de Programas de Acción Social, aprobado en el VII Congreso Universitario (ver documento VUS-6).

Aclaramos con vehemencia que no hemos solicitado ningún tipo de excepción o regla distinta por cumplir. Estamos pidiendo que existan canales de comunicación abiertos, en los cuales se puedan generar consensos, ajustes, e inclusive si existen dudas sobre nuestro trabajo, tenemos total anuencia a que estos espacios sirvan también para rendir cuentas sobre nuestro quehacer.

Kioscos Socioambientales es un programa de Acción Social de la UCR que nació en el 2007, aplicando, como nunca en su historia, la Autonomía Universitaria en la lucha contra el Tratado de Libre Comercio con EEUU. Inició como un programa que hacía reflejo de un modelo de universidad que se estaba procurando en esos tiempos, una Universidad crítica y más comprometida con las problemáticas sociales que ha enfrentado nuestro país, que buscaba trabajar de forma directa con la gente de las comunidades, generando alternativas frente a los diversos conflictos socioambientales contemporáneos.

Así empezó Kioscos, como un Programa de una Universidad que desarrollaba una Acción Social de forma integral y crítica. Sin embargo, si ese modelo de Universidad está cambiando, la viabilidad y el contexto político que Kioscos tenía dentro de la UCR ya se ha agotado. Esta es posiblemente la razón de fondo para comprender la persecución política que Kioscos ha vivido a lo interno de la Universidad, por dos años seguidos

Es claro que dentro de la UCR todavía hay esperanzas de disputa por el modelo de Universidad que se quiere, por lo que una nueva administración podría frenar la caída libre con la que se ha instalado el modelo de universidad neoliberal y corporativa en esta institución.

Las nuevas autoridades tienen la palabra y la oportunidad de reivindicar una Acción Social crítica y comprometida, así como un modelo de Universidad acorde con la situación actual y la crisis que enfrenta el país, en donde un Programa como Kioscos Socioambientales pueda seguir existiendo.

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