Opinión

Sobre el aborto y la incubación

Tal vez usted empezó a leer este artículo por el título que lleva; y probablemente se preguntó

Tal vez usted empezó a leer este artículo por el título que lleva; y probablemente se preguntó cuál es la relación que existe entre el aborto y la incubación. Y claro, no existe ninguna, pues la intención de este artículo no se relaciona con establecer analogías entre ambos temas, sino que el objetivo principal consiste en problematizar la perspectiva moralista que envuelve al aborto, y la manera en cómo se percibe a las mujeres como incubadoras.
Primeramente, antes de continuar el abordaje de esta temática, considero que se debe establecer una diferenciación pertinente entre el aborto (concibiendo este como un proceso de interrupción del embarazo) y el derecho a las mujeres de decidir sobre su cuerpo, partiendo de categorías como autonomía.
La razón por la cual afirmo lo anterior, se relaciona con la medicalización patologizante que se realiza sobre diversas situaciones, tales como la patologización de las personas intersex, violentando derechos humanos. Por lo tanto, si intentamos realizar un abordaje desde un enfoque que logre concebir a las mujeres como sujetas (cognoscentes) de derecho, debemos provocar rupturas con perspectivas tradicionalistas.
Una de las interrogantes que surge cada vez que me involucro en estos debates, los que se generan en las aulas universitarias (muchas veces permeados por el academicismo corrosivo), entre unas cervezas junto a amistades, o bien, en la cena navideña con tus familiares, se relaciona con la controversia que se origina por el derecho de ellas a decidir.
Estoy consciente de que no estoy haciendo una afirmación nueva. No obstante, la intención al mencionar esto reside en generar un proceso de reflexión que permita debatir algunas de las razones por las cuales se sigue satanizando este derecho.
En primer lugar, desde el ámbito jurídico se torna un tema que genera discusión con respecto a la “prevalencia de derechos”, pues quienes defendemos el derecho a decidir lo hacemos desde una serie de instrumentos jurídicos que intentan velar por el cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Mientras las personas “defensoras de la vida” (¿de quién?), sostienen sus posiciones biologistas. Aunado a esto, estos argumentos convergen con posiciones religiosas basadas en citas bíblicas, reproduciendo el estereotipo que todas las mujeres desean ser madres, pues este anhelo “es innato”.
Y a este punto quería llegar, la sociedad excluye y oprime a todas las mujeres por su condición sexo-genérica; esta discriminación se agrava con diferentes situaciones. No ejercer la maternidad forzosa y obligatoria es una decisión que provoca que las mujeres sean inferiorizadas, pues están desobedeciendo y cuestionando la realidad impuesta por la cultura machista.
La película Mad Max (2015) se convierte en un ejemplo claro de la manera en cómo se asigna obligatoriamente la maternidad, pues se conciben a las mujeres como “incubadoras”, afirmando que el papel de ellas es “traer niños a este mundo”. Nótese que utilizo el lenguaje en masculino, porque incluso de las frases cotidianas, las mujeres son excluidas ¡La RAE es un organismo machista!
Asimismo, se puede afirmar que el derecho a decidir representa un ataque directo al modo de producción capitalista, pues el sistema percibe a estos “fetos” como fuerza de trabajo que puede propiciar su reproducción. Y el no nacimiento de estos cigotos, representa una amenaza a este orden. Por esta razón este asunto se convierte en un ejemplo claro en el que los neoliberales y neoconservadores concuerdan perfectamente.
Por último, el simple hecho de hablar de “aborto” de manera procedimental se convierte en un acto que incomoda, entonces discutamos sobre el aborto desde el enfoque del derecho a decidir de las mujeres, y así provocar más molestia. Llenemos las calles de consignas feministas, expresemos lo que gritan nuestras entrañas llenas de resistencia y rebeldía; porque estoy seguro de que: ¡si el papa fuera mujer, el aborto sería ley!

Suscríbase al boletín

Ir al contenido