Durante la segunda administración del Lic. Ricardo Jiménez Oreamuno, con la publicación del Decreto N° 43 del 15 de diciembre de 1926, el Congreso Constitucional de la República de Costa Rica crea la Escuela Nacional de Agricultura como dependencia de la Secretaría de Fomento.
Tan solo dos meses después, en el Acta N°31 del 17 de febrero de 1927, la Secretaría de Fomento emite las Bases Fundamentales y Reglamentarias de la Escuela Nacional de Agricultura y se aprueba “un curso de tres años dividido en seis términos de cuatro meses y medio cada uno”; además se implementó la creación de becas para estudiantes.
Para cumplir lo anterior, durante el mes de marzo de 1927 da inicio el primer ciclo lectivo, con matrícula de 30 estudiantes instalados en los altos de la Secretaría de Fomento, frente a la Fábrica de Licores (donde por años funcionó la Casa Presidencial).
El Decreto indicaba que el Poder Ejecutivo vendería varios terrenos adquiridos para “campos de ensayos” y con los recursos obtenidos instalaría la Escuela donde “juzgue más oportuno”, por lo que el Ing. Bernardo Iglesias rápidamente se esforzó por concretar dichos recursos y casi inmediatamente logró adquirir la finca de don Miguel Macaya ubicada en San Pedro de Montes de Oca, ya para el mes de julio de 1927 la Escuela Nacional de Agricultura se trasladó a dicha finca estableciéndose en ella; en su vieja casona se ubicaron las aulas y laboratorios de: Botánica, Agronomía, Horticultura y Química.
Los primeros profesores de la Escuela Nacional de Agricultura fueron: Ing. Bernardo Iglesias (Suelos y Botánica), Ing. Humberto Bertolini (Química), Ing. José Fabio Garnier (Matemáticas y Física), Prof. Eneas Razzeto (Horticultura) y Prof. Carlos Madrigal (Geología); los estudiantes deberían nombrar a uno de ellos como su consejero por todo el tiempo que permanecieran en la Escuela.
El resto del año estuvo cargado de acciones y movimientos para consolidar su funcionamiento, lo que incluyó un presupuesto por la suma de 47.780 colones con el que, entre otras cosas, comenzaron los proyectos para la construcción (en 1928) de tres pabellones para diferentes aulas y laboratorios.
El año 1927 marcó el establecimiento de la Escuela Nacional de Agricultura en los terrenos donde funcionaría por muchos años más (hasta 1941 que se transformó en la Facultad de Agronomía), pero además fue el hito histórico que desencadenó el inicio de muchos proyectos agrícolas y de investigación nacionales que gestaron los profesores y nuevas generaciones de Ingenieros Agrónomos, quienes a partir de su primera graduación (1931) serían los encargados de construir el futuro agrícola de nuestro país.