Opinión

15 de julio de 1953: Alea iacta est

En 2016, mientras caminaba por los pasillos de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR), di con una mesita de libros usados. Los transeúntes podían tomar los que quisieran, sin medida ni obligación. Entre aquel cúmulo documental encontré varios números de la Revista de Biología Tropical. Por mero capricho, decidí llevarme el más antiguo. Para mi sorpresa, el más antiguo resultó ser, precisamente, un ejemplar del fascículo uno del volumen uno, publicado en julio de 1953 bajo el sello de la Editorial Universitaria e impreso por la Imprenta Falcó.

Los diez artículos que conforman esta obra ya han sido digitalizados y están disponibles en el sitio web de la revista. Sin embargo, aún no es posible visualizar en la internet el fascículo completo con los nombres de los integrantes del consejo científico (Rodrigo Facio, Fabio Baudrit, Marcelino Coto, Gonzalo González, Hernán Bolaños y Carlos M. Gutiérrez) y del comité de redacción (Ettore de Girolami, Alfonso Trejos y Armando Ruiz). Tampoco tiene a mano el cibernauta el Editorial, la Información para los colaboradores ni detalles sobre la suscripción anual (₡ 10) y el valor del número suelto (₡ 6).

En el Editorial se brindan detalles que permiten tener una idea de las motivaciones y aspiraciones de aquellos investigadores al editar la revista por primera vez. Allí leemos: “En nuestra joven Universidad se hacía necesaria una revista científica en la cual pudieran ser publicados los trabajos que poco a poco iban apareciendo y que, o permanecían inéditos o veían la luz en revistas extranjeras… Pensamos así en dedicar una parte de nuestro tiempo a la preparación de una revista que, dentro de nuestros limitados recursos materiales y escasa producción científica, tuviera la mejor presentación posible y llegara, en el futuro, a merecer consideración en los grandes centros científicos” (*).

Al rastrear información sobre la historia de esta revista se llega a varias fuentes. Entre ellas, un artículo escrito por Ettore de Girolami en el que señala que “Costa Rica debía demostrar en el campo internacional que su Universidad no era sólo una casa de estudios, sino que en la misma se podía crear conocimientos. La publicación entonces de una revista daría la oportunidad de conocer en el país y en el extranjero cual (sic) era la producción científica de la Institución” (**). Vemos cómo este razonamiento coincide con lo expuesto en el Editorial. De donde se colige que había un fuerte interés por publicar artículos derivados de investigaciones realizadas en la UCR y que tuvieran alcance internacional.

Rodrigo Zeledón señala que el Editorial del primer fascículo refleja el pensamiento de Alfonso Trejos, quien fue discípulo de Clodomiro Picado (***). Además, tanto Zeledón como De Girolami destacan la importante participación de las autoridades universitarias de la época en el nacimiento de la revista; así como la labor de Rafael L. Rodríguez como principal impulsor de este proyecto entre 1954 y 1980.

Casi al final de su artículo, De Girolami emplea la frase latina alea iacta est ( la suerte está echada) para decir, a continuación: “El 15 de julio de 1953 salió de la prensa el primer número de la Revista de Biología Tropical” (**). Zeledón completa el relato aludiendo a las dificultades que enfrentó la revista en los años siguientes. Hacer un recuento del devenir histórico de este medio editorial queda por fuera de mis capacidades en este momento. No obstante, tras cumplirse 70 años de la publicación del primer fascículo queda claro que la Revista es un proyecto consolidado.

(*) Comité de redacción. (1953). Editorial. Rev. Biol. Trop., 1(1), s. pág.

(**) De Girolami, E. (1988). Reseña histórica de la fundación de la Revista de Biología Tropical. Rev. Biol. Trop., 36(2B), 341-346. [En este artículo se reproduce íntegro el Editorial del fasc. 1].

(***) Zeledón, R. (2015). Origen de la Revista de Biología Tropical. Rev. Biol. Trop., 63(4), 1251-1254.

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