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“Tillerson se largaría mañana, si no estuviera tan preocupado de que Trump se ponga nuclear”

Exsecretario de Trabajo estadounidense divulgó conversación telefónica con revelaciones sobre inquietudes y resquemores que congresistas y senadores republicanos sienten hacia el Presidente.

Un profundo descontento y preocupación de parte de legisladores republicanos hacia el presidente Donald Trump podría llevarlos incluso a plantear un proceso político o impeachment contra el mandatario.

Ello por cuanto esas preocupaciones incluyen el temor cada vez más serio de que Trump sea capaz de llevar a su país y al mundo a una guerra nuclear. Ese temor sería además la principal razón por la que el secretario de Estado Rex Tillerson permanece en su cargo.

Todo ello fue revelado por Robert Reich, exsecretario de Trabajo durante la administración Clinton, quien este miércoles a través de su perfil de Facebook divulgó la transcripción de una conversación telefónica que tuvo con un “viejo amigo y excongresista republicano”.

La conversación se dio a propósito de la controversia pública que Trump recientemente sostuvo con el senador republicano Robert Corker, quien llegó a decir en una entrevista con el New York Times que el magnate tiene a Estados Unidos “en camino a la III guerra mundial”.

De acuerdo con Reich, su fuente le dijo que habría más congresistas dispuestos a “sonar la alarma”, pues “piensan que Trump está loco, que no es apto, que es peligroso”.

Una serie de ataques personales a figuras como al líder de la mayoría republicana en el Senado Mitch McConnell, el también senador de su partido Jeff Flake o el fiscal general Jeff Sessions, habría motivado “que noten todo lo demás”.

De acuerdo con Reich, su interlocutor le informó además que eso incluye “las cosas locas, como esas amenazas a Corea del Norte. Tillerson se largaría mañana, si no estuviera tan preocupado de que Trump se ponga nuclear, literalmente”.

De seguido en la transcripción divulgada, Reich le pregunta a su interlocutor si considera que Trump de veras esté pensando en una guerra nuclear, a lo que respondió: “¿quién sabe qué pasa por su cabeza? Pero te puedo decir esto: no escucha a nadie, a ni una alma, él tiene los códigos nucleares y, bueno, eso me da mucho miedo, está empezando a asustarlos a todos. Esa es la verdadera razón por la que Bob (Corker) habló”.

El excongresista que habló con Reich dijo que, si llega el momento en que los líderes republicanos denuncien a Trump como no apto para su función, esa sería la señal a todo el partido para que abandonen al Presidente, con lo cual “el escenario estaría preparado” para el proceso político de “impeachment”, el cual podría poner fin al mandato de la estrella de televisión.

Sin embargo, la fuente aclaró que aún no se dan las condiciones para una medida tan drástica, principalmente porque los legisladores republicanos necesitan aprobar una reforma impositiva que actualmente se discute, luego de sus reiterados fracasos por eliminar y reemplazar la ley de seguridad social impulsada por la administración Obama.

En ese sentido, subrayó que congresistas y senadores republicanos no quieren dar la cara al público en las elecciones de medio periodo en el 2018 ni en las presidenciales del 2020 “sin algo qué mostrar”.

LA CONTROVERSIA TRUMP-TILLERSON

La designación de Rex Tillerson como secretario de Estado fue sorpresiva, pues no contaba con experiencia alguna en el campo de la diplomacia; pero al mismo tiempo coincidente con la posición de Trump de negar el cambio climático, pues Tillerson no sólo se desempeñaba como ejecutivo de ExxonMobil, la compañía petrolera más grande del mundo, sino que en ese momento poseía $151 millones en acciones de la empresa.

Cuando en diciembre del 2016 el entonces presidente electo Trump anunció el nombramiento de Tillerson, lo describió como “un defensor poderoso y de visión clara de los vitales intereses nacionales”.

Otro aspecto llamativo en ese entonces fue el hecho de que a través de sus funciones como ejecutivo petrolero, Tillerson desarrolló una relación personal con el presidente ruso Vladimir Putin.

Sin embargo, tal parece que la luna de miel entre el farandulero neoyorquino Trump y el petrolero texano Tillerson no duró mucho.

Según reportó recientemente la cadena NBC -citando fuentes internas de la administración- ya para julio se habría dado una reunión en la que Tillerson se habría referido a Trump como un “idiota” y que en ese entonces habría sido la intervención del vicepresidente Mike Pence lo que frenó la dimisión de Tillerson.

El Secretario de Estado negó que hubiera pensado en dejar el puesto y declinó referirse al supuesto uso del término “idiota” para describir a Trump.

Independientemente de que Tillerson en efecto se haya referido a Trump como un “idiota”, lo cierto es que ya para octubre el Presidente a través de Twitter demeritó los esfuerzos diplomáticos de Secretario de Estado respecto a la tensa situación con Corea del Norte.

Al día siguiente de que Tillerson dijera a la cadena CNN que tenía “canales directos de comunicación” con el gobierno de Corea del Norte, Trump twiteó: “Le dije a Rex Tillerson, nuestro maravilloso Secretario de Estado, que está perdiendo su tiempo intentando negociar con el Pequeño Hombre Cohete”, manera despectiva como se refiere al líder norcoreano Kin Jong-un. “Guarda tu energía Rex, haremos lo que tiene que hacerse”, continuó Trump.

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