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El Tea Party llega a la CIA

Trump nombra a congresista que emergió de esa facción como director de inteligencia.

Esta mañana el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump informó la designación de tres puestos importantes en su futura administración.

El teniente general retirado Michael Flynn será su asesor en asuntos de seguridad nacional, mientras que el puesto de Fiscal General será ocupado por Jeff Sessions, quien funge como senador representante del estado sureño de Alabama.

El nombramiento más llamativo, sin embargo, es el del congresista Mike Pompeo como director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés).

Pompeo fue oficial en el ejército y estudió leyes en Harvard. Emergió con su elección como representante en el Congreso por el cuarto distrito electoral del muy rural estado de Kansas en el 2011, como miembro del movimiento denominado Tea Party. Se ha desempeñado como miembro del Comité de Inteligencia del Congreso.

ULTRA CONSERVADORES

Se trata de una facción ultra conservadora dentro del Partido Republicano que surgió a finales de la década pasada. Entre sus filas han destacado la excandidata a la Vicepresidencia Sarah Palin o la excongresista Michele Bachman.

Si bien en un inicio el Tea Party se publicitó como un movimiento de base que subsistía gracias a un sinnúmero de pequeñas contribuciones, posteriormente se demostró su financiamiento por parte de los hermanos multimillonarios David y Charles Koch.

Los Koch tienen fuertes inversiones en el sector de los combustibles fósiles, lo cual calza muy bien con la agenda de negación del cambio climático del Tea Party.

De acuerdo con el sitio oficial de la transición de poder, Trump expresó que Pompeo será “un líder brillante e incansable de nuestra comunidad de inteligencia para asegurar la seguridad de los estadounidenses y nuestros aliados”.

“SERIAS PREOCUPACIONES”

El militar retirado Flynn a partir de enero estará en una posición de máxima influencia en la política militar de Estados Unidos. Las principales objeciones a su nombramiento tienen que ver con sus posturas abiertamente islamofóbicas.

Por ejemplo, en febrero pasado twiteó que “el miedo a los musulmanes es RACIONAL”. Flynn ha sido asesor de Trump en temas de seguridad durante la campaña y de acuerdo con el New York Times, es quien convenció a Trump de que Estados Unidos está en una “guerra mundial” contra militantes islámicos y que debe trabajar con aliados como el presidente ruso Vladmir Putin.

El próximo fiscal general Jeff Sessions ha generado preocupación, pues hace unas tres décadas no logró ser confirmado por el Senado a un puesto de juez federal, a causa de un comentario suyo apologético de la organización terrorista y racista Ku Klux Klan (KKK).

Sin embargo, han emergido testimonios en su defensa y se ha aducido que el comentario fue una broma posteriormente sacada de contexto.

Curiosamente, el notorio exlíder del KKK David Duke, a través de su cuenta de Twitter celebró la designación y apuntó que “¡el Senado debe exigir que Sessions como Fiscal General detenga la masiva discriminación racial institucional contra los blancos!”.

Al respecto, la senadora demócrata Elizabeth Warren a través de redes sociales expresó que el Senado controlado por los republicanos -como lo era cuando rechazó a nominación de Sessions hace 30 años- “debe decidir si los intereses personales y la cobardía política les impedirá hacer de nuevo lo correcto”.

La centenaria Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) -dedicada a la defensa de los derechos y libertades individuales consagrados en la Constitución de ese país-, emitió un comunicado en el que denunció a Sessions por tildarla de “comunista”.

Tras destacar que será el funcionario de la ley de mayor rango en el país, la ACLU expresó que durante las audiencias legislativas de su confirmación en el puesto, senadores, medios y el público deberán “examinar de cerca” sus posiciones en “temas clave” como los derechos de las personas sexualmente diversas, la pena capital, el aborto o el alcance de la autoridad presidencial en tiempos de guerra.

Sobre la designación de Pompeo, el comunicado de la organización apunta que sus posiciones sobre la vigilancia masiva de comunicaciones y la prisión de Guantánamo “generan serias preocupaciones desde la perspectiva de las libertades civiles sobre la privacidad y el debido proceso”.

De igual manera hizo un llamado que se haga un “serio escrutinio público”.

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