Mundo

Absuelta salvadoreña acusada de intento de homicidio por parto espontáneo

La joven de 20 años quedó embarazada producto de una agresión sexual que sufrió de su padrastro desde la niñez.

Imelda Cortez, de 20 años, fue absuelta este lunes por un tribunal de El Salvador, tras permanecer 20 meses en prisión preventiva acusada de tentativa de homicidio de su bebé, tras sufrir un parto espontáneo luego de quedar embarazada producto de una violación.

“Juez de tribunal de sentencia de Usulután absuelve a Imelda Cortez. Libertad”, escribió en Twiter Bertha María Deleón, la abogada que comandó la defensa de la joven.

Un portavoz de la agrupación feminista La Casa de Todas confirmó a la AFP que Imelda fue declarada “libre”.

El juicio tuvo un giro inesperado luego que la Fiscalía solicitó al tribunal cambiar la tipificación del delito de tentativa de homicidio a “abandono y desamparo de personas” en perjuicio de su hija, por lo que pidió la condena de un año.

“El juez determinó que no hubo indicio de que Imelda cometiera delito” y como estuvo encarcelada por un año y ocho meses la dejó en libertad, declaró a la AFP el portavoz de la Agrupacion Ciudadana para la Despenalización del Aborto Terapeútico Ético y Eugenésico (ACDATE), Jorge Menjívar.

Antes que el juez pronunciara el veredicto, agrupaciones de feministas que se habían concentrado frente al tribunal coreaban “Libertad para Imelda”.

Luego del fallo, Imelda fue liberada “de inmediato”, comentó Menjívar.

Imelda Cortez fue llevada a juicio este lunes en la localidad de Usulután, en el sureste de El Salvador, bajo cargos de tentativa de homicidio tras sufrir un parto espontáneo en un retrete -su niña sobrevivió- luego de quedar embarazada de su padrastro, que la violó reiteradamente durante siete años.

El juicio estuvo a cargo de un tribunal integrado por tres jueces -un hombre y dos mujeres- que evaluará los testimonios, pruebas y argumentos de la fiscalía y la defensa antes de dictar sentencia o absolución, tras la celebración de la audiencia preliminar en septiembre pasado.

“Sabemos que Imelda no cometió ningún delito y por eso debe quedar en absolución total, recobrando la libertad que se le ha negado por un delito que no ha cometido”, declaró a la AFP Keyla Cáceres, una de sus abogadas.

La letrada recordó que Cortez quedó embarazada producto de una agresión sexual que sufrió a lo largo de siete años por su padrastro, quien se encuentra detenido y afronta un juicio.

– La acusación –

La acusación fiscal afirma que el 17 de abril de 2017 la joven buscó ayuda médica en el hospital nacional de la ciudad de Jiquilisco, departamento de Usulután, por enfrentar una hemorragia.

“Al ingresarla, una doctora, diagnosticó que la fémina había tenido un parto extrahospitalario, pues además habían llevado la placenta”, consignó un comunicado del Centro Judicial.

Cortez lo justificó diciendo “que sintió que le salió algo cuando estaba en el servicio (sanitario)”.

El Salvador cuenta con una severa la severa ley antiaborto que criminaliza a las mujeres aún en situaciones como el parto extrahospitalario de Cortez, por lo que el sanatorio donde fue atendida informó a la policía.

Agentes policiales y soldados inspeccionaron entonces la fosa séptica en la vivienda de la joven, en la localidad rural de El Paraís, donde escucharon el llanto de la recién nacida “llena de heces y de polvo blanco”.

La bebé fue trasladada al hospital y sobrevivió.

Según el parte judicial, Imelda Cortez negó inicialmente haber dado a luz, y arrojó a la bebé a la fosa séptica, lo que “configura el delito de homicidio agravado tentado”.

Desde 2017, Cortez se mantiene bajo detención provisional en el centro penal de San Miguel, este del país.

– “Injusticia” –

La defensa de Cortez arremetió contra la severa ley antiaborto de El Salvador, que prohíbe la interrupción del embarazo en cualquier circunstancia, incluso cuando es producto de una violación o la mujer corre riesgo de vida.

“Imelda representa a las niñas y jóvenes adolescentes que tienen una vulneración de sus derechos humanos en su totalidad. Vemos como el Estado, por medio de la penalización absoluta del aborto, condena a mujeres como Imelda, las mete en prisión y otras terminan muertas sin que se conozcan sus nombres”, aseguró la abogada Cáceres.

Para el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA), el caso de Cortez representa una injusticia en un país que acumula una impunidad histórica.

“Estamos (en el caso de Imelda) ante una situación de una profunda injusticia, porque se está procesando a una persona por un delito que no ha cometido”, reclamó el abogado Arnau Baulenas, coordinador de procesos de justicia del IDHUCA.

Bajo la consigna “libertad para Imelda” agrupaciones feministas se disponían a realizar una manifestación frente al tribunal que ventila el caso que acapara la atención de los organismos humanitarios.

– ESTA INFORMACIÓN FUE ACTUALIZADA A LAS 16:10 HORAS CON NOTICIA DE LA SENTENCIA Y NUEVAS DECLARACIONES.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido