La preocupación creció desde Corea del Sur el pasado viernes, cuando las autoridades locales reportaron que 91 pacientes que ya habían sido dados de alta por COVID-19, volvieron a salir positivos en las pruebas de detección de la enfermedad.
De acuerdo con información publicada por el diario Korea Herald, la directora del Centro de Control de Enfermedades de Corea del Sur (KCDC), Jeong Eun-kyeong, dijo que podía tratarse de una “reactivación” del virus, y no que se tratara de casos de reinfección.
Es decir, se sospecha que el virus se mantuvo “durmiente” a niveles indetectables en las células humanas y que luego se reactivó, y no que las 91 personas hayan vuelto a ser contagiadas por alguien más. Tampoco se descartó la posibilidad de errores en la aplicación de las pruebas.
Sin embargo, Jeong reconoció que aún no está claro exactamente qué está detrás del fenómeno y que se llevan a cabo investigaciones epidemiológicas, para determinar también las posibilidades de contagio en estos casos.
Posteriormente, la agencia de noticias Reuters buscó la explicación al respecto de las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en una breve respuesta por escrito aseguraron estar al tanto de la situación de pacientes cuyas pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, pos sus siglas en inglés, las recomendadas por la OMS) salen negativo, pero que después de varios días más bien salen positivo. “Estamos en estrecho enlace con nuestros expertos y buscamos más información sobre esos casos individuales”.
En ese sentido, la muy institucional respuesta añadió que “requerimos una sistemática recolección de muestras de pacientes recuperados, para entender mejor cuánto tiempo tardan en deshacerse del virus vivo”.
Según los parámetros de la Organización, una persona es dada de alta de los hospitales después de salir negativo en dos pruebas consecutivas en un lapso de al menos 24 horas.
A pesar de la preocupación que la emergencia de este tipo de casos produce, en realidad no es novedad. Ya desde finales febrero la agencia AFP dio parte de que las autoridades surcoreanas habían registrado el primer caso de reinfección, una mujer de 73 años que estuvo enferma, sanó y volvió a dar positivo en los controles. La redundante explicación ofrecida por el KCDC fue que “su sistema inmunológico estaba afectado”.
Ya para ese momento China, en cuya ciudad Wuhan inició la pandemia, reportaba al menos diez casos de reinfección. En el caso de este país, a inicios de marzo la directora técnica del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Maria Van Kherkove, restó importancia a la hipótesis de que se tratar de reinfecciones.
Insistió en que “a partir de la evidencia disponible, esos casos no fueron reinfectados” sino que pudo tratarse de errores en la aplicación de las pruebas o que arrojaron resultados ambiguos, según consignó el periódico South China Morning Post.
