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Reabre gigantesca mina de cobre a cielo abierto en Panamá tras acuerdo con compañía canadiense

La enorme mina aporta más del 4% del PIB nacional y el 75% de los ingresos por exportaciones y contempla "ingresos mínimos" anuales de 375 millones de dólares para el Estado panameño.

Ciudad de Panamá, Panamá

Panamá y la compañía canadiense First Quantum Minerals anunciaron este miércoles un acuerdo para reabrir la mina más grande de América Central, cuyas operaciones estaban paralizadas desde hace casi tres meses por disputas sobre impuestos y regalías.

“El gobierno nacional de Panamá y Minera Panamá S.A., afiliada local de First Quantum Minerals Ltd, se complacen en anunciar que han acordado el texto final del [nuevo] contrato de concesión que regirá las operaciones a largo plazo del Proyecto Cobre Panamá”, en la costa caribeña, dijeron las partes en un comunicado conjunto.

El nuevo contrato, por 20 años de concesión renovables por un periodo similar, contempla “ingresos mínimos” anuales de 375 millones de dólares para el Estado panameño, 10 veces más que antes, afirma el comunicado.

El cese de actividades de la mina y del puerto Punta Rincón amenazaba con dejar sin trabajo a unos 8.000 empleados directos y contratistas, lo que había generado protestas de trabajadores frente a edificios del gobierno en la capital panameña.

La gigantesca mina de cobre a cielo abierto, situada a 240 km de la capital, es considerada la mayor inversión privada en la historia de Panamá: aporta más del 4% del PIB nacional y el 75% de los ingresos por exportaciones.

“Bajo este contrato, Panamá espera recibir aproximadamente 10 veces más de lo que recibía bajo el [anterior] contrato-ley de 1997. Al mismo tiempo, el contrato de concesión garantiza que Minera Panamá recibirá un rendimiento comercial por su inversión”, indica el comunicado.

La orden de suspender las operaciones de la mina, el 15 de diciembre, y el cierre de su puerto adyacente el 3 de febrero, fueron parte de una prolongada disputa entre First Quantum y el gobierno de centroizquierda del presidente Laurentino Cortizo.

Desde hacía un año ambas partes llevaban a cabo negociaciones para un nuevo contrato, pero se habían estancado en la cuestión de los ingresos para el Estado panameño. Cortizo exigía multiplicar por 10 las regalías pagadas en el contrato anterior.

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