Mundo Riad Mansour, embajador de Palestina ante la ONU:

“No serán capaces de negarnos ni erradicarnos, a pesar del alto precio que pagamos”

Manifestó que se requiere el compromiso de todos los países para hacer valer el derecho internacional, con acciones como no vender armas a Israel o boicotear todo lo que venga de los asentamientos ilegales en Cisjordania.

Riad Mansour, embajador del Estado de Palestina ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), no se cansó de reiterar la importancia de que la comunidad internacional ejerza suficiente presión sobre Israel para que el cese al fuego recién alcanzado sea permanente.

En entrevista concedida a UNIVERSIDAD dijo que su país necesita del compromiso claro de todas las naciones, incluido el gobierno de Rodrigo Chaves que aún es incapaz de reconocer el genocidio, para hacer valer el derecho internacional y poner fin a la ocupación ilegal del territorio palestino.

Ello de cara especialmente a la conferencia de alto nivel programada por la ONU en junio, en que se verá la posibilidad de seguir adelante con la llamada solución de los dos Estados, en un contexto posterior a año y medio de acción militar genocida en Gaza y el recrudecimiento de la violencia en Cisjordania.

Durante su visita a Costa Rica, Mansour tuvo oportunidad de ser recibido por el canciller Arnoldo André y, según informó la cónsul honoraria Wajiha Sasa, quien hizo posible esta entrevista, no fue posible concretar una audiencia con Rodrigo Chaves, aunque sí acudió al saludo anual al cuerpo diplomático de la Presidencia.  El Embajador también se reunió con algunas diputaciones, incluido el liberacionista Luis Fernando Mendoza, quien preside la Comisión de Asuntos Internacionales.

El 27 de enero un mar de personas caminó desde el sur de Gaza hacia el norte, de regreso a sus comunidades y viviendas destruidas. (Foto: AFP)

Todo ello con el fin de “invitar a Costa Rica a jugar el papel que le corresponde como parte de la comunidad internacional y no permitir que la opción de la guerra y la destrucción continúe, sino de construir un camino para la opción de la vida, de la paz, de poner fin a la ocupación, para la opción de los dos Estados en que Palestina e Israel puedan vivir en paz y armonía y que se abran las puertas a nuevas opciones en el futuro”.

Primero que nada, quería preguntarle ¿cómo se encuentran sus seres queridos tras estos meses de ataque implacable?

—Pasan un profundo dolor, deseando que esta pesadilla no hubiera ocurrido, pero sucedió. También un poco aliviados de que se llegó a un cese al fuego que todos esperamos sea permanente, para después hacer todas las cosas necesarias.

¿Cuál es el propósito de su visita a Costa Rica en este momento? ¿Cómo evalúa la posición del Gobierno de este país respecto a este genocidio que se niega a reconocer?

—Soy el embajador concurrente del Estado de Palestina ante Costa Rica, por lo cual tengo la obligación de visitar de vez en cuando y no he venido desafortunadamente a causa del coronavirus y luego, la guerra, pero ahora gracias al cese al fuego hay una ventana para venir, especialmente porque el presidente de Costa Rica, usualmente en esta época del año, invita al cuerpo diplomático a una recepción.

La segunda razón es que como hay un cese al fuego estamos trabajando muy duro para hacerlo permanente, para asegurarnos que ese acuerdo sea completamente implementado, en especial el envío de ayuda humanitaria a la altura de las necesidades del pueblo palestino en la franja de Gaza, así como evitar el crimen de lesa humanidad de la movilidad forzosa, ya sea interna o la expulsión de palestinos afuera de la franja de Gaza a Jordania o Egipto.

Hemos tenido reuniones con diputados del parlamento, incluyendo el presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales (Luis Fernando Mendoza, PLN), en las que compartimos detalles de lo que serán las obligaciones para todos los países, para que podamos ver que este genocidio y este crimen contra el pueblo palestino sea llevado a su fin; que esta ocupación ilegal, como la ha calificado la Corte Internacional de Justicia, se acabe lo más pronto posible y la Asamblea General (de las Naciones Unidas) decidió que eso significa que debería acabar en el plazo de un año.

Muchos momentos claves nos esperan en los próximos meses, en junio y setiembre, y necesitamos tener conversaciones con todos los Estados, incluyendo Costa Rica, para que cumplan sus obligaciones de defender el derecho internacional y respetar las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas y traducir ello en pasos prácticos.

No es suficiente que me digan que se respeta la ley mientras miran como una parte (del conflicto) la destruye y no toman acciones. No es suficiente que me digan que apoyan la solución de dos Estados, pero ven a una parte destruyendo y negando la posibilidad de que esa solución sea una realidad.

Necesitamos compromiso, necesitamos que las obligaciones se cumplan para obligar a Israel, tal como sucedió con todas las potencias coloniales y de ocupación en el pasado y en el caso del apartheid en Sudáfrica.

Si Israel no escucha al derecho internacional, si no obedece al Consejo de Seguridad ni a las resoluciones de la ONU, entonces la comunidad internacional debe recurrir a las herramientas disponibles para ello, lo cual incluye sanciones, que no se les envíe armas para que maten palestinos y no darles la seguridad para que actúen como un Estado por encima de la ley. Nadie debería estar por encima de la ley, incluido Israel. O se cumple con las obligaciones y se respeta la voluntad de la comunidad internacional, o se atiene a las consecuencias.

¿Es sólido el actual cese al fuego? ¿Se puede ser optimista que se sostenga de forma permanente?

—Es obvio que hay elementos dentro del extremista Gobierno israelí que no están contentos con este acuerdo de cese al fuego y están ansiosos por sabotearlo. Es por eso que empujaron al Gobierno israelí para que convirtiera en un infierno la vida de los palestinos en el norte de Cisjordania, en ciudades como Jenín y su campo (de personas refugiadas), como Tulkarem y su campo de refugiados, ciudades como Nablus, Tubas y Jerusalén Oriental.

Quieren duplicar en Cisjordania los crímenes que han cometido contra nosotros en Gaza porque no les interesa la paz, no les interesa la solución de dos Estados y quieren continuar con este genocidio contra el pueblo palestino, pues piensan que los palestinos abandonarán Palestina, que pueden erradicar la existencia del pueblo palestino y sus derechos como nación.

Esos son objetivos imposibles que no conseguirán y no están aprendiendo de su historia, de sus errores, de lo que ha pasado en el mundo con los pueblos que viven bajo ocupación y dominación colonial y de todos los regímenes opresivos, que al final fueron incapaces de continuar con esa opresión.

Nosotros no somos la excepción a la regla, no serán capaces de negarnos ni erradicarnos a pesar del alto precio que pagamos, en particular en la Franja de Gaza. El pueblo palestino es resiliente, 400 mil personas en dos días marcharon a pie para regresar al norte de Gaza, sabiendo que regresaban a ruinas, pero las ruinas de donde nacieron o crecieron con sus familias, con sus recuerdos; (eso) es mejor que pasar a la diáspora como un refugiado permanente por el resto de tu vida.

¿Cómo ve el futuro para Cisjordania? Durante este genocidio murieron más de 800 personas.

—El peligro es enorme allí, pues, como dije, los extremistas en el gobierno del país ocupante Israel no quieren la paz, quieren erradicar al pueblo palestino.

Sueltan a colonos terroristas para crear el caos en las aldeas y pueblos de Cisjordania adyacentes a sus asentamientos, pensando que con ello crean las condiciones para que la gente, con miedo de que lo que pasó en Gaza les pueda suceder también allí, huya hacia Jordania.

Intentaron esa táctica durante la primera Nakba (o “catástrofe”, término que designa el desplazamiento forzado de la población palestina tras la guerra de 1948), con muchos incidentes como los de Deir Yassin o Tantura, en los que cometieron masacres para crear terror y miedo en los corazones y mentes de los palestinos, para que abandonaran sus aldeas y pueblos, pensando que podrían regresar. Desafortunadamente han pasado 80 años y no han regresado.

Todas estas cosas están presentes en la mente colectiva del pueblo palestino, pero aún así, en esta oportunidad dicen: no tenemos más país que el nuestro y no nos vamos, y por ello pagamos un precio tremendamente alto en Gaza y en Cisjordania.

Sin embargo, necesitamos que el cese al fuego en Gaza sea permanente, para poder construir una posición global de que el asesinato del pueblo palestino debe detenerse, por lo tanto también en Cisjordania y así poder concentrarnos en la reconstrucción de Gaza y en implementar lo dispuesto en el acuerdo, incluida la liberación de personas rehenes y los presos palestinos, y entonces nos podremos concentrar en movernos en la dirección de implementar el consenso global de poner fin a esta ocupación ilegal lo antes posible, en un año, como lo mandó la Asamblea General.

Hay muchas cosas que están en proceso para movilizar a la comunidad internacional y espero que ello incluya que Costa Rica comparta con nosotros lo que de manera concreta hará respecto a la obligación de honrar y respetar las decisiones de la Corte Internacional de Justicia, las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General.

Así que necesitamos que todos los países, en las conferencias que se ha planeado convocar, ya sea en marzo en Ginebra, para asegurar el respeto a las disposiciones de la Convención de Ginebra; o en la conferencia internacional copresidida por Arabia Saudita y Francia en junio en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU, sobre la implementación del fin de esta ocupación ilegal; o la alianza global liderada por Arabia Saudita, la Unión Europea y Noruega para implementar la solución de dos Estados o el esfuerzo colectivo para defender la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo) como una agencia cuyo mandato proviene de la Asamblea General, de manera que ningún Estado miembro tiene la autoridad para ilegalmente producir legislación para prohibirla, destruirla o impedir que cumpla con su mandato. Así que tenemos muchas cosas por delante.

¿Cuán optimista se puede ser al ver al actual Gobierno de Estados Unidos? Trump propuso que más de un millón de palestinos sean reubicados a Egipto y Jordania, en lo que muchas personas consideran sería una limpieza étnica.

—Vemos todas estas posiciones y tratamos de determinar si de hecho serán seguidas por planes detallados o si son nada más parte del discurso político y las discusiones en los Estados Unidos.

También conocemos la historia del presidente Trump, en campaña dijo que durante su primer periodo prevaleció la paz; luego habló de poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania, incluso sobre Medio Oriente dijo que podría lograrlo antes de su traspaso de poder.

También reconocemos que diez días antes de su inauguración sus representantes jugaron un papel con Israel y los demás mediadores para contribuir al acuerdo de cese al fuego.

Vamos a colaborar con cualquier actor que trabaje por la opción de la paz y no la continuación de la lucha y la guerra, vamos a trabajar con cualquiera que defienda y respete el derecho internacional y que busque atender los derechos inalienables del pueblo palestino, lo cual incluye el derecho a la autodeterminación, su categoría de Estado y el regreso de los refugiados.

Nosotros no tenemos un enemigo permanente, excepto la ocupación israelí, y no tenemos amigos permanentes porque algunos pueden serlo y luego se vuelcan a ser algo diferente. Nos damos a la tarea de defender con todo el poder que tenemos los derechos de nuestro pueblo a la libertad, la independencia y la dignidad, para poner fin a esta ocupación ilegal y por la independencia de nuestro Estado con Jerusalén Oriental como nuestra capital, así como los derechos de los refugiados.

¿Cómo emerge Hamás luego de esta acción militar de genocidio? Parece que han ganado popularidad entre la población de Gaza y, de ser así, ¿debilita ello de alguna manera la posición internacional del gobierno del Estado de Palestina?

—Como palestinos enfrentamos internamente una inmensa cantidad de retos y en la medida en que el cese al fuego sea permanente y los otros temas sean abordados, estaremos en la posición de analizar y evaluar todo lo relativo a nuestras vidas, no para beneficiar a un partido político que haya logrado mayor o menor popularidad.

Enfrentamos asuntos de gobernanza, de cómo poner nuestra casa en orden y cómo podemos trabajar en el interés del pueblo palestino. Estos son los grandes temas de los que nos tenemos que ocupar.

Para nosotros lo realmente importante es cómo podemos aprender de esta experiencia en aras de actuar de la mejor manera posible en favor de los intereses de nuestro pueblo: cuáles son esas lecciones, cómo podemos ordenar la casa y también cómo podemos manejar nuestras diferencias de una manera que no perjudique al pueblo palestino ni a nuestra causa.

Y ¿cuáles son esas lecciones?

—Aún estamos en las etapas iniciales de respirar, no de iniciar todas las discusiones y la evaluación, pero estoy seguro que avanzaremos hacia esa etapa porque hay grandes temas que debemos enfrentar con unidad, como la gobernanza en Gaza y en todo el territorio ocupado palestino, el papel que deben jugar todos los actores, el papel del gobierno legítimo y de la relación de ese gobierno legítimo con el mundo entero, la manera como el mundo mira a algunos componentes del pueblo palestino, incluyendo Gaza y cómo enfrentamos ese tema no sobre la base de hacer más daño al pueblo, sino de cómo podemos ayudar a los palestinos a sanar sus heridas y seguir adelante.

Si el objetivo más urgente en este momento es que llegue la ayuda humanitaria y la reconstrucción, ¿qué tan dañino es el veto impuesto por Israel sobre la UNRWA?

—Se le perdió el primer objetivo, que es el cese al fuego permanente. Durante los primeros diez días de cese al fuego en promedio han entrado a Gaza bastante más de 600 camiones, lo que incluye 50 con el combustible para que funcionen los hospitales, los sistemas de agua, las plantas eléctricas y todo lo demás.

Todo ello implica el intercambio de prisioneros, algunos rehenes han sido liberados según lo acordado y cientos de presos palestinos, incluyendo un buen número condenados a cadena perpetua, han sido liberados.

Por supuesto que hay obstáculos y dificultades en el camino, como cuando Netanyahu anunció la suspensión de la liberación de presos palestinos. Eso no va a sabotear el acuerdo, o espero que no lo haga, pero es un indicador de que hay presiones de muchos elementos en el bando israelí para tratar de sabotear este acuerdo y se han involucrado los garantes de su implementación, Catar, Egipto y Estados Unidos, para resolver este tema y continuar con la implementación del acuerdo.

Respecto al otro elemento de rechazar ese intercambio, especialmente fuera de Gaza, nuestro pueblo dio la respuesta: 400 mil personas caminaron de regreso a sus viviendas destruidas en Gaza. Eso es el pueblo palestino diciendo “no queremos abandonar la franja de Gaza”, a pesar de que allí la vida es miserable, es un infierno, el lugar más peligroso de la Tierra durante los últimos 15 meses, según el secretario general de la ONU.

Pero, a pesar de todo esto, el pueblo palestino no está rompiendo la frontera con Egipto, sino que regresa al norte de Gaza, a las ruinas, a la destrucción con la determinación de que queremos reconstruir y vivir donde lo hemos hecho durante mucho tiempo.

¿Considera que se da la suficiente presión internacional sobre Israel para evitar que sabotee el cese al fuego?

—Nunca es suficiente, siempre es necesario hacer más y es por eso que los países deben ser claros respecto a qué se pueden comprometer a hacer para evitar que se dé el sabotaje del cese al fuego y del acuerdo, para evitar que Israel continúe fortaleciendo su ocupación ilegal, que no sigan matando con impunidad y estando por encima de la ley.

Así que (los países) deberían no solo condenar estas acciones, sino que deben aportar, deben hacer más como no enviar armas a Israel para que mate a palestinos, no consideren legítimo nada que venga de los asentamientos (en Cisjordania), es algo ilegal que debería ser boicoteado; que no se le dé visa a uno sólo de los colonos para visitar ningún país, incluyendo Costa Rica.

Permítame concluir. Varias veces me preguntó si estoy optimista, no puedo contestar esa pregunta, pero puedo compartir el sentimiento de Desmond Tutu. En la hora más oscura de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, le preguntaron eso y replicó que “soy un prisionero de la esperanza”. Yo me identifico con su sentimiento, soy un prisionero de la esperanza.

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