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Movimiento feminista vuelve a proponer aborto legal en Argentina

El tránsito del proyecto de ley puede ser difícil debido a las elecciones presidenciales de octubre.

Una multitud de mujeres y adolescentes vestidas de verde acompañó este martes la presentación de una nueva propuesta para la legalización del aborto en Argentina ante el Congreso, que decidirá si vuelve a debatir o no esa iniciativa en este año electoral tras el fracaso de 2018.

Cantando “Aborto legal, en el hospital”, miles de activistas ataviadas con el pañuelo verde que identifica a su movimiento tomaron la plaza frente al Congreso en Buenos Aires, mientras 15 parlamentarios depositaban el proyecto de ley al interior de la sede del Legislativo.

Esta es la octava vez que se presenta un proyecto para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo en Argentina, pero solo en 2018 la propuesta fue debatida en el Congreso, donde su aprobación fracasó por siete votos en el Senado de 72 escaños.

Madres con sus hijos y grupos de amigas, de compañeras de trabajo o de estudio se presentaron maquilladas y con sus pañuelos verdes para exigir a los congresistas que se vuelva a debatir la propuesta.

“No hay que bajar la guardia, hay que seguir luchando. Los políticos tienen miedo de decir que están a favor del aborto, pero eso está cambiando poco a poco”, dijo Natalia Eraza, una asistente hospitalaria de 28 años.

Las movilizaciones se extienden a un centenar de ciudades argentinas.

“Cada quien tiene que poder decidir con responsabilidad. Abortar no es fácil, tiene que haber una legislación que permita hacerlo dignamente”, comentó Noelia Patruno, una guía turística de 40 años.

El peso de la Iglesia

Separadas por un cordón policial, un puñado de activistas en contra de la legalización se esforzaban por hacerse oír.

“¡Qué dolor ver esto! No es justo, una sociedad que propone la muerte. La vida es a partir de la concepción. ¿Por qué volver con ese proyecto de ley? Ya fue rechazado el año pasado. Ya saben que no tienen la fuerza suficiente”, sostuvo Nélida Rodríguez, una comerciante de 50 años con pañuelo y capa celeste, emblema de los contrarios al aborto.

La legalización del aborto divide Argentina, país del papa Francisco y donde la Iglesia católica ejerce una influencia importante.

Hace pocos días, Francisco se expresó una vez más en contra de la interrupción voluntaria del embarazo y la comparó con la contratación de un sicario.

“¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo contratar a un sicario para resolver un problema?”, preguntó el papa la semana pasada, durante un coloquio sobre la lucha contra el aborto terapéutico.

Presión electoral

El tránsito del proyecto de ley se antoja difícil este año debido a las elecciones presidenciales de octubre, en las que ningún candidato quiere perder votos.

Pero las organizaciones feministas cifran sus esperanzas en la renovación de 24 de las 72 bancas del Senado, prevista en los comicios de octubre. También se renovará la mitad de la Cámara Baja.

“Esta vez el tema ya está instalado en la sociedad, será una pregunta más natural para los candidatos que tendrán que decir qué posición llevarán al Congreso”, afirmó Victoria Tesoriero, dirigente de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

La diputada de izquierda Victoria Donda, una de las que rubrica la presentación del proyecto, espera lograr una media sanción este año en la Cámara de Diputados, que ya en 2018 había dado su aprobación por 129 a favor y 125 en contra.

“Sería un papelón que algunos diputados cambien su voto sobre el aborto porque es un año electoral”, dijo.

El presidente liberal Mauricio Macri, que buscará su reelección, fue el primer gobernante en habilitar el debate parlamentario. Pero se declaró “a favor de la vida”, aunque aseguró que si la norma se aprobaba no la vetaría.

La exmandataria y senadora Cristina Kirchner, candidata a la vicepresidencia, rehusó lanzar el debate durante sus dos periodos (2007-2015), pero en 2018 votó a favor.

Su compañero de fórmula, Alberto Fernández, candidato a la presidencia por el peronismo de izquierda, apoya la despenalización, aunque sin avanzar en la legalización.

Aborto legal

En Argentina, el aborto se permite cuando está en peligro la vida de la mujer o cuando el embarazo es producto de una violación, sin precisar las semanas de gestación.

Pero muchos médicos y algunos gobiernos provinciales se resisten a aplicar la ley y algunas niñas han sido obligadas a seguir el embarazo o sometidas a cesáreas por la judicialización de sus casos.

Un informe del privado Centro de Estudios de Población (Cedes) estimó que en Argentina se practican unos 450.000 abortos clandestinos cada año que dejan un centenar de mujeres muertas.

“Los abortos se siguen practicando en pésimas condiciones y las mujeres mueren en contextos de clandestinidad”, denunció Mariela Bielski, directora de Amnistía Internacional Argentina.

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