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Manifestantes irrumpen en el Parlamento de Hong Kong

Toma de la sede del Legislativo se da justo en el 22 aniversario de la entrega de la ciudad a China por parte del Reino Unido.

Manifestantes antigubernamentales entraron por la fuerza este lunes en el edificio del Parlamento de Hong Kong, tras abrirse paso rompiendo ventanas de vidrio reforzado y retirando barras metálicas que bloqueaban su camino.

Imágenes de la televisión i-Cable News mostraban a decenas de manifestantes enmascarados, muchos con escudos caseros, metiéndose por la entrada del edificio tras horas de intentos. La policía antidisturbios, que había utilizado gas pimientas para hacerlos retroceder, parecía haberse retirado más al interior del complejo.

La policía, equipada con cascos y escudos, respondió a los manifestantes -algunos de los cuales lanzaban huevos- con gases lacrimógenos, gas pimienta y un despliegue de efectivos antidisturbios dentro del edificio, foco de las manifestaciones de las últimas semanas contra un proyecto de ley del gobierno para autorizar las extradiciones a China continental.

Las manifestaciones reflejan el temor de los habitantes de Hong Kong ante la creciente influencia del gobierno de China con la ayuda de líderes del mundo de las finanzas en la ciudad.

“Cuando escuché que había enfrentamientos afuera (del parlamento) realmente me preocupé”, declaró Amy Siu, una contadora de 37 años que participa en la manifestación. “Me preocupo por la seguridad de esos jóvenes. Espero que sean racionales”, confió a la AFP.

“No acuso a los jóvenes, acuso al gobierno”, señaló un manifestante de 80 años que se identificó solo con su apellido, Yeung.

En la madrugada del lunes, grupos de jóvenes encapuchados ocuparon y bloquearon las tres principales arterias de Hong Kong con barreras metálicas.

En las calles adyacentes, Sam Mu, un artista, enarbolaba banderas negras. “Es el símbolo de la caída de nuestra ciudad”, afirmó. “Las libertades de nuestra ciudad menguan. Nos dirigimos hacia el autoritarismo”.

Poco antes de la tradicional ceremonia de izamiento de las banderas de China y Hong Kong por el aniversario de la retrocesión del 1 de julio de 1997, la policía cargó contra los manifestantes. Un manifestante estaba sangrando por la cabeza, constató un periodista de la AFP.

Erosión de las libertades

El movimiento, que nació del rechazo al proyecto de ley sobre extradiciones, fue ganando fuerza hasta denunciar también la acción del gobierno local, en el que muchos hongkoneses dejaron de confiar al percibir que ha permitido, o incluso favorecido, que Pekín erosione sus libertades.

Aunque Hong Kong fue transferida de Reino Unido a China en 1997, el territorio aún es administrado bajo un acuerdo conocido como “un país, dos sistemas”.

Así, los habitantes del territorio disfrutan de derechos raramente vistos en la China continental, pero muchos sienten que lentamente el gigante asiático va superando el acuerdo.

En cada aniversario de la retrocesión, los activistas locales organizan enormes manifestaciones para reclamar sus exigencias democráticas, incluyendo la posibilidad de elegir a un Ejecutivo local por sufragio universal.

En años recientes fueron capaces de movilizar enormes multitudes -incluyendo una ocupación de dos meses en 2014- pero, sin embargo, no lograron concesiones de importancia por parte de Pekín.

Las protestas de este año, no obstante, tienen lugar después de tres semanas de manifestaciones contra el polémico proyecto de ley, que permitiría la extradición de detenidos en Hong Kong para que sean procesados por la justicia de China continental.

Los manifestantes también exigen la dimisión de la jefa del gobierno local, Carrie Lam, y que se abandonen los procesos contra las personas detenidas en las protestas de las últimas semanas.

Debido a la magnitud de la insatisfacción popular, Carrie Lam decidió suspender temporalmente el tratamiento del controvertido texto.

Desobediencia civil

Los activistas, jóvenes estudiantes en su mayoría, prometieron continuar con su campaña de desobediencia civil.

“Pase lo que pase, no perderemos el ánimo”, declaró Jason Chan, un contable de 22 años. “La resistencia no es una cuestión de un día, es a largo plazo”.

La manifestación de este lunes seguirá el mismo recorrido que en años precedentes, hasta el Parlamento local.

En paralelo, manifestantes pro-Pekín también se congregarán en el mismo punto de salida, por lo que se teme que se produzcan altercados.

El domingo, decenas de miles de simpatizantes del gobierno se manifestaron para apoyar a la policía, en una muestra de la brecha creciente que divide a la sociedad hongkonesa.

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