Mundo Carrera hacia la presidencia de EE.UU.

Las sencillas razones por las que la gente vota

La complejidad del cargo no puede estar más alejada de las razones por las que la gente elige el presidente de los Estados Unidos

La complejidad del cargo no puede estar más alejada de las razones por las que la gente elige el presidente de los Estados Unidos.

El largo y complicado proceso de escoger quiénes serán los candidatos de los partidos Demócrata y Republicano se inició la semana pasada, con los caucus en el estado de Iowa.

Se trata de un pequeño estado del medio oeste norteamericano, ubicado entre los ríos Misisipi y Misuri, con cerca de 3,2 millones de habitantes. Menos que Costa Rica.

Fue aquí donde se celebraron, el pasado lunes 1 de febrero, los caucus que dieron inicio del proceso para la elección de candidatos con que demócratas y republicanos aspirarán a la presidencia de la república, en las elecciones de noviembre próximo.

Aunque los formatos son algo distintos para demócratas y republicanos, los caucus son pequeñas asambleas abiertas a toda persona con capacidad de votar, realizadas en cada uno de los 99 condados del estado, con frecuencia en recintos de colegios o centros comunitarios.

A diferencia de las primarias (como la de New Hampshire, el 9 de febrero), que son organizadas por las autoridades electorales, los caucus están a cargo de los partidos, que establecen sus propias reglas de funcionamiento.

En las primarias puede votar cualquier elector, independientemente de su filiación partidaria. En los caucus participan los electores, pero agrupados por afiliación partidaria.

El ambiente de los caucus en Iowa fueron recogidos por los periodistas del New York Times; Trip Gabriel, entre los republicanos de la ciudad de Pella, y Michael M. Grynbaum, entre los demócratas de Indianola.

“En 20 minutos esto se transformará en una locura”, dijo Dan Spotten, responsable del caucus republicano en Pellas, citado por Gabriel. Esperaban unas dos mil personas, más que los 1.260 participantes de las elecciones pasadas. El factor Trump ha despertado nuevas expectativas. Spotten es el encargado de llevar a buen término la reunión. “Tendrán dos minutos para hablar; los voy a poner en orden, como ganado”, afirmó.

No son los candidatos los que hablan, son sus partidarios o representantes.

Ted Cruz, finalmente ganador entre los candidatos republicanos en Iowa, mandó aquí a su esposa: “Ted se formó con la Biblia y la Constitución. Su confianza y su fortaleza vienen de Dios, Nuestro Padre. Yo les puedo decir, como su esposa por 14 años y medio, que Ted nunca les mentirá”.

En este estado conservador, de mayoría republicana, el discurso funcionó. En Pella votaron, al final, 1.776 personas. 558 por Ted Cruz, 432 por el senador de origen cubano Marco Rubio, y solo 225 por el favorito, Donald Trump.

Al final de la jornada, en todo el Estado, Cruz sorprendió y con 27,7% de los votos dejó a Trump en segundo lugar, con 24,3%. El senador Rubio logró un sólido tercero, con 23,1%. Los demás tienen que contentarse con porcentajes de una sola cifra.

Mientras tanto, en Indianola –unos 25 km al sur de Des Moines–, Grynbaum asistió al caucus demócrata. Aquí fue diferente: en vez de votos, los partidarios de cada candidato se agruparon en un rincón de la sala.

Si alguno no lograba el apoyo de por lo menos 15% de los presentes, se quedaría sin representación y sus partidarios tendrían que apoyar a otro candidato.

Hay 137 electores, así que el 15% representa 21. Martin O’Malley logra apenas reunir la cifra exigida, pero en realidad esta es una campaña entre dos: el senador Bernie Sanders y la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton.

Steve Rose, representante de Sanders, trajo unos sándwiches y cositas para picar de un supermercado local. Se lamenta por haber perdido algunos votantes: los representantes rivales trajeron sándwiches hechos en casa.

Al final, Clinton logró 63 votos, diez más que su rival. Le corresponderán cinco delegados a la convención estatal, contra cuatro de Sanders. O’Malley arañó uno.

En todo caso, esto es apenas el inicio. Siguen las primarias de New Hampshire, el martes 9 de febrero; en marzo, la primera serie de consultas en varios estados de más peso electoral que Iowa o New Hampshire. Solo entonces la campaña tomará vuelo, hasta llegar a las convenciones nacionales de junio.

Para ganar la nominación por el partido demócrata, un candidato debe obtener por lo menos 2.382, de 4.763 delegados. En el caso de los republicanos debe hacerse con 1.237, de 2.472.

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