Mundo “Lula” ante los tribunales:

La prensa es el principal juzgador en este caso

Diálogo áspero el pasado miércoles 10 de mayo. El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva debía declarar como reo

Diálogo áspero el pasado miércoles 10 de mayo. El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva debía declarar como reo, por primera vez, en uno de los juicios por corrupción abiertos en su contra, ante el tribunal de primera instancia en la ciudad de Curitiba, al sur de Brasil.

Es parte de la mega investigación conocida como Lava-Jato, un enorme escándalo de corrupción que envuelve las mayores empresas constructoras de Brasil, a muchos de los principales dirigentes políticos del país, a casi todos los partidos y a la petrolera brasileña Petrobrás. Son miles de millones de dólares.

En este juicio, Lula y su exesposa, recientemente fallecida, son acusados de haber recibido de la empresa OAS un apartamento triplex como propina, en Guarujá, una playa del estado de São Paulo, una de las involucradas en los escándalos de corrupción.

Durante más de cinco horas, el juez Sergio Moro y los fiscales interrogaron a Lula. El expresidente niega haber recibido el apartamento. Reconoce que lo fue a ver, pero que no le interesó. Y que no es ni nunca fue suyo. Eso es lo que los tribunales deberán resolver.

Pero, al final del interrogatorio, Lula ejerció su derecho de decir unas palabras. Son las que transcribimos aquí, traducidas del portugués y con pequeñas ediciones, habituales tanto en la transformación del lenguaje hablado a un texto escrito, como en la necesaria reducción para acomodarse al espacio disponible.

Además de su importancia para el proceso a que está sometido, la declaración de Lula pone sobre la mesa el debate sobre el papel de la prensa en los procesos políticos actuales en América Latina y en el mundo.

Lula: Primero, me gustaría decir que estoy siendo víctima de la mayor persecución jurídica llevada a cabo contra un presidente o político brasileño.

Cuando fui electo, en 2003, asumí un compromiso: no podía equivocarme. Mi espejo era Walesa(el expresidente de Polonia, Lech), expresidente de la República y sindicalista. Cuando trató de reelegirse obtuvo apenas 0,5% de los votos. Yo me decía que no podía equivocarme, porque si me equivocaba la clase trabajadora nunca más iría elegir a alguien del piso de abajo para la presidencia de la República.

Asumí la presidencia cuando todos los intelectuales brasileños, sobre todo los economistas, decían que el país no tenía futuro, que no había dinero para pagar las importaciones. Se debían 30 mil millones al FMI.

Moro: Señor presidente, las declaraciones finales no están destinadas a posiciones políticas, sino a lo relativo al juicio…

Lula: Dr. Moro, espero que usted tenga paciencia…

Moro: No sé cuánto irá durar su pronunciamiento final, pero no es para hacer un resumen de lo que usted hizo en su Gobierno, no se trata de un programa electoral…

Lula: Lo que pasa es que yo estoy siendo juzgado por lo que hice en mi Gobierno… ya había una tesis anterior sobre que el PT (Partido de los Trabajadores) era una organización criminal y que Lula, por ser el presidente, era el jefe y, por lo tanto, Lula armó el Gobierno para robar. Ese es el contexto de la tesis que se plantea. Es una tesis eminentemente política.

Es importante que usted, Dr. Moro, sepa que desde marzo del 2014 se me han dedicado 25 portadas de Isto é (revista brasileña), creando la imagen de un monstruo. Son 19 portadas de la revista Veja; 11 portadas en Época. En los artículos Lula es demonizado. Mis acusadores nunca me han tenido ni 10% del respeto que yo tengo por ellos.

Moro: ¿Cuando usted habla de acusadores se refiere a la prensa?

Lula: Me refiero a las filtraciones que salen por la prensa. Conozco esas filtraciones. Es como si se estuviera buscando a Lula “vivo o muerto”.

Moro: Comprendo, señor presidente, su reclamo contra la prensa. La prensa tiene su libertad, pero no es la prensa la que hace acusaciones en este proceso.

Lula: Déjeme decirle algo Dr. Moro, voy a llegar al punto si tuviera un poco de paciencia.

Me referí a las revistas y voy a referirme a los periódicos. Folha de São Paulo, en el mismo período, dedicó 298 artículos en mi contra y solo 40 a favor.

Todos con información de la policía o del Ministerio Público. Los periódicos no asumen ninguna responsabilidad, culpan a alguien. El diario O Globo, “el más amigo”, publicó 530 artículos en contra de Lula y ocho a favor.

El Estado de São Paulo, “más amigo todavía”, publicó 318 artículos en contra y dos a favor. Por cierto, parece que estos periódicos tienen más información que los abogados de la defensa. Todo pasa por ellos, antes, durante y después. Yo lo vengo siguiendo pacientemente. Solo en el Jornal Nacional…

Moro: Señor presidente, discúlpeme, yo le ofrezco un espacio para las consideraciones finales, pero así…

Lula: Voy a llegar al tema que usted quiere doctor. Solo en el Jornal Nacional (uno de los principales noticieros de la televisión brasileña) fueron 18 horas y quince minutos en los últimos doce meses. ¿Sabe lo que significan 18 horas hablando mal de un ciudadano? Doce partidos de fútbol entre Barcelona y Real Madrid.

Moro: ¿Esos medios no divulgaron nada sobre otros?

Lula:  Estoy hablando apenas del Jornal Nacional, que es el más importante, pero podría agregar otros, en todos los canales. El objetivo es tratar de masacrar a este ciudadano, que tiene que pagar un precio por existir. Este ciudadano cometió el crimen de probar que este país puede funcionar.

Es imperdonable el proceso de persecución. Le confieso que esperaba más respeto por un hombre que dio a este país la dignidad que no tenía desde hacía mucho. Dignidad al Ministerio Público, a la Policía Federal, a las instituciones de justicia. Cuando propuse a alguien para la Corte Suprema, Dr. Moro, nunca pedí voto favorable a mí. ¡Nunca lo pedí a nadie!

Moro: Señor presidente, comprendo sus consideraciones sobre el tema, pero realmente están bastante alejadas…

Lula: ¡No están, doctor! ¿Sabe por qué? Porque en la medida en que quedó claro que no es posible condenar a políticos importantes en la “Lava-Jato”, o a personas ricas, sin el apoyo de la prensa, se adoptó la política de criminalizar primero en la prensa.

O sea, las personas son acusadas –y a nadie atacan ni 10% de lo que me atacan a mí-. Quienes robaron millones no aparecen ni 1% en comparación conmigo, que no robé ni un centavo.

Yo esperaba que el Ministerio Público, en una audiencia como está, en su presencia, trajera el derecho jurídico de propiedad del departamento en cuestión.

¡Aquí está el documento, él compró, pagó, aquí está la escritura! Pero, ¡no! Es “alguien dijo”, o “no se quien dijo”…  Esto de ir a ver un departamento y no comprar…

Lo que quiero es que se terminen estas divagaciones y me digan qué crimen cometí. No es crimen haber ido a ver el triplex. Crimen sería si lo hubiese comprado, si hay documentos, si me dieron la llave, si yo dormí allá alguna vez, si hay escritura.

¿Cómo puede alguien pensar, Dr. Moro, que un ciudadano compra un departamento que vale diez y lo declara cinco años seguidos al impuesto de renta y luego aparece con un departamento que vale veinte, sin ninguna explicación?

Moro: Pero, señor vicepresidente, lo que el Ministerio Público ha planteado en la denuncia –evidentemente usted tiene la posibilidad de defenderse– es que hubo corrupción y lavado de dinero, con ocultación del patrimonio…

Lula: Ellos tiene que probarlo. No es suficiente que alguien plantee algo para que una persona sea acusada y masacrada en los medios de comunicación.

Yo le quiero decir que fui presidente ocho años. Respeté las leyes como ningún presidente las respetó. Hice nuevas leyes, como ninguno hizo. Peleé para acabar con la corrupción… y participar en todas las audiencias, porque si hay un brasileño interesado en contar la verdad, soy yo.

Lo que yo quisiera –y me duele profundamente– es que una vez que el ciudadano sea condenado se informe a la prensa: ¡Robó y fue condenado! Usted ha visto cuántos artículos ya me condenaron, cuántas páginas de periódicos, no tienen ningún respeto por ningún familiar mío.

Moro: Estamos nuevamente en el tema de la prensa…

Lula: La prensa es el principal juzgador en este caso. Yo sé que usted es quien va a dar el veredicto final como juez. Pero si Lula no fuese lo que es, si no tuviera la relación con el Brasil que tiene, ningún ciudadano tendría que soportar ni 10% de lo que yo estoy aguantando. Basta ver el Jornal Nacional de hoy…

Lo que quiero es que haya respeto. Si yo cometí un crimen, pruebe que lo cometí, presente a la sociedad y Lula será punido como cualquier ciudadano. Pero, ¡presenten una prueba, por favor! ¡No filtren a la prensa lo que ustedes están filtrando!

Moro: Señor presidente, voy a interrumpir sus declaraciones finales, porque usted está…

Lula: Estoy diciendo hoy, en dos minutos, Dr. Moro, lo que dicen de mí desde hace dos años.

Moro: Señor presidente, hay una acusación, esa acusación es pública, por la Constitución y por las leyes, no hay cómo mantener sigilo sobre eso. No existe filtración con relación a estas acciones penales. Esa acción es pública.

Lula: ¡Hay filtraciones intencionadas! Algunos periodistas (no voy a dar nombres, para no valorizarlos) que saben lo que va a ocurrir con un día de anticipación. Mis abogados tienen que venir aquí a implorar información. Hay un interés en filtrar, Dr. Moro, porque este juzgamiento tiene que ser por la prensa, sino es muy difícil.

Termino. ¿Cuál es el problema, Dr. Moro? Diré algo para quedar con la conciencia tranquila. El compromiso de la justicia y de la acusación con la prensa está llevando a un impasse. Algunos periódicos y canales de televisión hicieron de esto su principal tema de información. Ellos tienen un problema: ¿cómo va a terminar esto si ese tal Lula es inocente?

Ese es el problema de la mentira: no hay como volver atrás.

Moro: ¿Así termina?

Lula: La acusación necesita fundamento, no puede ser especulativa. Hoy se hace mucho más por las portadas de periódicos y revistas, por la prensa, que con datos concretos en las preguntas que me hicieron. Por las preguntas que me hicieron, Dr. Moro, usted ni siquiera debería haber aceptado esta acusación.

De todos modos, soy apenas un ciudadano, subordinado a la Justicia, a la ley y a la Constitución. Vendré aquí, Dr. Moro, todas las veces necesarias. Solo espero que se respete este país, al pueblo brasileño y no cuenten nunca una mentira sobre mí. Muchas gracias.

Moro: El proceso será juzgado con base en la ley y exclusivamente en las pruebas. Usted fue tratado con el máximo respeto. Se tomarán en cuenta estas declaraciones, estos reclamos sobre la prensa. Pero este no es el foro para reclamar por el tratamiento de la prensa. Este juicio no tiene ninguna relación con lo que la prensa publica o deja de publicar.

Lula: Usted, sin quererlo quizás, entró en este proceso. La filtración de conversaciones con mi esposa, o de ella con mis hijos, fue usted quien lo autorizó. Mi casa no debió ser molestada sin que yo hubiese sido convocado para una audiencia. Nunca nadie me convocó y, de repente, veo un comando de la Policía Federal. Cuando salí, levantaron inclusive el colchón de mi cama, buscando plata.

Espero que esta nación nunca deje de creer en la justicia. Pero quiero decirle algo: si esos que me atacan hoy tuvieren alguna señal de que seré absuelto… prepárese, porque los ataques contra usted serán mucho más fuertes que los lanzados contra ministros de la Corte Suprema que no piensan como la prensa brasileña.

Moro: Infelizmente ya soy atacado por mucha gente, inclusive por blogs que supuestamente lo apoyan. Sufro los mismos males que usted de cierto modo. Voy a poner fin aquí a estas declaraciones. Le garantizo que será juzgado con base en las leyes y las pruebas del proceso. Tenga la seguridad de que así será.

Lula: Eso espero doctor.

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