El nivel de confrontación no podría ser más evidente, al llegar al hemiciclo del Congreso para cumplir con su discurso de Estado de la Unión, Donald Trump desairó a la presidenta del congreso, Nancy Pelosi, al negarse a estrechar su mano.
La líder demócrata por su parte, tan pronto Trump concluyó su discurso y aún de pie frente a ella, procedió a romper todas las páginas de su copia del discurso.
Posteriormente, Pelosi manifestó ante diferentes medios que la razón detrás del gesto es que el discurso de Trump fue un “manifiesto de falsedades”. También dijo que “era lo más cortés, considerando la alternativa”.
Desde la Casa Blanca se dio una reacción a través de Twitter, en que se destacó que el discurso destrozado por Pelosi “insultó” a los estadounidenses reconocidos por el discurso de Trump, entre los que se encontraban un aviador veterano, una bebé prematura y una familia militar en duelo. “Ese es su legado”, apuntó el twit.
Enfrentamientos públicos
El gesto inicial de Trump fue retomado por la misma Pelosi, quien twiteó la imagen de Trump dando la espalda a su mano extendida, con la leyenda de que los demócratas “nunca dejarán de extender la mano de la amistad para lograr que las tareas se lleven a cabo”.
Durante la alocusión de Trump, la líder demócrata frunció el ceño reiteradamente, sacudió la cabeza y sonrió irónicamente, para finalmente romper su copia del discurso mientras los republicanos aplaudían de pie al presidente.
El enfrentamiento público se da en el contexto en que Trump fue llevado a un juicio político por la Cámara de Representantes hace seis semanas y este episodio con Pelosi ocurre un día antes de que el Senado vote seguramente la absolución del presidente por los cargos de abuso de poder y obstrucción de la justicia.
El gesto de Pelosi de romper el discurso de Trump es además llamativo porque la líder de los demócratas ha tratado de ser cauta con ese tipo de reacciones, al extremo que de manera muy notoria contuvo cualquier exabrupto celebratorio de su bancada cuando se aprobaron los dos artículos del impeachment de Trump en la Cámara Baja.
En medio de la coyuntura por el proceso de destitución, Trump, de 73 años, ha atacado con frecuencia a Pelosi, llamándola “la loca Nancy” o “la nerviosa Nancy”, por ejemplo.
En mayo del año pasado, Trump de manera abrupta abandonó una reunión en la Casa Blanca con Pelosi y Chuck Schummer, líder de la oposición en el Senado. La cita era para lograr acuerdos sobre proyectos de inversión en infraestrucura, pero el presidente norteamericano montó un berrinche exigiendo que los demócratas cesaran las investigaciones que eventualmente llevaron a su juicio político.
