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Intercambio de experiencias ante COVID-19 acercan a campesinos e indígenas de Centroamérica

Programa Manejo Integrado de Recursos Naturales superó el gran reto de incorporar herramientas tecnológicas para desarrollar encuentros virtuales

Un total de 30 comunidades indígenas y campesinas de la región centroamericana se reunieron en el primer taller virtual del Programa Manejo Integrado de Recursos Naturales, con el fin de intercambiar experiencias, reconocer y explorar las distintas afectaciones que han experimentado las organizaciones de los seis países.

El mayor reto fue lograr fue interconectar a los miembros de organizaciones campesinas y pueblos indígenas del istmo, quienes se encontraban en distintos países, en zonas remotas y hasta lugares donde el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación es escaso o imposible de obtener.

Fue precisamente, gracias al esfuerzo conjunto de ACICAFOC y CICA Sotz’il, que se logró poner en contacto a estas organizaciones campesinas e indígenas, brindándoles su primera experiencia virtual.

“Los principales retos que vivimos con estos talleres estuvieron marcados sobre todo por la virtualidad, que, si bien se presentó como una ventaja, también representó un desafío para todos los que participamos: técnicos, representantes de organizaciones internacionales, y en particular para las comunidades que, no cuentan con las tecnologías o la conexión necesaria para llevar a cabo los talleres de manera óptima”, indicó Natalia Arce, Coordinadora del Programa de Manejo Integral de Recursos Naturales de ACICAFOC.

Entre los temas que se plantearon durante el taller, se habló sobre las implicaciones del COVID-19 en el desarrollo de sus proyectos, los retos que les plantea esta nueva “normalidad”, hacia dónde deben dirigir sus recursos y cómo implementar diversos protocolos.

De hecho, uno de los proyectos desarrollados en Panamá trabajó en la creación de un centro de información de medicina local, y el taller fue el espacio idóneo para discutir la forma de incorporar el conocimiento e investigación de estos procesos locales para abordar la atención del COVID-19.

Como parte de los impactos positivos que generó este taller para las comunidades participantes, fue la mejora considerable en la participación e inclusión de mujeres y jóvenes, quienes han experimentado beneficios, no sólo en el ámbito económico, sino también cultural, ambiental y en la mejora de sus condiciones humanas.

Además, este aprovechamiento y participación inclusiva de las distintas organizaciones fue vital para enriquecer las discusiones y la búsqueda de alternativas que permitan incorporar experiencias exitosas a iniciativas sostenibles, como la cosecha de agua de lluvia, la implementación de energía solar, el empoderamiento cultural de las comunidades, la seguridad alimentaria y el manejo sostenible de bosques.

“Se lograron los objetivos a pesar de algunas dificultades relacionadas a la conexión para distintas poblaciones, pero en la parte del contenido y logros de información obtuvimos mucho más de lo esperado, la experiencia en sí ha logrado ser muy fructífera, especialmente desde la perspectiva de convivencia grupal y cultural”, señaló Ramiro Batzin, Coordinador del Programa de Manejo Integral de Recursos Naturales de CICA/Sotz’il.

Como muchos otros sectores, los organizadores de este taller lograron innovar con el uso de la tecnología para brindar seguimiento y atención a las necesidades de intercambio de estas comunidades, convirtiendo el evento en una oportunidad de adaptación para mejorar la comunicación y convivencia de las comunidades.

Eso sí, quedo en evidencia la enorme brecha digital que puede dividir y seccionar las posibilidades de acceso para muchas poblaciones, sobre todo en zonas rurales, algo que definitivamente influyó en aquellas comunidades que tuvieron que movilizarse para lograr una conexión de internet medianamente estable.

De allí que se plantearon el reto para futuras actividades internacionales, brindar la correcta y continua capacitación en el manejo de tecnologías, así como la búsqueda de iniciativas para mejorar las condiciones y facilidades de conectividad de las comunidades más desconectadas.

El evento se realizó el pasado 18 y 19 de setiembre, siendo el primer encuentro de carácter no presencial en contar con la participación de tantas comunidades culturales a nivel internacional.

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