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Human Rights Watch denuncia “crimen de exterminio y actos de genocidio de Israel en Gaza”

Nuevo informe apunta que la deliberada “privación generalizada” de acceso al agua y a otros servicios esenciales “pone en peligro la supervivencia de la población”.

“Las autoridades israelíes han impuesto deliberadamente condiciones de vida diseñadas para causar la destrucción de parte de la población en Gaza, privando intencionalmente a la población civil palestina de un acceso adecuado al agua, lo que con toda probabilidad ha causado miles de muertes”.

Con esa lapidaria información inicia el comunicado mediante el que la organización no gubernamental (ONG) Human Rights Watch (HRW) dio a conocer este jueves los hallazgos de un informe denominado “Exterminio y actos de genocidio: Israel priva deliberadamente de agua a los palestinos en Gaza” (disponible de momento únicamente en inglés), en el cual documenta cómo las autoridades israelíes “han negado intencionalmente a la población de Gaza el acceso a agua potable para beber y las condiciones mínimas de saneamiento necesarias para la supervivencia humana básica”.

HRW logró documentar cómo las autoridades y fuerzas israelíes “cortaron y posteriormente restringieron el suministro de agua por tuberías a Gaza”; pero además cortaron el suministro de electricidad y restringieron el acceso al combustible, con lo cual “dejaron inutilizable gran parte de la infraestructura de agua y saneamiento de Gaza”.

Además “destruyeron deliberadamente infraestructuras de agua y saneamiento y materiales para su reparación y bloquearon la entrada de suministros críticos relacionados con el agua”.

Tirana Hassan, directora ejecutiva de HRW, apuntó que “el agua es esencial para la vida humana, y sin embargo, durante más de un año, el gobierno israelí ha negado deliberadamente a los palestinos en Gaza el mínimo necesario para sobrevivir”, en un acto que “no es simple negligencia; es una política calculada de privación que ha causado miles de muertes por deshidratación y enfermedades, constituyendo el crimen de lesa humanidad de exterminio y un acto de genocidio”.

El comunicado de la ONG recuerda que desde el 9 de octubre de 2023, dos días después de la incursión del grupo Hamás que cobró más de mil muertes en territorios ocupados por Israel, el entonces ministro de Defensa Yoav Gallant anunció un “asedio completo” a Gaza, declarando: “No habrá electricidad, ni comida, ni agua, ni combustible. Todo está cerrado”.

Respecto a la destrucción de infraestructura clave para el acceso al agua, HRW en varios casos logró comprobar que las fuerzas terrestres israelíes “estaban en control de las áreas en el momento de los ataques, lo que indica que la destrucción fue intencional”.

Tal “devastación del sistema sanitario de Gaza”, además ha impedido el registro y reporte sistemático de casos confirmados de enfermedades, dolencias y muertes posiblemente vinculadas a enfermedades transmitidas por falta de acceso al agua potable, deshidratación o hambre.

“No obstante, basándose en entrevistas con profesionales de la salud y epidemiólogos, se estima que miles de personas han muerto como resultado de las acciones de las autoridades israelíes. Estas muertes se suman a las más de 44.000 personas que, según el Ministerio de Salud de Gaza, han muerto directamente debido a las hostilidades”, se añade.

Esa cifra corresponde al momento de elaboración del Informe, sin embargo las muertes de personas civiles palestinas causadas por la ofensiva genocida israelí ya superan 46 mil.

El comunicado añade que “cientos de miles de personas también han contraído enfermedades y afecciones de salud que, con gran probabilidad, han sido causadas o agravadas por la falta de acceso a agua potable”. Entre esas enfermedades se menciona diarrea, hepatitis A, enfermedades cutáneas e infecciones respiratorias superiores. “La privación de agua afecta especialmente a lactantes, mujeres embarazadas y en período de lactancia, así como a personas con discapacidad”, se apunta.

HRW no es una ONG que utilice el término “genocidio a la ligera”. En declaraciones al noticiero independiente Democracy Now, Bill Van Esveld, director para Israel y Palestina de esa organización, explicó que “ésta es la primera vez que encontramos actos genocidas en Gaza”.

Detalló que “no es una acusación que hagamos a la ligera” y que de hecho han usado el ´termino en muy pocas oportunidades a lo largo de la historia de HRW. Recordó que así se hizo en 2017, cuando se acusó al ejército birmano de cometer actos genocidas contra la población rohingyá, así como el genocidio contra la población kurda por parte de Saddam Husseim en los años 90 y en Ruanda en esa misma década.

La comunicación oficial de HRW al respecto destaca que para demostrar el crimen de genocidio se requiere “la comisión de actos genocidas acompañados de intención genocida” y que según la Corte Internacional de Justicia (CIJ), para inferir esta intención a partir de un patrón de conducta del Estado, debe ser “la única inferencia razonable que pueda extraerse” de los actos en cuestión.

“Las conclusiones de Human Rights Watch, junto con declaraciones de funcionarios israelíes que sugieren la intención de destruir a la población palestina en Gaza, podrían apuntar a esta intención”, se acotó.

Human Rights Watch también documentó “declaraciones de altos funcionarios israelíes que pidieron el corte de agua, combustible y ayuda y que junto con las acciones emprendidas, equivalen a una incitación directa y pública al genocidio”.

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