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“Hay frustración, angustia e ira en una gran parte de nuestra sociedad”

“Hay frustración, angustia e ira en una gran parte de nuestra sociedad”, afirma el catedrático de economía en la Universitat de Barcelona, Antón Costas

“Hay frustración, angustia e ira en una gran parte de nuestra sociedad”, afirma el catedrático de economía en la Universitat de Barcelona, Antón Costas, en un artículo publicado la semana pasada en el diario catalán La Vanguardia.

¿Cuál es la fuente que alimenta el malestar social?, se pregunta. En su criterio, la causa principal de esa frustración “es que la economía ya no sirve al bien común, a los intereses de la mayoría. Solo beneficia a unos pocos”.

En el próximo mes y medio Europa será escenario de grandes luchas políticas. El 10 de abril una cumbre europea decidirá sobre la solicitud de una nueva prórroga para la entrada en vigencia del Brexit, la medida por el cual Gran Bretaña dejará de pertenecer a la Unión Europea (UE). Por ahora, eso debe ocurrir el próximo 12 de abril, sea en su forma “dura” o en su forma “negociada”. Nadie en Europa parece querer la “dura”, un formato de salida sin negociación de un acuerdo previo, pero la “negociada” no ha sido, hasta ahora, posible.

La primera ministra británica, Theresa May, ha solicitado una nueva prórroga, hasta el 30 de junio, para seguir intentado la negociación que permita llegar a un acuerdo en el parlamento británico. Pero nada asegura que sus socios europeos se la concedan nuevamente, pues se necesita un acuerdo unánime de los países que integran la UE. Si se la conceden tampoco será sencillo, pues ha quedado en evidencia la dificultad de llegar a un acuerdo en Gran Bretaña. A ello se suma el hecho de que el país deberá participar de las elecciones para el parlamento europeo, que se llevarán a cabo entre el 23 y el 26 de mayo próximos, aunque ningún partido parece estar listo para competir en esos comicios.

Pero esas elecciones no serán las únicas en las próximas semanas. El 28 de abril habrá elecciones generales en España. Una encuesta publicada la semana pasada por el Periódico de Cataluña confirmaba una tendencia de crecimiento del Partido Socialista, que podría pasar de 85 diputados a unos 130 en una legislatura de 350 escaños, mientras Podemos, un eventual aliado a la izquierda, veía caer su apoyo entre el electorado, pasando de 71 a 30. A la derecha, el Partido Popular sufría una caída de 137 escaños a unos 85, mientras que Ciudadanos crecía, pasando de 32 a cerca de 50. VOX, también de derecha, entraría al parlamento con cerca de 22 escaños. Diversos partidos nacionalistas se repartirían los otros puestos, un escenario en el que podría ser difícil conformar una mayoría sólida para formar gobierno.

Elecciones europeas

Después de las elecciones españolas vendrán las parlamentarias europeas, en la última semana de mayo. La expectativa crece mientras Steve Bannon, un exasesor del presidente norteamericano Donald Trump, trata de consolidar un sector de la derecha europea contraria al actual proceso de integración. Su organización, llamada “El Movimiento”, tiene su sede en Bruselas y ha ido sumando apoyos, especialmente en Italia, donde el primer ministro, Matteo Salvini le ha dado su adhesión, pero también en otros países europeos.

La elección ha tensado las fuerzas políticas en Europa del este. En Polonia la oposición espera avances contra un gobierno simpático a las propuestas de Bannon, mientras en Hungría es el primer ministro Viktor Orbán, también cercano a Bannon, el que parece contar con la posibilidad de consolidar su posición.

En todo caso, no es solo en Europa del este donde reina la incertidumbre. “Francia encara las elecciones europeas en uno de los escenarios más caóticos de las últimas décadas”, estimó el analista español Eduardo Saldaña, con la irrupción del movimiento de los chalecos amarillos, “que se suman a la progresiva descomposición y atomización de sus partidos tradicionales”. Pero también en Alemania han irrumpido en el escenario político otros grupos de derecha, además de los demócrata cristianos y sus aliados, los socialcristianos bávaros que han dominado el gobierno en los últimos años.

Escenario mundial de la derecha

No solo Europa es escenario del surgimiento de nuevas fuerzas políticas de derecha. También en América Latina han ido ganando posiciones, desde los triunfos de Mauricio Macri en Argentina, en 2015; o de Sebastián Piñera, en Chile; y de Iván Duque, en Colombia, en 2018.

Este giro se consolidó con el apoyo de Perú y de Ecuador a esas posiciones y ganó especial atención mediática con el triunfo de Jair Bolsonaro, quien asumió el poder el 1 de enero de este año en Brasil.

Aupado al poder por los militares, gracias a un proyecto del entonces comandante del ejército, el general Eduardo Villas Bôas, con el respaldo al juez Sergio Moro y a la Operación Lava-Jato, Bolsonaro triunfó gracias a las medidas adoptadas para condenar el expresidente Luis Inacio Lula da Silva e impedir que fuera candidato.

El pasado 31 de marzo, en un nuevo aniversario del golpe militar de 1964, Bolsonaro ordenó la celebración de la fecha en los cuarteles, mientras desde el palacio de gobierno se difundía un video de casi dos minutos en el que se alaba el ejército por haber salvado a Brasil de una “revolución comunista” que estaba, supuestamente, a punto de asaltar el poder.

Está en curso en Brasil un revisionismo histórico con base en la negación y la manipulación de los hechos, promovido por la “nueva derecha” y por el propio gobierno de Bolsonaro, quien en una reciente visita a Israel defendió la tesis de que el nazismo era un gobierno de “izquierda”, recordó la emisora alemana DW.

Movimiento similar está en curso en Uruguay. Prensado entre los gobiernos conservadores de Argentina, Paraguay y Brasil, el excomandante del ejército, general Guido Manini, destituido por el presidente Tabaré Vázquez el 12 de marzo pasado, aspira a encabezar una papeleta presidencial de cara a los comicios del próximo 27 de octubre.

Vázquez destituyó no solo a Manini, sino también a su sucesor, el general José González, y al ministro y viceministro de Defensa, tan solo dos semanas después, junto con otros general integrantes de un tribunal militar que negó conductas deshonrosas a otros dos colegas, convictos de decenas de crímenes durante la dictadura que entre los años 1973 y 1985 gobernó Uruguay. Uno de ellos, el coronel Jorge Silveira, confesó la desaparición de la nuera del poeta Juan Gelman, María Claudia García de Gelman, detenida en 1976 en Argentina, embarazada, y trasladada a Uruguay, donde luego la asesinaron e hicieron desaparecer. Su hija fue dada en adopción en Uruguay.

Israel en Centroamérica

En Centroamérica, donde también crece la inestabilidad política, Israel apoya los gobiernos conservadores de Honduras y Guatemala, con un programa de suministro de armas a ambos países, como explicó Gabriel M. Schivone, investigador visitante en la Universidad de Arizona, en un artículo titulado “El gran salto de la industria armamentista israelí en América Central.

“Israel no ha perdido tiempo en conseguir valiosos contratos de armas en esta parte del mundo, acuerdos que ahora representan casi el 20% de sus exportaciones de armas”, afirmó Schivone.

El académico norteamericano recordó que ya en enero del 2017 el historiador Greg Grandin había recomendado a los interesados en comprender la política de Trump en la región y el papel de Israel en esa política, en un artículo publicado en The Nation, mantener un ojo en Honduras.

Desde que se firmó el acuerdo de cooperación de seguridad entre Israel y Honduras en 2016, por $200 millones, en 2016 –señaló Grandin–, la cooperación ha seguido evolucionando y expandiéndose y, en su momento, fue alabada por el presidente hondureño Juan Orlando Hernández como un “gran salto” para el ejército de ese país.

El Salvador

A esa situación inestable en Centroamérica posiblemente se sumará la del nuevo gobierno de El Salvador. Nayib Bukele, electo el pasado 15 de febrero, asumirá el poder el 1 de junio, pero aún no ha designado un equipo encargado de la transición del poder, ni ha anunciado su programa o los miembros de su gabinete.

La semana pasada acusó en Twitter tanto al presidente de Nicaragua como el de Honduras de estar en el poder por la fuerza, “a costa de muchos muertos y sin legitimidad democrática”. En otra nota afirmó parecer “que la narco dictadura de Honduras teme por la erosión de su apoyo en Estados Unidos”. “Hace bien”, agregó, “pues tener un hermano preso por narcotráfico no le ayudará en sus pretensiones políticas a futuro”. El presidente hondureño, cuya reelección solo fue posible gracias al fraude electoral denunciado por los más diversos medios internacionales, anunció que no asistirá a los actos de toma de posesión de Bukele.

Bukele ha hecho su primer viaje después de las elecciones a los Estados Unidos, donde se reunió con los sectores más conservadores del país, y el 13 de marzo pronunció una conferencia en la Fundación Heritage. La convocatoria anunciaba una presentación sobre sus planes para luchar contra la corrupción y promover el crecimiento económico.

En su discurso afirmó también que “si China no nos respeta, no podemos tener relaciones con ellos, no importa si son la segunda economía más grande”.

El escenario norteamericano

Activo en toda América Latina, especialmente en su lucha contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, pero también renovando medidas del bloqueo contra Cuba y promoviendo la construcción de un muro en la frontera con México, la situación económica y política por la que atraviesa Estados Unidos provoca polémica.

Con la economía creciendo un 3% y con muy bajo desempleo, el gobierno no oculta su satisfacción. Pero esos resultados no parecen asegurar estabilidad. Por el contrario, se multiplican las advertencias sobre el riesgo de una próxima recesión, aun más grave que la desatada el 2007-2008.

El annus horribilis en la Casa Blanca se aprecia en el terreno económico, afirmó el analista Diego Herranz en el diario español Público el pasado 1 de abril. Herranz se refirió al déficit presupuestario y comercial, “ambos desbocados”, a los que se suma una “deuda desorbitada” superior ya al PIB norteamericano.

“En los cuatro primeros meses del año fiscal 2019 -desde octubre a enero- se han añadido $310 mil millones al déficit fiscal, un 77% más que en el mismo periodo del año precedente. Fruto inexorablemente de la doble y agresiva -a los ojos de no pocos expertos tributarios y economistas–, rebaja fiscal a las rentas personales y a los beneficios empresariales, que entró en vigor a finales de 2017, valorada en $1,5 billones”.

Eric Toussaint, economista, docente de la Universidad de Liège, Bélgica, y portavoz del Comité para la abolición de las deudas ilegítimas (CADTM), publicó también el 1 de abril un largo artículo en el que señala que “los elementos de una nueva crisis financiera internacional se acercan”. (el artículo puede ser visto en http://www.cadtm.org/La-crisis-economica-y-los-bancos-centrales–). “No se sabe cuando va a explotar, pero ciertamente su impacto sobre todo el planeta será muy grande”.

Toussaint hace referencia al crecimiento de las deudas privadas de las empresas en los países desarrollados y a la burbuja especulativa que afecta el precio de los activos financieros –incluyendo las bolsas de valores y los títulos de la deuda pública–, además de una nueva burbuja inmobiliaria que crece en países como Estados Unidos y China.

Advierte también contra las políticas de los bancos centrales de Estados Unidos y de la eurozona de otorgar enormes recursos a los bancos a tasas de interés cero o muy reducidas, un mecanismo que los impulsa a comprar bonos de la deuda pública, aun los de dudosa calidad (como quedó en evidencia en el caso de Grecia), pues estiman que sigue siendo una manera segura de invertir su gran liquidez. “Cuando un Estado quiere hacer un préstamo de mil millones de euros, los bancos ofrecen cuatro, o todo lo que tienen disponible”, afirmó. Lo que puede explicar la decisión de Costa Rica de ofrecer eurobonos, como salida para financiar su déficit.

Toussaint concluye su artículo con una frase que recuerda la de José Figueres, cuando nacionalizó la banca: “la actividad bancaria es demasiado seria para dejarla en manos del sector privado”.

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