La próxima reunión del denominado Grupo de los Siete (G7) en Canadá, se verá marcada por la guerra comercial que el presidente estadounidense Donald Trump ha declarado a sus socios comerciales de Norteamérica y a la Unión Europea (UE).
Ello se vislumbra a partir de declaraciones ofrecidas por el primer ministro canadiense Justin Trudeau este miércoles 6 de junio, quien de acuerdo con la agencia France Press (AFP), dijo que “habrá conversaciones francas y en ocasiones difíciles en torno a la mesa del G7, particularmente con el presidente estadounidense, sobre comercio, sobre aranceles”.
Trudeau se refirió al tema durante un encuentro con los periodistas en el parlamento federal. Además, informó que rechazó una propuesta del gobierno de los Estados Unidos, en el sentido de sustituir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que incluye a México, por un acuerdo bilateral.
“La posición de Canadá es, y siempre ha sido, que el modelo trilateral que tenemos es realmente mejor para Canadá, México y Estados Unidos”, dijo Trudeau, al tiempo que añadió que “seguimos convencidos de que el TLCAN es extremadamente positivo”.
Fue el pasado lunes que Larry Kudlow, asesor económico de Trump, llevó la propuesta personalmente a un alto funcionario del gobierno canadiense, según lo informó el martes a la cadena Fox News en declaraciones consignadas por AFP.
Sin embargo, este miércoles el Primer Ministro canadiense más bien insistió en la necesidad de “demostrar la fortaleza del TLCAN como una sólida comunidad ante el mundo nos beneficia enormemente a los tres y continuaremos negociando de esta manera”.
El TLCAN entró en proceso de renegociación a instancias de Trump. La posibilidad e que sea sustituido por acuerdos bilaterales también fue rechazada por el secretario de Economía del gobierno mexicano Ildefonso Guajardo, en declaraciones recogidas por el medio El Financiero.
GUERRA COMERCIAL
El G7 es autoconformado por países de peso hegemónico global por su poderío económico o militar. Se trata de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, el Reino Unido y Japón.
Cuando este grupo incluye a Rusia, se denomina G8. Sin embargo, las tirantes relaciones entre occidente y ese país han generado un serio distanciamiento.
La próxima cumbre del G7 se realizará el 8 y 9 de junio en Quebec y será atendida, además de por el anfitrión Trudeau y Trump, por Ángela Merkel, canciller alemana; Emmanuel Macron, presidente francés; Theresa May, primer ministra del Reino Unido, Giuseppe Conte, primer ministro italiano, y el primer ministro japonés Shinzo Abe.
También estarán presentes Jean-Claude Junker, presidente de la Comisión Europea, y Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo.
Se supone que esta nueva cumbre serviría para tratar temas como cambio climático y salud de los océanos, empoderamiento de las mujeres e igualdad de género o seguridad y paz, pero las decisiones del gobierno de Trump en materia comercial apuntan a una verdadera guerra comercial que incidirá en la reunión.
Un balde de agua fría cayó sobre los principales aliados políticos, comerciales y militares de Estados Unidos, cuando a finales de mayo, la administración Trump anunció el fin de una exención de impuestos a las importaciones de acero y aluminio.
Así, se cobrará un impuesto del 25% al acero y del 10% al aluminio provenientes de Canadá, México y la UE.
Ello se suma a la actitud asumida desde inicios de abril, cuando Trump se enfrascó en una fuerte retórica de “guerra comercial” con el gobierno de China.
Ya en mayo el Ejecutivo estadounidense dio a conocer una serie de compromisos que su gobierno le presentó al de Xi Jin Pin, considerados como inaceptables pues apuntan, entre otras cosas, a que la balanza comercial entre ambas naciones (que actualmente favorece a China en $34.700 millones), en dos años se incline a favor de Estados Unidos en $200 mil millones.
