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Foro sobre seguridad discute tensiones en Mar del Sur de China

“Durante más de 40 años nuestra región ha visto el mayor surto de crecimiento económico y desarrollo humano que el mundo haya visto nunca

 

 

“Durante más de 40 años nuestra región ha visto el mayor surto de crecimiento económico y desarrollo humano que el mundo haya visto nunca, pero no debemos hacernos ilusiones; si queremos mantener nuestro dinamismo deberemos preservar una estructura basada en reglas. Esto significa cooperación, no acciones unilaterales para apropiarse o crear territorios o militarizar áreas en disputa”, dijo el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, en el discurso inaugural del “Diálogo de Shangri-La”.

Se trata de un foro que todos los años organiza en Singapur el International Institute for Strategic Studies, una institución con sede en Londres, para discutir temas de seguridad y defensa en la región. Ministros, militares y otros funcionarios del área de seguridad nacional de los países de Asia-Pacífico se reúnen durante tres días en la capital singapurense para pasar revista a la situación.

Invitado para pronunciar el discurso inaugural, Turnbull puso en el centro de su intervención el papel cada vez más protagónico de China en la zona y la disputa en torno a islas y atolones en el mar del Sur de China, que reivindican diversos países, entre ellos Vietnam, Malasia, Filipinas, Taiwán y la misma China, que se ha transformado en uno de los puntos de tensión en las relaciones entre Beijing y Washington.

“El Sr. Turnbull habló de la ansiedad provocada por una China más poderosa y advirtió contra su rechazo a un orden basado en reglas, sobre temas territoriales como la disputa en el mar del Sur de China”, decía Annika Smethurst, del News Corp Australia Network, luego del discurso del primer ministro australiano.

Australia ha sido acusada de estar estrechamente alineada con Estados Unidos, cuya presencia militar en la región es creciente. Su gobierno rechazó este año sumarse a la Ruta de la Seda, el gran proyecto de inversiones en infraestructura lanzado por China que unirá Asia con Europa y África, apoyado por enormes recursos financieros, por estimar que la propuesta no está adecuadamente definida. Teme también que se trate de un intento por consolidar alianzas en la región a costa de reducir la influencia norteamericana.

Australia también había rechazado, en 2014, la invitación, para sumarse otra iniciativa china, el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura.

Definir las reglas

La delegación militar china en la cita de Singapur estuvo encabezada por el teniente general He Lei, vicepresidente de la Academia de Ciencia Militar del ejército chino.

“Las reglas internacionales –afirmó He Lei– deben reflejar un consenso entre todos los países de la región y no ser definidas por un solo país, deben reflejar los intereses comunes y los valores de la región”.

El Diálogo de Shangri-La se ha transformado en un escenario incómodo para China que ha venido desde entonces reduciendo el nivel de su representación a esa cita. En 2011 el jefe de la delegación fue el ministro de Defensa, general Lian Guanglie. Pero, desde entonces, la delegación no ha estado encabezada por funcionarios de este nivel.

El tema ya había sido tratado por la delegación china el año pasado, encabezada entonces por el segundo al mando del Departamento del Comité Conjunto de la Comisión Militar Central, el almirante Sun Jianguo. No queremos crear problemas, pero no los tememos”, dijo el almirante, en un duro discurso.

“La declaración es una respuesta clara a las provocaciones en el Mar del Sur de China. La construcción de infraestructura en las islas de la región busca salvaguardar la soberanía china y no tiene la intención de crear problemas. Pero, si hay una provocación del exterior, la declaración dejó claro que China tiene la capacidad económica y militar para defenderse y está preparada para hacerlo”, estimó Gu Xiaosong, experto en estudios del sudeste asiático, en la Academia Guangxi de Ciencias Sociales.

El entonces Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, había considerado cualquier instalación de armas antiaéreas en las islas como un “acto provocador y de desestabilización”.

”El discurso del almirante Sun fue sorprendentemente agresivo, pero dejó muy clara la posición china sobre la seguridad regional”, comentó, Sanjaya Baru, director del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de la India.

Paz

“China ha sido el país que más ha ganado con la paz y la armonía que han prevalecido en la región y será quien más perderá si esa paz es amenazada”, estimó Turnbull.

“Nuestra región incluye la tercera mayor economía, la sofisticada, capaz y desarrollada de Japón; un gigante en crecimiento en India, capaz de alcanzar a la misma China; la cuarta nación más poblada, una crecientemente confiada y próspera Indonesia; sin hablar de la determinación y capacidad de Australia de reivindicar y defender sus intereses”, añadió el australiano.

El general James Mattis, Secretario de Defensa de Estados Unidos, quien también participó en el Diálogo de Shangri-La, reiteró las acusaciones ya hechas por Turnbull contra China, de militarizar las islas del mar del Sur de China, acciones que, según Washington, “van en contra de las normas internacionales”.

“No podemos aceptar y no aceptaremos cambios unilaterales y coercitivos en el actual estado de cosas”, dijo Mattis sobre la ocupación de islotes que China reivindica, en algunos de los cuales ha construido instalaciones militares.

La posición norteamericana, sin embargo, fue matizada por la afirmación de Mattis de que su país seguirá trabajando con China para limitar el avance del programa nuclear norcoreano. Tanto China como Estados Unidos defienden la idea de una península de Corea desmilitarizada y Beijing ha reiterado que no tolerará un conflicto armado en la región.

“Esto no es Medio Oriente”, dijeron las autoridades chinas, que han expresado también su preocupación por el despliegue de cohetes antimisiles en Corea del Sur por parte de Washington, una acción que altera el equilibro de fuerzas en la región.

Sobre este tema, no solo Beijing ha expresado preocupación; Moscú también ha expresado su preocupación, ha advertido de que no asistirá “de brazos cruzados” a la instalación de esos misiles, que esta semana han quedado listos para operar.

Para medios chinos, Australia es un “verdadero aliado de los Estados Unidos.

El Global Times estimó que en su discurso Turnbull “usó un considerable número de párrafos para expresar un visión pesimista sobre China; señalando que algunos “temen que China esté buscando imponer  una trasnochada Doctrina Monroe en ese hemisferio para dominar la región, marginando el papel y la contribución de otras naciones, en particular de Estados Unidos”.

El senador republicano, John McCain, les sugirió esta semana a las autoridades australianas, en Sidney, que consideraran realizar patrullajes conjuntos con Estados Unidos en el mar del Sur de China.

En San Petersburgo

Mientras en Singapur se desarrollaba el Diálogo de Shangri-La, en la ciudad rusa de San Petersburgo se llevaba a cabo un foro económico anual, que algunos califican como el “Davos ruso”, en referencia a la reunión de esa ciudad suiza a la que asisten anualmente algunos de los mayores empresarios del mundo.

Como todos los años, desde 1997, algunos de esos empresarios se  reúnen en San Petersburgo par asistir a ese foro económico. El de este año tuvo como tema “La búsqueda de un nuevo equilibro en la economía internacional”.

En el discurso inaugural, el presidente ruso, Vladimir Putin, destacó los logros económicos de su país, a pesar de las sanciones económicas que Occidente le impuso a raíz del conflicto en Ucrania.

Pese a eso, dijo Putin, el país ha empezado a salir del bache económico en que había caído, con un crecimiento del 1,4% en abril pasado. “Las inversiones crecieron siete mil millones de dólares, lo que representó nuestro mejor desempeño en los últimos tres años”, agregó el mandatario.

Analistas presentes en San Petersburgo hacen referencia a dos influyentes personajes rusos en la cita: el exministro de Economía, Alexei, Koudrine y el representante de los empresarios ante el Kremlin, Boris Titov. El primero, que defendía reformas liberales para la economía, dejó el gobierno en 2011 por discrepancias con el presidente de entonces y hoy Primer Ministro, Dimitri Medvedev. Titov, un magnate de los vinos, culpa la austeridad, propuesta por Koudrine, por los problemas de la economía, pide inversiones públicas y una política de tasas de interés bajas, para facilitar las inversiones.

Ambos han expuesto ampliamente sus tesis en la cita, sin enfrentarse nunca personalmente, en el marco de una disputa que deberá resolverse antes de las elecciones de marzo próximo, cuando probablemente Putin tratará de reelegirse en su cargo.

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