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Evo Morales habría ganado limpiamente, según expertos de MIT

Científicos contratados por el Instituto Tecnológico de Massachusetts hicieron análisis estadístico y determinaron que el triunfo de Morales fue consistente con los resultados previos a que se detuviera el conteo de votos.

Estadísticos del Laboratorio de Datos y Ciencia Electoral (MEDSL) del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) analizaron el comportamiento de las tendencias en el conteo de votos de las elecciones del 20 de octubre en Bolivia y determinaron que si bien se dio un corte en la transmisión de resultados electorales preliminares (TREP), el conteo final fue consistente con las tendencias ya observadas antes de ese corte.

Los científicos John Curiel y Jack R. Williams divulgaron esta semana un estudio en el sitio web del MEDSL, sucintamente titulado “Análisis de la elección de Bolivia de 2019”, en el que afirman que la tendencia de los votos contados antes de que se detuviera la TREP ya permitía prever que el depuesto presidente Evo Morales lograría una ventaja “de un margen de al menos 10,5 puntos porcentuales”. También pubicaron un artículo en el Washington Post.

En las conclusiones del estudio aseveran que “los datos contradicen” el alegato de la Organización de Estados Americanos (OEA) de que al detener la TREP en la elección boliviana se produjo una anomalía en la tendencia de los votos.

Las conclusiones del estudio apuntan que ante las tendencias electorales observadas, “si bien hubo un corte en el reporte de los votos, lo sustancial de esos votos reportados posteriormente pudo ser determinado antes del corte. Por lo tanto, no podemos encontrar resultados que nos lleven a las mismas conclusiones que la OEA. Encontramos que es muy probable que Morales lograra el margen de 10% requerido para ganar la elección en la primera ronda del 20 de octubre”, se lee en las conclusiones del estudio.

Análisis

En esas elecciones, Evo Morales buscaba reelegirse para un cuarto mandato al frente del Movimiento al Socialismo (MAS), algo que la normativa del país se lo impedía y que fue rechazado en un referendo en febrero de 2016.

Sin embargo, con argumentos muy similares a los alegados en Costa Rica respecto al caso de Óscar Arias, el Tribunal Constitucional facultó a Morales para participar en las elecciones.

De acuerdo a la normativa boliviana, para ganar en primera ronda se requería lograr el 40% de los votos y una ventaja mínima de 10% sobre el rival más cercano.

El estudio de Curiel y Williams recuerda que ese 20 de octubre la TREP se detuvo a las 7:40 p.m., cuando llevaba un 84% de las actas electorales que serían contabilizadas en el conteo definitivo y cuando Morales tenía una ventaja del 7,87% sobre el expresidente opositor Carlos Mesa.

Al día siguiente, luego de que una misión de la OEA reclamara el reinicio de la TREP, poco antes de las 7 p.m. las autoridades electorales anunciaron que con el 95% de los votos, Morales superaba el margen de 10% de ventaja.

Entonces, la misión de la OEA, jefeada por el excanciller costarricense Manuel González, emitió una declaración en el que se refirió al corte en la TREP como un “cambio inexplicable de tendencia que modifica drásticamente el destino de la elección y genera pérdida de confianza en el proceso electoral”.

A pesar de que el mismo Morales se mostró anuente a repetir las elecciones, los movimientos de protesta crecieron con apoyo de algunos medios de comunicación internacionales y tras presiones públicas de los militares, Morales renunció al poder y dejó el país para asilarse primero en México y luego en Argentina.

Tras consumar el golpe de Estado, la oposición colocó en el poder a la política cristiana Yanine Áñez. Las elecciones están convocadas para el 3 de mayo y de momento las encuestas muestran como amplio favorito a Luis Arce, del MAS, seguido por Mesa, con Áñez en el tercer lugar.

En primer lugar, Curiel y Williams observaron que los resultados finales oficiales de la elección del 20 de octubre muestran de manera consistente una tendencia favorable a Morales y al MAS en los conteos tanto de las papeletas presidenciales como de las legislativas. De hecho, encontraron que ya desde que se había contabilizado un 20% de las mesas en la TREP, se apreciaba una tendencia favorable al depuesto expresidente y a su partido.

Además, encontraron una muy alta correlación (es decir, un alto nivel de coincidencia estadística) entre la tendencia favorable a Morales cuando se detuvo la TREP y el resultado final oficial. Dicho de otra forma, el resultado final es consistente con la tendencia observada en el conteo -validada por la misma OEA- antes de la interrupción.

Finalmente los investigadores, basados en esa tendencia favorable a Morales, corrieron 1.000 simulaciones respecto a los votos recibidos por el MAS y la opositora Comunidad Ciudadana (CC), y encontraron que el resultado esperable era una victoria del indígena cocalero con una ventaja de 10,5%.

De hecho, afirmaron que “no podemos encontrar evidencia de una tendencia irregular” al aplicar los resultados validados por la OEA y el temprano apoyo percibido por Morales en las simulaciones.

Al respecto, dijeron que en primer lugar no hay ninguna “modificación drástica” en el apoyo a Morales, como lo dijo la misión de la OEA, al darse el parón en la TREP y que el mayor apoyo para la CC se dio en los conteos iniciales. Añaden que en el caso del expresidente “su margen de victoria puede ser enteramente explicado por los buenos resultados que obtuvo antes de que se detuviera la TREP”.

Defensa de la OEA

En una carta el viernes a los editores del Post, el jefe de gabinete de la Secretaría General e la OEA, Gonzalo Koncke, dijo que el artículo de Curiel y Williams “contiene múltiples falsedades, inexactitudes y omisiones” y subrayó que los resultados de la misión del organismo “demuestran inequívocamente que hubo ‘manipulación intencional’ de las elecciones“.

“La OEA continúa respaldando su trabajo y continuará alertando sobre todos y cada uno de los esfuerzos, como éste, por manipular la opinión pública”, aseguró según infornación divulgada por AFP.

El viernes, la cancillería mexicana divulgó una carta enviada por su misión permanente ante la OEA a la Secretaría General encabezada por Luis Almagro, agradeciendo “ampliamente” la aclaración “por escrito” de las discrepancias entre ambos informes.

Además, pidió que “se solicite a investigadores especializados independientes la elaboración de un análisis comparativo de las conclusiones” de ambos reportes.

La misiva presenta el análisis de Curiel y Williams como una investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), pero el estudio no fue hecho por la prestigiosa universidad estadounidense.

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