Mundo Chile 2016

Elecciones municipales dejan mal parada la coalición de gobierno

Dura derrota, con histórica abstención, titulaba el lunes la prensa en Santiago luego de unas elecciones municipales que unos interpretan como anticipo

Dura derrota, con histórica abstención, titulaba el lunes la prensa en Santiago luego de unas elecciones municipales que unos interpretan como anticipo de las presidenciales y parlamentarias del año próximo, pero que otros prefieren destacar, con prudencia, como dos escenarios distintos.

El expresidente Ricardo Lagos, que ya anunció su intención de disputar la candidatura de la coalición que hoy gobierna Chile para suceder a la presidente Michelle Bachelet, eligió el comando de la candidatura derrotada de la actual alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, para hablar a sus partidarios.

Su único rival hasta ahora, el también expresidente Sebastián Piñera, tuvo más suerte. En el comando de Evelyn Matthei celebró la victoria en la acomodada comuna de Providencia, que la derecha recuperó después de una inesperada derrota en las municipales anteriores.

Matthei, hija de un general de la Fuerza Aérea que integró la junta militar en la última etapa de la dictadura que gobernó Chile entre 1971 y 1990, fue derrotada en la disputa por la presidencia de la República por la actual presidente Michelle Bachelet.

Es, sin embargo, una figura emblemática de la derecha chilena y su triunfo en estas elecciones municipales, con el 53% de los votos, fue un excelente escenario para la celebración de Piñera.

Decepción

Con la carrera presidencial apenas empezando, las elecciones municipales eran leídas de diferente forma por los dos grandes conglomerados políticos chilenos. Una abstención de 65% llamó la atención de los medios, que destacaban la creciente distancia entre los ciudadanos y la política.

Pero ni la gobernante Nueva Mayoría, ni la coalición opositora Chile Vamos, dejaron de aprovechar la ocasión para expresar su opinión sobre el momento político del país.

El expresidente Ricardo Lagos (2000-2006), que acababa de confirmar sus renovadas aspiraciones presidenciales al nombrar generalísimo de su campaña, la semana pasada, a Máximo Pacheco, hasta entonces ministro de Energía del Gobierno de Bachelet, habló, incómodo, en el enrarecido aire del comando de Tohá.

La derrota de la alcaldesa de Santiago, que aspiraba a la reelección, resultó inesperada. Tanto Lagos como Tohá son miembros del Partido por la Democracia (PPD), un partido “instrumental” creado para agrupar las fuerzas que luchaban con la dictadura y que, desde su caída en 1990, se encontró cómodo integrando una coalición que, salvo en el período de Piñera (2010-2014), ha venido gobernando el país.

La propia presidente Bachelet se refirió a los resultados y señaló que “hemos tenido debilidades en algunas comunas y, como coalición, a veces hemos mostrado más divisiones que unidad en torno a los temas que, de verdad, importan a los ciudadanos”.

El PPD fue el partido más golpeado por los resultados electorales del domingo. “No podemos desconocer lo que las urnas nos han dicho”, dijo Lagos poco después de conocerse el resultado de la votación para la alcaldía de Santiago. “Debemos reponer energías, hacer análisis profundos”, agregó.

Lagos

El expresidente quiso, sin embargo, hacerse presente y asumir la representación de la coalición gubernamental. Lagos ya había anunciado –antes de conocerse el resultado electoral– que este mismo lunes iniciaría una gira por el país. La idea era dar inicio a su campaña, aún en medio de la crítica de quienes, en el gobierno, estiman demasiado pronto para hacerlo. Del mismo modo hay quienes critican la salida del ministro de Energía, Máximo Pacheco, uno de los mejores evaluados en el gabinete de Bachelet, para sumarse a su campaña.

El gobierno atraviesa una situación de debilidad, con una opinión favorable apenas superior al 20%. Consultado por el diario El Mercurio, Pacheco rechazó las afirmaciones de que una eventual candidatura de  Lagos no “ha prendido”. Si se revisan las encuestas, afirmó, “hay un porcentaje muy alto de personas que, a quince meses de la elección, no tiene candidato: un 75%”. “Quedan muchos meses”, agregó; “esto es una carrera de largo aliento”.

Sin embargo, para La Tercera, diario cercano a la oposición al Gobierno Bachelet, la “dramática derrota del Gobierno y de la Nueva Mayoría complica el escenario presidencial del oficialismo”.

Además de la candidatura de Lagos, su excanciller y exsecretario general de la OEA, José Miguel Insulza, también ha expresado interés en postularse. Miembro del Partido Socialista e integrante de la coalición Nueva Mayoría, Insulza quisiera que su partido se defina pronto frente al proceso electoral y defiende la realización de una primaria interna para decidir quién será el candidato de la coalición.

Insulza, que en algún momento había dicho que no postularía su nombre frente a una eventual precandidatura de Lagos, parece estar interesado ahora en presentarse; de modo que su nombre se sumaría a una lista a la que se suma también el de la senadora Isabel Allende. “Ha sido un resultado bastante adverso para la Nueva Mayoría”, dijo Allende, al comentar los resultados de las elecciones municipales.

Piñera

Para la oposición conservadora, el ambiente era muy distinto. Un Piñera eufórico abrazaba a Evelyn Matthei y a Felipe  Alessandri quien, con un 46,7% de los votos, logró un triunfo inesperado en la emblemática comuna de Santiago. Matthei, con 53,2%, se impuso en Providencia a Josefa Errázuriz, que alcanzó 42,2%.

“Piñera capitaliza victorias en batallas emblemáticas”, señaló La Tercera, quien estimó que los resultado potencian su opción para volver a La Moneda, el palacio de Gobierno chileno.

El cambio ha triunfado hoy, dijo Piñera, prometiendo “tiempos mejores” para una derecha que aspira a retornar al poder. “Hay, hemos dado un gran paso para ese cambio que Chile necesita”, agregó.

Un triunfo de Piñera el año próximo consolidaría la tendencia conservadora que se ha impuesto ya en Paraguay, Argentina y Brasil.

Sorpresa

Sin embargo, la sorpresa mayor de estas elecciones fue el amplio triunfo de Jorge Sharp en el puerto de Valparaíso, la segunda ciudad más importante del país. El candidato del Movimiento Autonomista logró el 53% de los votos, más que los representantes de los dos partidos mayoritarios juntos.

Sharp, de 31 años, representa los nuevos movimientos encabezados por jóvenes que iniciaron sus carreras políticas en las manifestaciones estudiantes y que hoy encabezan en el Congreso fuerzas que despiertan creciente interés político.

En este caso, el alcalde electo de Valparaíso, aliado del diputado Gabriel Boric, logró agrupar a la izquierda a independientes y a humanistas. Su candidatura había sido destacada por el diario británico The Guardian que en un reportaje el pasado 21 de octubre, en donde se le calificó como la “cara de una revolución silenciosa, que ha venido ocurriendo en Chile desde que los movimientos estudiantiles irrumpieron en la política exigiendo reformas en su sector”.

“La gente no confía, ni se siente cercana a las grandes coaliciones políticas y está buscando nuevas alternativas”, dijo Sharp al diario británico, antes de las elecciones. “El modelo económico y social no trajo el bienestar social que se prometió”, agregó; señalando también que “lo que está ocurriendo en Chile pasa también en otros países del mundo, particularmente en España e Inglaterra”.

En todo caso, es todavía temprano para imaginar el peso de una nueva alternativa en las elecciones nacionales del año próximo.

 

 

 

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