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El Brexit es una oportunidad para la Unión Europea, señalan analistas

Analistas estiman que con los británicos ni siquiera se habría podido acordar el multimillonario plan de reactivación para enfrentar la crisis económica generada por el COVID-19, porque siempre se opusieron a los proteccionismos comerciales y a las políticas integración, como la moneda única.

La retirada del Reino Unido de la Unión Europea es una pérdida innegable para el bloque europeo, pero la ruptura con un socio desconfiado y difícil podría ser una oportunidad única para la UE, apuntan expertos.

“Ha sido un largo camino. Es el momento de dejar atrás el Brexit. Nuestro futuro se construye en Europa”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al anunciar el acuerdo comercial con Londres que evitará un traumatismo mayor tras la entrada en vigor de este divorcio el viernes.

La salida británica de las instituciones de la UE y de la unión aduanera representa para los europeos la exclusión de su segunda mayor economía y una potencia nuclear, aunque también saca del escenario a un actor escéptico a una integración más profunda.

“El Reino Unido nunca ha estado a favor del surgimiento de una seguridad europea autónoma. Siempre ha defendido el papel central de la OTAN”, apuntó Pierre Vimont, investigador asociado de Carnegie Europe.

“Sin embargo, tras el referéndum sobre el Brexit, fue precisamente el momento en que empezó a surgir la idea de una defensa europea”, señaló.

Aunque ahora esté totalmente fuera de la UE, el Reino Unido sigue siendo parte de la OTAN.

En materia de política exterior, los analistas dudan que Londres se aleje de las posiciones europeas en importantes temas internacionales, como el programa nuclear iraní o la relaciones con Rusia y Medio Oriente.

“Hay muchas convergencias en una serie de cuestiones en las que los británicos y los europeos están en la misma frecuencia de onda”, dijo el historiador Robert Frank.

La reanudación de las sanciones a Irán anunciada unilateralmente por Washington es un buen ejemplo, ya que Estados Unidos se enfrentó a un bloque unido de Francia y Alemania pero que incluyó también al Reino Unido del primer ministro Boris Johnson.

Vimont, exrepresentante de Francia ante la UE, opinó que Londres querrá seguir teniendo una “relación especial con Francia y Alemania, y esa pareja franco-alemana no quiere romper esa relación”.

Al parecer, la esperanza del Reino Unido es “volver a entrar por la ventana a las discusiones diplomáticas europeas”, bromeó.

Un lugar especial

Los diplomáticos británicos también necesitarán el apoyo de la UE para sus “relaciones bilaterales o para intentar establecer vínculos con grupos de países” como el de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa, Eslovaquia), indicó.

La llegada de un nuevo mandatario estadounidense en enero también es un factor a tener en cuenta, ya que el presidente electo, Joe Biden, siempre se opuso al Brexit. “Creo que estará menos inclinado que (Donald) Trump a dividir a los europeos”, dijo Eric Maurice, de la Fundación Schuman.

Económicamente, la aprobación del enorme acuerdo europeo sobre el plan de recuperación pospandemia, que crea una deuda común, habría sido sin duda mucho más difícil con el Reino Unido.

“Con los británicos ni siquiera habríamos podido discutir” sobre el multimillonario plan de reactivación, estimó Frank, autor de un libro dedicado a las relaciones angloeuropeas.

Además, el Reino Unido siempre ha ocupado un lugar especial al margen de la UE. Se ha mantenido al margen de muchas políticas de integración (acuerdos de Schengen sobre la libre circulación, la moneda única) y se ha opuesto ferozmente a cualquier proteccionismo en materia comercial, en particular con respecto a China o Estados Unidos.

Su contribución a la construcción europea habrá sido sobre todo la de una Europa liberal. 

“Sin embargo, con la pandemia nos dimos cuenta de que el Estado era en última instancia necesario, y nos estamos alejando de esta visión ultraliberal que denuncian muchos euroescépticos”, opinó Frank.

Si bien el Brexit es un nuevo capítulo en la tumultuosa historia entre la isla y el continente, puede que no sea el último.

“Durante siglos han estado a veces próximos y a veces lejos. Ese vaivén continuará, a menos que Europa fracase. Pero si gracias al Brexit la UE se puede reformar y funcionar mejor, podemos contar con el pragmatismo para que los británicos digan ‘¡volvemos!'”, concluyó Frank.

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