De acuerdo con Hussein al-Qadi, director de la Oficina de Secuestros del Gobierno Regional Kurdo, en Irak, alrededor de 1.500 mujeres y niñas yazidíes han logrado escapar al llamado estado islámico, pero cerca de 2.000 aún están cautivas.
Las declaraciones del funcionario fueron difundidas en un informe de la organización Human Rights Watch, que enfatiza los traumas sicológicos y escasa asistencia que reciben quienes logran escapar.
Los terroristas del autoproclamado estado islámico (comúnmente denominado ISIS, aunque ha esgrimido diversas denominaciones) se ensañaron en agosto del 2014 con las comunidades yazidíes en Irak y desde entonces capturaron a gran cantidad de mujeres niñas, quienes sufren violaciones y esclavitud y son obligadas a casarse y a renunciar a su religión.
GENOCIDIO EN NOMBRE DE LA RELIGIÓN
La yazidí es una religión preislámica difundida entre el pueblo kurdo en Irak.
De acuerdo con información de la organización Grupo por los Derechos de las Minorías (MRG, por sus siglas en inglés) publicada en octubre del 2014 y citada en el sitio web del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), esta religión nació hace unos 4.000 años y se calcula que quienes la practican suman un medio millón de personas.
Eso al menos antes de la agresión de ISIS, pues de acuerdo con un informe de la Oficina del Alto Comisionado para Derechos Humanos (OHCHR, por sus siglas en inglés) de la ONU, el grupo terrorista cometió acciones que pueden calificarse como crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio.
El informe fue publicado en marzo del 2015, contó con entrevistas a más de un centenar de testigos y destacó actos como asesinatos, tortura, violaciones y esclavitud sexual, conversión religiosa forzada y el reclutamiento de menores de edad.
Mientras las mujeres fueron raptadas como “botín de guerra”, niños entre las edades de 8 y quince años describieron “experiencias horrorosas”.
“Fueron separados de sus madres, transportados a localidades de Irak y Siria y forzados a convertirse al Islam. Fueron sometidos a entrenamiento militar y religioso, lo cual incluyó cómo disparar armas y cohetes, así como también fueron forzados a mirar decapitaciones”, apunta esa información.