La pandemia y las manifestaciones en Estados Unidos tras la muerte de un hombre negro asfixiado por un policía blanco, ponen de manifiesto “las discriminaciones raciales endémicas” , declaró el martes la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet.
“Este virus muestra las desigualdades endémicas que han sido ignoradas durante mucho tiempo”, estimó Bachelet en un comunicado.
“En Estados Unidos, las manifestaciones (…) ponen de manifiesto no solo la violencia policial contra los ciudadanos de color sino también las desigualdades en el ámbito de la salud, educación y empleo y también la discriminación racial endémica”, agregó.
Una semana después de la muerte de George Floyd, de 46 años, a manos del agente que lo inmovilizó contra el suelo tras su arresto en la ciudad de Minneapolis, las protestas se extendieron de costa a costa y desde el domingo derivaron en algunos casos en disturbios generalizados y saqueos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, vive la crisis más grave de su mandato frente a estos miles de manifestantes que protestan contra la brutalidad policial, el racismo y la brecha social que la pandemia del nuevo coronavirus ha puesto aún más en evidencia. Trump prometió restablecer el orden y amenaza con desplegar el ejército para poner fin a la violencia.
“Las estadísticas muestran un impacto devastador de la covid-19 en las poblaciones de origen africano, así como en las minorías étnicas de ciertos países como Brasil, Francia, Reino Unido y Estados Unidos”, agregó Bachelet.
En Estados Unidos, la tasa de mortalidad de las personas positivas al covid-19 es dos veces superior entre los afroamericanos que en otras comunidades, según la expresidenta chilena.
UE se dice “consternada”
La Unión Europea se dijo “conmocionada y consternada” por la muerte de George Floyd, y se refirió al hecho como un “abuso de poder”.
“Se trata de un abuso de poder. Hay que denunciarlo combatirlo, en Estados Unidos y en todas partes”, dijo Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea.
“Estamos conmocionados y consternados por la muerte de George Floyd”, dijo Borrell en una rueda de prensa en Bruselas, en la que instó a las sociedades a “controlar el uso excesivo de la fuerza” policial, en un momento en que las protestas se expanden en Estados Unidos.
Borrell también pidió una “desescalada de tensiones” en Estados Unidos.
El país vive los disturbios civiles más graves del mandato del presidente Donald Trump, que llevaron a centenares de miles de estadounidenses a protestar contra la violencia policial, el racismo y las desigualdades sociales.
Por su parte, este martes el ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas declaró que las manifestaciones pacíficas en Estados Unidos son “comprensibles y más que legítimas”.
“Estas manifestaciones pacíficas que vemos en Estados Unidos son comprensibles y más que legítimas (…) Espero que no lleven a nuevas violencias y más aún, espero que provoquen un cambio en Estados Unidos”, dijo Maas a los periodistas.
Maas dijo que su equipo contactaría a sus homólogos estadounidenses después de que un periodista del medio alemán Deutsche Welle tuviera problemas con la policía mientras cubría una manifestacion en Minneapolis, con el fin de “conocer las circunstancias exactas” del incidente.
“Los periodistas deben poder hacer su trabajo sin riesgo para su seguridad”, insistió Maas, insistiendo en que “los estados democráticos deben aplicar todas las normas en materia de protección de la libertad de prensa”.