Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió este viernes una “condena a los asesinatos de líderes sociales en Colombia”, por medio de sus servicios informativos.
“La ONU en Colombia condena los asesinatos de defensores de derechos humanos y líderes sociales. Desde enero de 2016, más de 311 personas han sido asesinadas, según la Defensoría del Pueblo”, reza el comunicado.
Los hechos constituyen un recrudecimiento la violencia, que cual “afecta las condiciones para una verdadera paz estable y duradera”, tras los acuerdos firmados en noviembre del 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército Popular (FARC-EP).
Tras subrayar que las personas que habitan las regiones que más han sufrido el conflicto armado son las más vulnerables en este nuevo contexto, la ONU instó al Estado colombiano a reforzar las medidas de prevención, protección e investigación.
De hecho, desde abril el defensor del Pueblo, Carlos Negret, declaró al diario El Espectador que un elemento que incide en el peligro de líderes sociales, es que son blanco constante de señalamientos en lo que describió como “estigmatización”, a lo que añadió la “falta de Estado en el terreno y la presencia de actores armados ilegales”.
“En marzo de 2017 se hizo una alerta temprana: que había 156 asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos. No obstante, en marzo de este año la cifra había aumentado a 282 líderes sociales masacrados”, aseveró.
Negret señaló por ello al Ejército de Liberación Nacional (ELN), al Ejército Popular de Liberación (EPL) y a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), ya que “ellos son los mayores responsables de que en departamentos como Antioquia, Norte de Santander, Arauca, Cauca, caigan los líderes sociales y defensores de derechos humanos”.
En mayo, la Defensoría del Pueblo emitió otra alerta temprana, pero para las comunidades indígenas Kogui, Malayo, Arhuaco y Kankuamos, ubicados en en la zona montañosa de la Sierra Nevada de Santa Marta, en el norte del país. Ello debido a la acción en la zona de un grupo remanente de las viejas y temidas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), denominado los Pachencas, así como de las AGC -del mismo origen- y la “reaparición” del ELN en la zona.
De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, al 5 de julio se han contabilizado 123 asesinatos de personas líderes o defensores de derechos humanos en lo que va del 2018.
Un estudio hecho por la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) divulgado en abril, determinó que en el 58% de casos de agresiones contra personas líderes sociales y defensoras de derechos humanos, no se llega a determinar quiénes fueron los perpetradores.
