Mundo Administración estadounidense 2008-2016

Claroscuros en el balance de Obama

Un mundo de muchas caras dejó en evidencia el balance con que los medios evaluaron los dos períodos de Gobierno del presidente Barack Obama

Un mundo de muchas caras dejó en evidencia el balance con que los medios evaluaron los dos períodos de Gobierno del presidente Barack Obama. Él mismo hizo un extraordinariamente optimista balance en su discurso de despedida en la ciudad de Chicago el pasado 10 de enero, solo diez días antes de entregar el poder a su sucesor, Donald Trump.

Sus resultados en materia de recuperación económica y política internacional fueron destacados por Obama. “Si yo les hubiera dicho hace ocho años que los Estados Unidos podría revertir la gran recesión, reactivar la industria automotriz y desatar el más largo período de creación de empleo en nuestra historia –si yo les hubiese dicho que podíamos abrir un nuevo capítulo con el pueblo cubano, poner fin al programa iraní de armas nucleares sin disparar un tiro… ustedes podrían decir que estábamos mirando demasiado lejos”.

“Pero eso es lo que hicimos”, afirmó Obama. “Estados Unidos es un lugar mejor y más fuerte de lo que era cuando comenzamos”. “Seguimos siendo la más rica, más poderosa y más respetada nación en el mundo”.

Desde China le contestaron que esa evaluación debería ser hecha por otros, no por el mismo Obama.

Escenario internacional

Medea Benjamin, cofundadora de Codepink, una organización de mujeres por la paz, fue muy crítica en la evauación del Gobierno Obama. La mayoría de los norteamericanos –dijo– se sorprendería al saber que el presidente, pintado por algunos como una persona reacia a la guerra, ha sido, realmente, un halcón. De hecho, afirmó, Obama es el único presidente de los Estados Unidos que “completó dos períodos con la nación en guerra”.

“El acuerdo nuclear con Irán, un logro extraordinario, y la apertura de relaciones diplomáticas con Cuba, desafortunadamente, son los únicos éxitos mediante el ejercicio de la diplomacia por el presidente Obama, en vez de las hostilidades”, dijo Benjamin. Como parte del balance –recordó– “el terrorismo se extendió, ninguna guerra se ganó y el Oriente Medio está envuelto en más caos y divisiones”.

En tono parecido evaluó el diario mexicano La Jornada el resultado de Obama en política exterior. El diario recordó que era “particularmente agraviante para América Latina” su advertencia sobre la posible conversión de Estados Unidos en un gigante que acose a los vecinos más pequeños. Esa ha sido la característica de las políticas de Washington en la región, recordó el periódico, política que “no cambió gran cosa durante su administración”.

En cambio, David von Drehle, de la revista Time, fue uno de los que suscribió con más entusiasmo el optimismo de Obama al evaluar su administración. En su opinión, Obama dejó los Estados Unidos “en una posición más fuerte en Asia y el Pacífico de la que encontró cuando asumió el cargo”.

Lo económico

Von Drehle también destacó los logros económicos de Obama, al señalar que heredó los restos de la peor recesión desde los años 30. La economía se había contraído más de 8%; el desempleo se duplicó, al pasar de 5% a 10%, con una pérdida de ocho millones de puestos de trabajo y la riqueza acumulada del país se redujo un 25%.

Von Drehle valora especialmente el paquete de rescate de la banca, de $800 mil millones, que permitió a los Estados Unidos un mejor desempeño frente a la crisis que el logrado por las políticas de austeridad de sus socios europeos.

Pero los críticos recuerdan que durante la administración Obama la economía nunca creció más de un modesto 2,5% anuales y que la deuda nacional casi se duplicó, pasando de $10,6 a 19,8 millones de millones, equivalentes a 77,2% del Producto Interno Bruto (PIB). El número de pobres se incrementó también, hasta alcanzar los 45 millones de habitantes.

Uno de sus mayores éxitos, la reforma del sector salud, conocida como Obamacare, está bajo el fuego de su sucesor, que ya anunció que será derogada apenas asuma, sin que se conozca aún el contenido del programa que la sustituirá.

América Latina

En medio de este polémico balance, quizás se pueda decir que el gran éxito de Obama en el escenario internacional fue América Latina. No solo hizo una apuesta importante en Cuba, restableciendo las relaciones diplomáticas -lo que permitirá a Washington una mayor presencia en la isla en el importante momento de transición política, cuando la generación revolucionaria de los 50’s traspasa el poder a sus sucesores- sino que vio como, en Argentina y Brasil, asumían gobiernos alineados con Washington. El de Argentina por medio de elecciones, el de Brasil mediante un golpe institucional, dos procesos de lo que su Gobierno nunca estuvo distante. No pudo, sin embargo, lograr un cambio en Venezuela. De todos modos, entrega a su sucesor una América Latina mucho más cercana a Washington que la que recibió de su antecesor.

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