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China y América Latina estrechan lazos en tiempos de «confrontación» y «proteccionismo»

Pese al convulso panorama económico mundial, provocado por la declaración de guerra arancelaria lanzada por Donald Trump, el presidente de China, Xi Jinping, confirmó el acercamiento comercial y cooperación con América Latina y el Caribe durante la inauguración del IV Foro Ministerial China-CELAC que inició este martes en Beijing con la presencia, además, de los mandatario de Chile, Brasil y Colombia.

Beijing, China

El presidente de China, Xi Jinping, ofreció hoy martes en Beijing una relación más estrecha y cooperativa con América Latina y el Caribe en tiempos de «confrontación geopolítica» y «proteccionismo», en su discurso de inauguración del IV Foro Ministerial China-CELAC, con la asistencia de los presidentes Gustavo Petro de Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Gabriel Boric de Chile.

La cita acoge a dirigentes y delegaciones de los países Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en continuación de proceso de acercamiento y cooperación con la región en medio de la guerra comercial con Estados Unidos.

En un encuentro con el presidente Lula de Brasil, Xi Jinping estimó que ambos países deberían «oponerse juntos al unilateralismo».

Por otra parte, ambos países publicaron una declaración conjunta en la que «aplauden la propuesta del presidente ruso Vladimir Putin de entablar negociaciones de paz» con Ucrania, y dijeron que el diálogo directo es el «único medio de poner fin al conflicto» entre esos dos países, informó la agencia de noticias Xinhua.

Desde la creación del foro China-CELAC en 2015, Beijing intensificó la cooperación económica y política con lo que antaño algunos llamaban el «patio trasero» de Estados Unidos.

La CELAC, constituida en diciembre de 2011 reúne a 33 países y constituye un bloque que ha sido clave para lograr el entendimiento y defender los intereses de la región.

China es el principal socio comercial de Brasil, Perú y Chile y ha desplegado importantes inversiones en el marco del programa de la Franja y la Ruta, al que se sumaron dos tercios de los países latinoamericanos.

El intercambio comercial entre China y la región superó el año pasado los 500.000 millones de dólares por primera vez, «40 veces más que al principio del siglo», celebró Xi.

«Larga historia de amistad»

Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la región se volvió un importante campo de batalla en el conflicto del republicano con Pekín y muchos países se ven presionados por Washington para elegir un bando.

En la apertura del foro, Xi celebró esta relación cada vez más estrecha y arremetió contra «el acoso y la hegemonía» que ejercen otros países.

“Con apoyo mutuo, hemos colaborado con estrecha sinergia. China aprecia la consecuente adhesión al principio de una sola China por parte de los países de América Latina y el Caribe con los que tiene relaciones diplomáticas, y apoya firmemente a los países de la región a seguir el camino de desarrollo acorde con sus realidades nacionales, defender su soberanía e independencia nacional, y rechazar las interferencias externas”, puntualizó el mandatario.

«Aunque China está lejos de la región de América Latina y el Caribe, las dos partes presentan una larga historia de amistad», afirmó en su discurso inaugural.

El dirigente asiático propuso varias iniciativas para «construir una comunidad sino-latinoamericana con un futuro compartido», como un fondo de 9.200 millones de dólares en créditos para el desarrollo.

«Enfrentada con la corriente de confrontación geopolítica y de bloques, el auge del unilateralismo y el proteccionismo, China desea juntar manos con América Latina», afirmó.

Invocando «la paz global y la estabilidad», Xi también propuso mayor cooperación en áreas como la infraestructura, la agricultura, la minería, la economía digital o las energías limpias, establecer programas de formación y trabajar con la región en contraterrorismo y lucha contra el crimen organizado.

Haciéndose eco de estas declaraciones, el canciller chino, Wang Yi, dijo luego sin citar expresamente a Estados Unidos que «cierta potencia mundial» está «obsesionada» con la ley del más fuerte.

En ese sentido animó a los países de América Latina a «actuar de la mano» con Pekín, para defender sus derechos ante una potencia que «utiliza los aranceles como arma para intimidar a otros países».

China como «elemento dinámico»

Aunque justo la víspera, China y Estados Unidos acordaron desescalar temporalmente su guerra comercial por un período de 90 días, la cuestión estuvo muy presente en los discursos pronunciados en Pekín.

«El libre comercio y justo en beneficio de nuestro pueblos es la vía para el progreso y el desarrollo de las naciones», defendió el presidente chileno, Gabriel Boric, quien abogó por dar «un salto de calidad» en la relación económica con China.

Su homólogo brasileño arremetió contra «la imposición de aranceles arbitrarios» y el riesgo de «iniciar una nueva Guerra Fría».

El presidente chileno, en buena sintonía con China, alabó la importancia del gigante asiático como «el segundo mayor socio comercial de la CELAC» y «uno de los inversores directos más importantes en la región».

«La asociación con China es un elemento dinámico para la economía regional», afirmó.

Aunque sin mencionarlo directamente, el dirigente colombiano Gustavo Petro se mostró especialmente crítico con la administración Trump, a quien reprochó su política migratoria, su codicia y su negacionismo del cambio climático.

En este sentido, lamentó que el diálogo dentro de América «no avanza» y defendió la importancia de impulsar las relaciones con regiones como Asia, Europa y África.

El diálogo con estas otras regiones «puede estar libre de autoritarismo, de imperialismos», dijo Petro.

En un giro de la política exterior de Bogotá, alineada históricamente con Washington, el presidente colombiano anunció que aprovechará su visita a Beijing para firmar una «carta de intención» a fin de unirse al programa de la Franja y la Ruta de China.

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