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Chile discute el cuarto retiro de fondos de pensiones y advierten de riesgos para su economía

El Congreso aprobó tres retiros de hasta 10 % de los fondos acumulados en cuentas individuales en las administradoras privadas de fondos de pensiones, entidades criticadas por los chilenos por pagar jubilaciones bajas desde septiembre de 2020, en momentos de plena pandemia por el nuevo coronavirus.

Gabriel Guzmán tiene 27 años y como miles de trabajadores jóvenes cruza los dedos para que el Congreso chileno apruebe un cuarto retiro anticipado de los fondos de pensiones; una opción surgida en la pandemia, que atiza la inflación.

“Yo estoy de acuerdo con sacar mi cuarto retiro porque hoy el dinero me vale más teniéndolo yo, pues lo puedo invertir, y eso me va a traer retribución en el futuro”, dice a la Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) Guzmán, quien se tituló de ingeniero comercial (economista) en 2019, hablando en Cerrillos, comuna de clase trabajadora del oeste de Santiago.

Desde septiembre de 2020 y en plena pandemia de coronavirus, el Congreso aprobó tres retiros de hasta un 10 % de los fondos acumulados en cuentas individuales en las administradoras privadas de fondos de pensiones, entidades criticadas por los chilenos por pagar jubilaciones bajas.

“Cuando uno vive mal hoy, poco y nada importa el futuro. Entre estar mal hoy (y) estar peor mañana, uno prefiere estar bien hoy”, Gabriel Guzmán.

Los trabajadores sacaron en total $50.000 millones, según la Superintendencia de Pensiones.

“Todos los economistas encontrábamos que era absolutamente indeseable una medida de retiro, porque es un retiro del dinero ahorrado para cuando uno sea viejo. Es como pellizcarse a sí mismo”, lamenta el economista Víctor Salas, de la Universidad de Santiago, en entrevista con la AFP.

Ya suman cinco millones de personas, de 11 millones de afiliados, que se quedaron sin fondos en estas administradoras instauradas hace 40 años bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Buena parte de la actual expansión económica se debe al fuerte aumento del consumo, gracias a los retiros y las ayudas del gobierno a las familias, que en el segundo semestre han llegado a 16 de los 19 millones de habitantes.

La indignación por las bajas jubilaciones fue una de las causas del violento estallido social de 2019, movilización que ha sido canalizada en un proceso constituyente.

En Chile existe un clamor por cambiar el sistema de pensiones, pero por ahora no existe un modelo que lo sustituya.

“Sobrecalentamiento”

El cuarto retiro se discute en el Congreso después de que el Banco Central elevara la tasa de interés de referencia para contener la inflación que amenaza con superar la meta anual de 4%.

El debate se da también en medio de advertencias de que la economía corre riesgo de “sobrecalentamiento” por exceso de liquidez, debido a los retiros y a las ayudas por la pandemia, que ahora ascienden a 3.000 millones de dólares al mes.

“Hay un esbozo de sobrecalentamiento que se ve en las cifras de inflación, que vienen al alza, pero, sobre todo, hay un potencial de sobrecalentamiento que es difícil de estimar y que es importante”, explica a la AFP el economista Guillermo Larraín, exsuperintendente de Pensiones y exsuperintendente de Valores y Seguros.

“No hay ninguna razón macroeconómica para proceder al cuarto retiro. Tampoco hay una razón previsional […]. Lo que está guiando esto es una razón más bien política”, agrega el doctor en Economía y profesor de la Universidad de Chile.

El gobierno conservador de Sebastián Piñera se ha opuesto a los retiros, pero no ha conseguido impedirlos ni siquiera con los congresistas de su coalición.

En un año electoral resulta impopular para un parlamentario que busca la reelección votar en contra de liberar fondos. Los comicios presidenciales y legislativos serán el 21 de noviembre.

“Estar bien hoy”

Tras el azote de la pandemia, los retiros y las ayudas favorecieron una temprana reactivación, y la economía chilena crecería este año hasta 11,5% sobre 2020, según el Banco Central.

Buena parte de los fondos retirados fue colocado en depósitos bancarios, pero “si la gente decide gastar esa plata, entonces, efectivamente, puede haber un problema de demanda excesiva”, advierte Larraín.

“Si se aprueba ese retiro van a ser entre $12.000 y 16.000 millones, y eso significa aumento de la demanda”, lo que conducirá a nuevas alzas de tasas, indica Salas.

Pero estas explicaciones no convencen a los trabajadores jóvenes.

“Es cómodo decir ‘no estoy de acuerdo, no debe ser’, cuando uno come todos los días, cuando uno puede trabajar”, sostiene Guzmán.

Pero “cuando uno vive mal hoy, poco y nada importa el futuro. Entre estar mal hoy (y) estar peor mañana, uno prefiere estar bien hoy”, concluye.

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