La sesión para ratificar el resultad electoral se vio suspendida por la acción violenta de simpatizantes de Trump, quienes ingresaron al Capitolio de manera violenta, algunos de ellos armados.
Lo que normalmente es una formalidad se ha convertido este miércoles en un embrollo cada vez más complicado para la institucionalidad estadounidense, pues mientras se realizaba la sesión bicameral para certificar el resultado de las elecciones presidenciales, a las estrategias de dilación aplicadas por algunos legisladores republicanos, se sumó la acción de manifestantes pro Trump a las afueras del Capitolio.
En este momento legisladoras y legisladores están en receso a la espera de que la situación se calme. Antes de la interrupción ya los republicanos habían obligado a detener el conteo de los votos del llamado colegio electoral al impugnar el resultado del estado de Arizona.
El vicepresidente Mike Pence, quien presidía la sesión, ya fue evacuado del lugar, al igual qur los demás legisladores, según la cadena CNN. El canal oficial C-SPAN transmitió imágenes de gases lacrimógenos dentro del Capitolio.
Luego de que se diera la acción violenta, Trump pidió a sus seguidores a “mantenerse pacíficos” en las protestas.
Los congresistas republicanos que planean objetar la certificación de la victoria presidencial de Joe Biden están apoyando un “intento de golpe”, dijo el miércoles el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer.
“Tristemente, y peligrosamente, una parte del Partido Republicano cree que su supervivencia política depende del respaldo de un intento de golpe”, lamentó.
Durante una sesión excepcional del Congreso, legisladores leales a Donald Trump esgrimieron las acusaciones de fraude electoral reiteradas, contra toda evidencia, por el presidente saliente, que se niega a admitir su derrota.
Sin embargo, el líder de los senadores republicanos, Mitch McConnell, alertó el miércoles a sus compañeros de los peligros de negarse a certificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre, aludiendo a un riesgo “mortal” para la democracia.
“Si esta elección fuera anulada en base a simples acusaciones de los perdedores, nuestra democracia entraría en una espiral mortal”, lanzó McConnell durante una sesión extraordinaria del Congreso que comenzó con las objeciones de dos legisladores republicanos a los resultados en el estado de Arizona.
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