La Organización Panamericana de la Salud (OPS) pidió este martes mantener una vigilancia ante el aumento de la transmisión por COVID-19 en las fronteras. Sin embargo, aseguró que el llamado tiene que alejarse de la xenofobia y las muestras de odio entre naciones.
“La transmisión mayor es interna y hay que tomar eso como prioridad. El asociar la enfermedad con un grupo específico, como migrantes, es un estigma y el mayor está ocurriendo en las personas positivas por COVID-19. Nosotros deberíamos, en lugar de estigmatizarlos, ayudarles”, dijo el director del Departamento de Emergencias en Salud, Ciro Ugarte.
El médico recalcó que el apoyo para los migrantes enfermos es una de las bases para controlar el aumento de la pandemia.
“Ese es el punto inicial para controlar la epidemia, porque aquellos que sienten peligro no van a decir que tienen COVID-19, van a ocultar sus síntomas y si tienen un diagnóstico positivo van a procurar no decirlo. Eso nos afecta a todos” afirmó.
Sobre el trabajo en las fronteras, Ugarte aseguró que la situación dependerá de la capacidad de los servicios de salud en estas zonas para poder atender a toda la población, tanto a la local como a la que migra.
“La primera acción que es fortalecer los servicios de salud, para poder realizar el diagnóstico, la detección de los casos, implementar la cuarentena y el aislamiento de las personas que corresponda, y también proveer la atención médica, dependiendo de la situación de esas personas”, indicó el experto.
En el caso de la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, la OPS aseguró que ha acompañado misiones interagenciales, con la Comisión Nacional de Emergencias, la Organización Internacional para las Migraciones y ACNUR.
Además, la Organización afirmó que están preparando un plan sanitario de contingencia en la frontera, para establecer zonas de cuarentena y fortalecer los servicios de salud en la zona, especialmente para migrantes.