El arzobispo de Adelaida, Australia, recibió este martes 3 de julio una sentencia de doce meses por no denunciar casos de abuso sexual contra menores de edad, ocurridos en los años 70.
Philip Wilson, quien según informa la BBC aún no renuncia a su cargo, es el clérigo de más alto nivel de la iglesia católica en ser condenado por hechos relacionados a la pederastía y su defensa buscó la anulación de la causa ya que el prelado presenta síntomas de Alzaimer.
Esos esfuerzos no fructificaron y en mayo un juez lo halló culpable del encubrimiento. Sin embargo, ese juez decidirá en agosto si Wilson es elegible para cumplir su sentencia en arresto domiciliario. En ese caso, viviría con una hermana en la localidad de Newcastle, según informa la cadena estadounidense CBS.
Ese medio detalla que el juez Robert Stone determinó que el arzobispo de 67 años de edad fue culpable de no informar a la policía el “abuso reiterado”, que sufrieron dos monaguillos por parte del sacerdote pederasta James Fletcher durante los años 70.
El juez determinó que Wilson no denunció al cura abusador pues “quería proteger a la iglesia y su imagen”.
Tras conocerse la sentencia, la Conferencia Episcopal de Australia emitió un comunicado en el que reconoció la “gran valentía” que requieren las personas sobrevivientes de abusos para “contar sus historias” y añadió que estos “sobrevivientes” han sido “vitales ayudándonos a a prender la lección de nuestra vergonzosa historia de abuso y ocultamiento”.
Entre otras cosas, ese comunicado añade que la iglesia “ha llevado a cabo cambios sustanciales para asegurarse de que el abuso y el encubrimiento no sean parte de la vida católica y que los niños estén seguros en nuestras comunidades”.
El Vaticano informó sobre la sentencia a través del sitio oficial Vatican News, pero se limitó a citar la posición de los obispos australianos.
Tras conocer la sentencia, Peter Gogarty, una de las víctimas, expresó a medios de comunicación que “lo realmente significativo de hoy, es que de una manera u otra, el Arzobispo fue condenado por ocultar el abuso de niños y creo que es un caso de referencia en todo el mundo”, según un video difundido por el diario The Guardian.
Sobre la posibilidad de que Wilson cumpla su sentencia en su domicilio, Gogarty opinó que ello es “dejarlo ir un poco demasiado a la ligera”.
La otra víctima, Daniel Feenan aseveró que “si él hubiera hecho lo correcto en 1976, yo nunca hubiera sido abusado, si la iglesia no se hubiera puesto del lado de Fletcher, mi vida sería completamente diferente”.
HISTORIA QUE SE REPITE
Como se dijo, Wilson es el el clérigo católico de más alto nivel en ser condenado por este tipo de ofensas, pero la marca pronto podría ser rota por el cardenal George Pell, también australiano.
Pell fue considerado uno de los posibles sucesores de Benedicto XVI y el papa Francisco lo designó como tesorero del Vaticano en el 2014, con lo cual se convirtió en el tercer hombre más poderoso de la iglesia católica.
En mayo, una jueza de Melbourne determinó que Pell deberá enfrentar un juicio, tras las denuncias de abusos cometidos entre los años entre 1976 y 1980, aunque los testimonios en su contra abarcaron hasta los años 90.
Estos casos recuerdan el del exobispo de Ciudad Quesada, Ángel Sancasimiro, quien en el 2004 reconoció que en dos ocasiones financió la estadía del sacerdote Enrique Vásquez Vargas -por entonces prófugo de la justicia tica- en un albergue en México.
El cura Vásquez era investigado por abusos contra una menor de edad.