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Al menos 23.000 personas huyeron de Nicaragua a Costa Rica, según la ONU

Daniel Ortega asegura que la normalidad vuelve a Nicaragua tras meses de protestas y reiteró el rechazo a la demanda de adelantar las elecciones del 2021.

La mayoría de las personas que huyeron de la violencia en Nicaragua se refugiaron en Costa Rica, donde al menos 23.000 intentaron obtener asilo desde el inicio de la crisis en abril, informó la Organización de Naciones Unidas (ONU) este martes.

“En los últimos meses, el número de solicitudes de asilo presentadas por nicaragüenses en Costa Rica y otros países aumentó de forma exponencial”, declaró un portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), William Spindler, en rueda de prensa en Ginebra.

Según el ACNUR, “Costa Rica recibió la mayoría de solicitudes de asilo, pero Panamá, México y Estados Unidos registraron también una tendencia al alza durante la primera mitad de 2018 con un pico significativo en junio”.

Se desconocen todavía las cifras regionales pero en lo que se refiere a Costa Rica, “se registraron cerca de 8.000 solicitudes de asilo de ciudadanos nicaragüenses desde abril y unas 15.000 personas obtuvieron cita para registrarse posteriormente dado que las capacidades nacionales de tratamiento están superadas”, explicó, citando datos de las autoridades costarricenses.

Actualmente, se registran 200 solicitudes de asilo cada día en Costa Rica, según el ACNUR que quiere ayudar a las autoridades a incrementar esta cifra a por lo menos 500 diarias.

El portavoz explicó que el ACNUR refuerza así su presencia en Costa Rica, al igual que otras agencias de la ONU y oenegés asociadas, y se prepara para proporcionar protección y asistencia inmediata a miles de refugiados y solicitantes de asilo nicaragüense, tanto en la región del norte de Costa Rica como en los alrededores de la capital, San José.

Muchos nicaragüenses que huyen de su país son acogidos por algunas de las entre 100.000 y 150.000 familias nicaragüenses que ya estaban instaladas en Costa Rica antes de la crisis, según el ACNUR, que prepara un plan regional para responder a las necesidades de los refugiados.

Nicaragua vive desde el 18 de abril un movimiento de protesta contra el gobierno duramente reprimido, que dejó más de 300 muertos y 2.000 heridos, según varias organizaciones de los derechos humanos.

– Ortega: vuelve la normalidad –

El presidente Daniel Ortega dijo este lunes que Nicaragua está volviendo a la normalidad después de tres meses de protestas que paralizaron al país y golpearon la economía, en una entrevista con la cadena CNN en Español.

Asimismo, insistió en que la crisis ha dejado 195 muertos, en contraste con cifras de organizaciones de derechos humanos que cuentan más de 300 víctimas fatales.

“Hasta hace 15 días el país estaba paralizado, pero se ha venido recuperando. Estamos iniciando el ciclo agrícola que arranca a buen paso y la industria de las zonas francas ya trabaja normal”, aseguró en la entrevista.

“Hay una tendencia a que el país se estabilice en el campo económico y comercial. Tiende a normalizarse, la economía va a ir reacomodándose”, agregó Ortega, quien admitió que el sector más afectado es el turismo.

Las fuerzas del gobierno emprendieron a inicios de julio una “operación limpieza” en varias ciudades para desarticular las protestas y las barricadas que los manifestantes levantaron en las vías.

Tras los operativos, el gobierno proclamó la “liberación” de varias ciudades y su victoria sobre la oposición.

Ortega, un exguerrillero de 72 años que gobierna desde 2007, cerró la posibilidad de adelantar a 2019 las elecciones de 2021, como proponen los obispos que median en el diálogo con la oposición.

“No tiene sentido elecciones anticipadas” porque la oposición nicaragüense “no acepta ninguna alternativa más que la salida” de este gobierno, argumentó.

Al ser consultado sobre la posibilidad de un referéndum, respondió: “¿Cuál es el problema aquí? Sí le podemos preguntar a la gente, claro que sí, y si la gente dice que sí habrá elecciones anticipadas, si la gente dice que no, entonces van a decir que hubo fraude”, porque “todavía las reformas que hay que hacer para fortalecer el sistema electoral necesita también recursos”.

Señaló que la crisis debe resolverse mediante el diálogo con nuevas reglas y la inclusión de organismos internacionales como la ONU.

“Hemos tenido contacto con el secretario general de la ONU y la Unión Europea buscando como encontrar gente que nos ayude (…) a fortalecer los mecanismos de coordinación y conducción del diálogo” entre el gobierno y la oposición, indicó.

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