Con solo 22 años de vida y 12 de estar empuñando un arco y un juego de flechas, tratando de lanzarlas hacia el centro de las dianas con el fin de obtener el máximo puntaje posible, la arquera italiana Sara Ret sabía que este legendario deporte era lo suyo, en especial cuando asistió a un taller de tiro con arco en su natal Gorizia en Friuli-Venecia Julia, Italia, a sus 10 años.
Pasó el tiempo, y desde los 16 años esta ingeniera ambiental forma parte de la selección italiana de tiro con arco, donde ha salido campeona mundial en recurvo por equipos femenino en 2014 en tiro con arco en sala junior en Francia, y lleva dos ocasiones seguidas alcanzando la tercera plaza: la primera en el mundial de tiro con arco en sala en Estados Unidos en 2018, y la segunda, ya en campo abierto, en Colombia, un año después. Sin embargo, para ese entonces, ya tenía dos años de cambiar a arco compuesto.
Además, con el paso del tiempo, su brazo derecho, con el cual tira, la hizo darse cuenta de que en vez de lanzar una cantidad de flechas determinada por cierto período, era mejor bajar el número de flechas y el tiempo, y hacer que las flechas fueran con rumbo hacia el centro de la diana.
Como parte de una charla virtual que dio el domingo 9 de agosto vía Zoom y Facebook Live por invitación de la Federación Deportiva de Tiro con Arco de Costa Rica, ella comentó sobre sus experiencias en esos mundiales y otros torneos.
UNIVERSIDAD se sumó a este conversatorio que se extendió por hora y media sin importar las ocho horas de más que en esta época del año lleva Italia sobre Costa Rica, pues en territorio europeo no había llegado la noche, y en nuestro país estábamos frisando el mediodía.
¿Cuántas flechas tira por día?
—Cuando estaba en recurvo tiraba 150-200 flechas diarias, 40-45.000 flechas por año, ahora en compuesto son 100 flechas diarias y 25.000 al año. Calculo cada flecha que tiro, tengo un cuaderno donde pongo el número de flechas por día desde 2010.
¿Quién le enseñó a apuntar todas las flechas que tira?
—Mi primer entrenador en recurvo.
¿Cómo y cuándo fueron sus inicios en la arquería?
—En una escuela de verano a donde van los chicos y los jóvenes, y en el lugar donde vivo descubrí a un señor que enseña tiro con arco, y ahí me metí.
¿Cómo es su día?
—Vivo en un colegio universitario a 400 km de mi casa de origen. Yo tengo de seis a ocho horas de clases, y ahora me entreno mucho menos, 4 o 5 veces por día, entre una hora y hora y media por día, pero con más calidad. Por lo general me levanto, desayuno y tiro, y luego voy a clases y vengo a estudiar.
¿Hay alguna diferencia entre entrenar en la mañana o hacerlo en la tarde?
—Para mí, sí, porque en la tarde se siente todo el cansancio acumulado del día, en cambio en la mañana es la primera cosa que uno hace, y está uno más fresco y sale mejor.
¿Cómo ha sido su preparación durante la pandemia?
—En la primera fase de la cuarentena no era posible salir de la casa para hacer deporte ni para nada. La universidad daba clases virtuales y cuando terminaba lanzaba entre 60 y 80 flechas diarias a dos o tres metros, solo para mantener la forma física, ya que habían cancelado todas las competiciones italianas e internacionales.
¿La Fitarco (Federación Italiana de Tiro con Arco, por sus siglas en italiano) hacía preparaciones virtuales, con compuesto, durante la pandemia?
—La Fitarco hizo charlas virtuales con psicólogos, mientras que para la preparación en el tiro con arco no había mucha preparación física, solo era torneos virtuales. La Federación en la segunda fase dio la certificación a los atletas nacionales para salir e ir a los campos de entrenamiento.
¿Cuán útil le ha sido la estrategia de bajar la carga con tal de tirar mejor?
—Yo he sentido mucho la diferencia porque he tenido diversos problemas en el tendón del brazo, y no podía tirar con arco. Pero esta cosa me ha ayudado mucho porque hoy cada fecha que tiro sé que tiene una razón, antes las medía por número de flechas por día y ahora en vez de tirar varias flechas por nada ahora me fijo en que las flechas vayan con un sentido y me enfoco en que vayan al “10”, en darles un por qué.
¿Durante la cuarentena en casa cuántas flechas tiraba y a qué distancia?
—En las primeras semanas tiraba a dos o tres metros entre 60 u 80 flechas, pero en la segunda fase de cuarentena fui afortunada de que abrieron el campo de tiro y ahora lanzo a 50 metros, entre 80 y 100 flechas.
Después de la segunda fase de la apertura, ¿cuáles son las condiciones sanitarias que impuso la Fitarco?
—En la zona donde vivo la mascarilla no es obligatoria en campo abierto ni durante el torneo, pero una vez que se termina la participación sí. Se debe llevar alcohol en gel, ya no se tiran cuatro pacas, sino dos, no se puede firmar el marcador, tampoco tener el monocular en la línea del tiro, a menos que te lo pongas al tirar, y cuando completes tus tiros lo tienes que guardar- Además, tenemos que sacar las flechas de las pacas a una distancia de tres pies (un metro). Siempre es obligatorio el uso de mascarilla en el tiro de campo a menos que estés tirando.
¿Para usted qué significa el tercer lugar en Medellín (mundial en 2019)?
—Es muy importante porque es la primera medalla en seniors, ya había ganado el mundial de 2014 pero en juniors e indoors. En Medellín 2019 yo estaba en el lugar justo, me gané esa participación, no es que fui como reemplazo, no. Fui por cupo.
¿Cómo maneja la presión mental? ¿Se habla constantemente o tiene la mente en blanco?
—Me hablo constantemente, porque eso me ha ayudado tanto a autocontrolarme, cuando tienes una dificultad si piensas en una medalla o torneo que ganaste y te hablas sobre un momento en el arco que te dio felicidad, de repente sientes calma y te enfocas.
¿Dónde siente más presión, concursando por equipos o en individuales?
—En la individual sufro más, suelo tirar mal, mientras que en las llaves colectivas suelo tirar mejor y no siento tanta presión.
¿Cómo es la relación con sus compañeras y entrenador actuales?
—Nosotras no solo somos una escuadra, somos amigas, tenemos que tener la confianza para darnos el apoyo en momentos buenos y malos, ya tenemos diez años de conocernos. Pero en Italia no hay tanta presencia del seleccionador nacional como la de los entrenadores personales, y con el mío hay confianza total, porque me da seguridad y me levanta en los momentos malos.
¿La presión o estrés del estudio le ha afectado en los entrenamientos?
—No, porque sobrellevo la universidad tranquilamente. Llevo una carrera que me gusta, estudio lo que me gusta, preparo todo con tiempo, y así me preparo bien.
¿Cuál ha sido la mejor experiencia y la peor en el tiro con arco?
—La mejor fue cuando gané el mundial de 2018 en campo en Cortina (Italia), era un mundial en casa. La peor fue un torneo europeo en 2015, desde ahí decidí dejar de tirar en arco recurvo, porque yo tiraba bien en recurvo, solo que pasé por un bache y perdía el target.
¿Cuál es su consejo para nuestros arqueros para que sigan entrenando y estudiando a la vez?
—Todos los cansancios, las madrugadas, los kilómetros de desplazamientos quedan atrás cuando se ganan las medallas, trofeos, torneos. Pero es mejor ponerse objetivos paso a paso, y no ponerse metas muy grandes desde el inicio.
*Traducción realizada por Michele Turchet, de la Asociación de Arqueros de Occidente.
