El expresidente y candidato republicano Donald Trump parece flexibilizar su postura respecto a la prohibición federal del aborto en EEUU, como una estrategia en su intento de regreso a la Casa Blanca, ya que este parece ser un tema medular en la contienda.
Aunque faltan al menos 9 meses para las elecciones en EEUU, unas declaraciones del precandidato republicano, el expresidente Donald Trump, respecto de que si vuelve a la Casa Blanca no apoyaría a los miembros de la OTAN que no estén al día en sus cuotas, conmocionaron a los aliados europeos, quienes parecen estar seguros del eventual triunfo de Trump sobre al actual mandatario Joe Biden, y temen que haga cumplir su advertencia.
En 2022 la Corte Suprema, con una mayoría muy conservadora desde que Trump designó a tres magistrados durante su mandato, anuló la sentencia del caso Roe v. Wade y dio a cada estado la libertad de legislar al respecto, desde entonces, 14 estados han impuesto prohibiciones absolutas al aborto y otros siete lo han restringido, según un recuento del New York Times.
Entre tribunales y mítines, el precandidato republicano y expresidente Donald Trump acumula triunfos y seguidores en una sociedad estadunidense sumida en una crisis política que amenaza incluso su estabilidad democrática.
"El presidente tiene un papel constitucional único, pero no está por encima de la ley", asegura James Pearce, abogado del Departamento de Justicia, a menos de una semana del inicio, el lunes, de las primarias republicanas en Iowa.
A Donald Trump se le sigue una causa civil en la ciudad de Nueva York por presuntos fraudes financieros.
Trump enfrenta cuatro casos penales, dos a nivel federal, en Washington y Florida (sureste), uno en el estado de Nueva York y otro en Georgia. Cada uno de estos procesos le reporta sin embargo millones de dólares en donaciones, aportadas por partidarios convencidos de que es víctima de una "caza de brujas".
Las manifestaciones del pasado domingo 11 de julio pusieron en evidencia las graves dificultades por las que atraviesa la economía cubana, los efectos devastadores del bloqueo norteamericano, pero también la lentitud del Gobierno en atender necesarias reformas.
El informe del Secretario de Estado estadounidense sobre derechos humanos citó a países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero no dijo nada sobre la dramática violencia que impera en Colombia, la represión de las protestas en Chile o sobre el narco régimen de Honduras.
Aunque esta no es la primera reunión entre chinos y estadounidenses, el balance de poder entre los dos países ha cambiado, porque China se siente hoy más confiada para desafiar y promover su propia visión de la cooperación internacional.
